Compromiso social comprende todas aquellas habilidades,
valores y actitudes que están relacionadas con la tolerancia, la apertura, la
responsabilidad, el respeto a la diversidad, la perspectiva intercultural, la
participación democrática, el respeto al medio ambiente y el sentido de
pertenencia.
Todos estos términos pueden sonar un poco complicados para
poder entenderlos, pero es lo que realmente necesitamos implementar todos y
cada uno de nosotros desde nuestros hogares. Para poder realizar tan ardua
labor, debemos entender que nosotros mismos debemos haberlos adquiridos (o lo
que es lo mismo, debemos tenerlos y usarlos), con la intensión de que podamos
estar comprendiendo lo que queremos hacer con nuestros hijos que son los
hombres y mujeres que estarán liderando los puestos de trabajos, negocios,
puestos políticos, quizás hasta les toque estar impartiendo clases o enseñanza
a las futuras generaciones.
La enseñanza no termina cuando aprenden a leer y escribir, ni
siquiera cuando terminan la escuela; esto es un trabajo continuo, una
responsabilidad que día a día se torna más demandante; pues la cualificaciones
de nuestros profesionales, tienen incorporado unos perfiles, direccionados más
que nada a la analítica, resolución de conflictos y cálculos proyectados para
proyectos específicos; todas las competencias que adquirimos en nuestro paso
por los diferentes recintos estudiantiles, nos llevaran a ser buenos en áreas
que ni siquiera sabemos si van a estar disponible en un futuro cercano.
Aunque no debemos permitir que esto nos desanime, me parece
muy cuesta arriba pensar que nuestra sociedad, paralelamente con las enseñanzas
científicas que intenta impregnar en los diferentes niveles de
enseñanza, nos permitimos, a la vez, propagar e incentivar los contenidos
que nos ofrecen las diferentes fuentes de internet (entretenimiento, redes
sociales, etc.), sin ni siquiera hacer el intento de llamar la atención de
nuestros propios hijos hacia las cosas que son o que deberían ser las realmente
importantes para nosotros.
Sé que muchos padres se sienten agotados, en el intento de no
permitir que se escuchen todas las basuras (que modernamente se llaman liricas
y letras de canciones) a través de los diferentes medios de comunicación social
que existen, y de los cuales buscamos afanosamente tener acceso. En ese intento
de no escuchar en casa nada de esto, nuestros hijos buscan diferentes
mecanismos e incluso compañías de amiguitos o conocidos, para poder escuchar
con libertad toda esta distorsión social.
No te atrevas a preguntarle a ningún niño de 10 años por la
tabla del 9, ni siquiera intentes darles un listado de palabras para que la
escriban sin ayuda, pues son incapaces de hacerlo; y lo más triste de todo es
que he escuchado a adultos decir que eso no lo necesitaran en sus futuros
lugares de trabajo, que se pueden ganar el sustento de sus familias sin saber
nada de esto; restando importancia a la educación básica; imagínate lo que esta
sucediendo con la educación cívica, moral, social, espiritual; es sin duda
mucho trabajo para los hombres y mujeres de estos tiempos.
Bueno, esto sin duda nos ha llevado a tener en menos de 10
años, una sociedad que no conoce ni es capaz de diferenciar lo importante de lo
urgente; mucho menos sabe identificar lo que realmente necesita para su vida
dentro de los 10 días siguientes. Solo son capaces de vivir en el minuto
que respiran, y no alimentan, ni se preparan para las demás horas del día.
Una frase muy común y que a muchos les gusta utilizar como
excusa es la que dice: "No sé cuánto voy a durar, así que debo vivir el
presente"; lo que ignoran irremediablemente es que ese ahora se convierte
en su futuro próximo, y como lo vive "como venga", no sabe
planificar, organizar, proyectar, ni visualizar, otras cosas.
Mientras nos encontramos en estos momentos siendo permisivos
con las cosas que suceden a nuestro alrededor (porque no es aquí, porque está
lejos, porque no tiene que ver conmigo en lo inmediato...), nos olvidamos que
estamos cooperando para que nuestro entorno se destruya así mismo y no tengamos
un espacio donde poder habitar y sentir paz y seguridad.
Pongamos un poquito más de atención a todo lo que sucede en
nuestro alrededor sin dejar de poner la mirada en una proyección de cómo nos gustaría
estar en el futuro inmediato (que bien puede ser unos días, semanas o meses próximos);
trabajemos en todo lo que podemos por mejorar nuestro entorno; dejemos de estar
tan vacíos y de querer llenarlos con cosas materiales; dejemos de regalarle
nuestro tiempo a los aparatos electrónicos; que dicho sea de paso, puede ser una
excelente herramienta para construir eso que deseamos, pero solo si nosotros
los manejamos, no que estos aparatos o tecnologías nos manejen a nosotros.
Ponte a pensar un poco en las horas del día, haz un ejercicio
sencillo de anotar los minutos u horas que dedicas frente a una pantalla de
celular, de un computador, de una televisión, o a escuchar música de tu elección.
Luego analiza el contenido de lo que ves y/o escuchas; luego de esto discrimina
lo que te ayudara a ser mejor ser humano, ente social, padre, empleado o empleador;
piensa en como eso que veo o escuchas te aporta en tu crecimiento personal
propio y el de tu familia.
Cuando termines de hacer todo eso, organiza las actividades
de tu día a día (todas, sin excepción), escribe todo lo que hacer en tu día
desde que abres los ojos en la mañana, hasta que te vas a la cama nuevamente
(en la noche) para dormir y descansar luego de haber vivido 16 horas
productivas (que es lo mínimo de horas que vivimos realizando actividades de
una forma consiente y despiertos.
Ahora trata de reorganizar tu lista con actividades que
realmente te lleven a conseguir tus metas, objetivos o proyectos; organízala de
tal manera que puedan estar incluidas hasta las horas que dedicaras a tus
sueños, descansos, ocio, recreación, etc.
Al final entenderás porqué el compromiso social es tan
importante en estos tiempos, y podrás diferenciar lo bueno que nos rodea de lo
malo que estamos permitiendo que se adueñe de nuestros entornos. Hermanos, que
Dios nos permita organizar nuestras vidas de tal manera, que podamos estar
listos para irnos con El cuando venga a buscarnos.
Mientras tanto, recordemos que los días son
malos, pero que podemos confiar en la promesa de nuestro Dios que nos dice: “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada
uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está
conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:32-33).
Y si nos proponemos organizar nuestras vidas, tanto física como
espiritualmente, de seguro venceremos, porque escrito esta: “Mas Jehová está
conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no
prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán
perpetua confusión que jamás será olvidada. Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos,
que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti
he encomendado mi causa.” (Jeremías 20:11-13)
Jehová te bendiga y te guarde. Que tengas un
excelente día. Tus amigos de oloracielo.blogspot.com