sábado, 29 de octubre de 2022

¿Se han burlado de ti en algún momento?

 




 ¿Te ha pasado alguna vez que has llegado nuevo a un lugar y te encuentras con personas que quieren hacerte quedar en ridículo, solo para tener con qué entretenerse dentro de sus grupos sociales?; creo que esto nos ha pasado a todos en alguna etapa de nuestras vidas. Depende de ti, la reacción que tendrás y esto influirá en las respuestas que recibirás.

Pero te digo, que si eres seguidor de Jesucristo, procura no burlarte de las personas, procura no hacerte el de la vista gorda ante las situaciones que acontezcan a tus amigos, allegados o familiares, no busques brillar tanto que termines opacando y destruyendo la luz de los demás; piensa en todo lo que hizo Cristo cuando estuvo en este mundo; imagínate que se hubiera hecho de la vista gorda con la situación de la viuda de Sarepta, o con Jairo y su petición para su hija, o con Marta y su hermano Lázaro, o con el leproso, o el paralítico de Betesda.

Dios nos dejó más de un ejemplo de cómo debemos ser con nuestros semejantes; nos demostró cómo debemos caminar por este mundo; las cosas que son realmente importantes no cuestan nada; aunque muchas veces, a muchas personas les puede costar su orgullo, y para muchos, esto es algo de mucho valor. Pero si continuamos repasando las historias de Jesucristo, nos daremos cuenta que aún los doctores de la ley, los estudiados y sabios, buscaron a Jesucristo para poder tener respuestas a sus interrogantes.

Definitivamente no nos la sabemos todas, aunque hayamos estudiado mucho, o aunque tengamos mucho tiempo realizando una misma tarea; cuando veas la oportunidad de ayudar a alguien, ayuda como si estuvieras dando un servicio para el mismo Dios.

Dios nos ha llamado a ser la sal de la tierra, recordando que la sal es un condimento que si la utilizamos en exceso, podemos dañar la comida y enfermarnos; todo en su justa medida. Pídele a Dios que te dé la sabiduría suficiente para no enaltecerte en esta tierra; que nos ayude a identificar las mejores herramientas para ayudar a nuestro prójimo, a fin de concluir la obra para la cual Dios nos ha llamado: “Entonces les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos” (Marcos 16:15).

Cuando todo esto acontezca tendremos la recompensa de la vida eterna en Cristo Jesús. Recuerda lo que dice en Mateo 5:8-9, “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.

Hoy te invito a que le entregues tu corazón a Dios y le pidas que puedas identificar a esa persona que necesita tu ayuda, y que te dé sabiduría para poder hacer su obra. Dios es bueno todo el tiempo, sólo debemos abrir los ojos espirituales para poder verlo; dejemos de ver este mundo por un minuto y abramos nuestros ojos espirituales. Entrégate por completo a Él. Dios te bendiga y te regale un hermoso día; son los deseos sinceros de tus amigos Oloracielo.blogspot.com

 

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Sea tu si, si y sea tu no, no.