jueves, 13 de octubre de 2022

La indiscreción.

 


Cuando hablamos de indiscreción, lo primero que viene a nuestra mente es la figura de la persona que en quien confiamos un secreto o noticia importante, pero que por su falta de discreción nos hizo meter en problemas; generalmente nuestra mente lo suele presentar como una persona sumamente chismosa e indolente (a partir de ese momento) del dolor ajeno. Pues en esta ocasión podríamos decir con certeza que quizás no sea una persona chismosa, más bien esas personas están falta de atención y de cariño.

Cuando el ser humano se siente amado, y cuando percibe que se le presta atención, es menos probable que esté hurgando en las vidas ajenas; cuando lo hace, es porque todavía le hace falta algo más. Tristemente las personas no se dan cuenta que eso que necesitan es justamente la presencia de Dios en sus vidas.

Cuando tienes a Dios presente en tu vida, todo cambia, llegas a ser una persona totalmente diferente; te sientes pleno, completo, feliz y agradecido; con esto no quiero decir que todas las cosas te saldrán bien, ni que todos tus problemas se resolverán; por el contrario, puede que tengas más problemas que los que tenías antes; pero es justamente la respuesta que das a esas situaciones, lo que te hace diferente.

La discreción, la podemos definir científicamente como la reserva o cautela para guardar un secreto o para no contar lo que se sabe, midiendo las consecuencias de mis actos; Pero también podemos definirlo como la prudencia y sensatez para formar un juicio y tacto para hablar u obrar; y muchas veces esto es lo que nos falta y los que nos lleva a ser indiscretos; nos falta sensatez y prudencia.

Tener tacto, ser empático, colocarnos mentalmente en posición de los demás, ver cómo un comentario o juicio mal fundado puede afectar a nuestros semejantes; esto es lo más delicado, y sin duda lo más importante, a tener en cuenta, para poder tener relaciones interpersonales saludables.

Siempre he dicho que todo lo que está escrito en la Biblia es para edificación del ser humano; esto cuando se lee bajo la dirección del Espíritu Santo y cuando pides a Dios que te dé sabiduría para entender lo que lees. Por esto te invito a meditar en este verso bíblico: “La discreción te guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades…” (Prov. 2:11,12).

En este día te quiero motivar para que renueves tu relación interpersonal con Dios; cuéntales tus secretos, dudas, decepciones, tristezas, alegrías y demás; te aseguro que Él es la persona más discreta que existe en todo el universo; Dios no solamente te escuchara y guardara tu secreto, sino, que junto con esto te dará las respuestas a tus interrogantes y te ayudará a resolver cualquier problemas por el cual estés atravesando en este momento.

Recuerda que la discreción preserva la inteligencia. No te dejes agobiar por las situaciones de este mundo; corre a los brazos de Jesucristo; pídele en oración que te acompañe y que te perdone; entrégale, sin reservas, tu vida hoy. No olvides que Dios es bueno todo el tiempo. Que Jehová te bendiga y te guarde; y que puedas testificar de la bonita experiencia de tener una relación renovada en Cristo y con Cristo. Que tengas un excelente día. Bendiciones de tus amigos de oloracielo.blogspot.com

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Sea tu si, si y sea tu no, no.