El
Salmo 37:3-4 dice “Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra
y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá
las peticiones de tu corazón”. El salmista había conocido lo bueno y lo
malo; estar en lo más profundo del dolor y el fracaso, así como estar en lo más
alto de la abundancia y los logros.
Esta
proclamación encierra sabiduría adquirida, tanto por haber pasado por todos los
procesos humanos, así como la sabiduría que dan los años y las experiencias.
Este nos exhorta a que la confianza la coloquemos en las manos de nuestro Dios
y nos enfoquemos en hacer el bien; cierto es también que dice la biblia que la
venganza es de Jehová; así que no hay de que atormentarse ni desesperarse; ni
mucho menos sentir que debemos tomar acciones de defensa por nuestras propias manos.
La
confianza se basa básicamente en esto, en creer que está hecho, por lo que no
te debes preocupar; en el libro de Hebreos dice que la fe es la certeza de lo
que se espera, la convicción de lo que no se ve (Heb.11:1); por esto dice que pidamos
creyendo que lo hemos recibido ya. Esto es confianza, esto es fe.
Cuando
nos dice que nos apacentara la verdad, quiere decir que la verdad y solo la
verdad debe ser nuestro alimento diario; recordemos que de la abundancia del corazón
habla la boca; por esto debemos alimentar nuestra mente y corazón con la verdad.
Cristo dice: “Yo soy el camino, la VERDAD y la vida… (Juan14:6 ); es por esto
que nuestro alimento debe ser de la palabra de Dios; mediante el estudio de la
Biblia, la oración y la comunión con Dios, alcanzaremos a conocerle y a poner
nuestra confianza y nuestra fe en El.
El
fruto de todo esto entonces será, que las peticiones de nuestro corazón (que estará
lleno del Espíritu Santo) serán contestadas; Dios contestaras nuestras
plegarias y nuestras necesidades serán satisfechas, según las misericordias de
Dios.
Hoy
revisemos cómo va nuestra relación con Dios. Estamos confiando en El, en la proporción
que debo hacerlo?, es Dios nuestro deleite diario?, Estoy estudiando su palabra
y meditando en ella?, estoy haciendo de la palabra de Dios mi alimento
espiritual diario?, mi comunicación con Dios es fluida y de doble vía?, me
deleito en las cosas de Dios, o en las cosas de este mundo?, a que dedico más
tiempo?, tengo peticiones sin contestar?...
Luego
de examinar detenidamente cada uno de estos aspectos, trata de entablar una conversación
con Dios, donde le cuentes cuales fueros los resultados de todas estas
preguntas; dile si estas satisfecho con los resultados, muéstrale tu interés por
entregarle tu tiempo y tu vida por completo; estoy segura que Dios contestara
las peticiones de tu corazón en proporción de como sea tu relación con El.
Recuerda que la fe es importante para poder obtener resultados.
No
olvides que Dios es bueno todo el tiempo. Que Dios te guarde y te bendiga; tus
amigos de Oloracielo.blogspot.com
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