La vanagloria.

 

Esta palabra significa jactarse del propio valer u obrar; esto expresa muy bien lo que significaría ser una persona vanagloriosa, pero, si separamos o descomponemos esta palabra de la siguiente manera tendríamos:

Vana (o)= vacío de contenido

Gloria= Reputación, fama y honor extraordinarios que resultan de las buenas acciones y grandes cualidades de una persona.

Entonces sería el calificativo de una persona vacía, buscando fama o buena reputación; esto es lo que sucede cando, por nuestros propios medios comenzamos a alardear de las cosas que hacemos. No es necesario que sepa nuestra mano derecha lo hace nuestra mano izquierda, ciertamente todo lo que nosotros hacemos queda registrado en el libro de las memorias.

Bíblicamente, tanto en el antiguo testamento como en el nuevo, se hace mención del libro de las memorias; por ejemplo en una ocasión el Rey Asuelo, luego de no poder conciliar el sueño, pidió que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, en este libro se escribían todo lo que había acontecido en la época, dejando evidencia de los acontecimientos y de sus autores (Ester 6:1); también en el libro de Malaquías se hace referencia a esto, en el capítulo 3 verso 16, donde dice: "Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escucho y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre".

Esto puede servir de evidencia para que entendamos que si lo que buscamos es agradar a Dios, hacer el bien y alimentar nuestra vida espiritual, con la finalidad de alcanzar ver a Dios cara a cara y gozar de vida eterna, entonces no es necesario alardear de las cosas que hacemos en esta tierra, que generalmente mal utilizamos y se convierte entonces en vanagloria propia.

Dios lo que quiere de nosotros es: "Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios" (Miqueas 6:8).

Si entendemos este texto, entenderemos que no necesitamos hacer ver lo que hacemos con nuestro prójimo, el verdadero protagonista de la justicia, misericordia y bondad, solo es Dios; cuando hacemos algo por nuestro prójimo debemos darle el protagonismo a Dios; permitámonos a nosotros mismos ser testigos del amor de Dios, y no vanagloriarnos con lo que hacemos; buscando, quizás, muchos likes, popularidad, falsa admiración, etc.

Recordemos que: Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y tú te exaltas como soberano sobre todo. (1Crónica 29:11).

Bendecido día, te desean tus amigos de oloracielo.blospot.com