Cuando hablamos de indiscreción, lo primero que viene a nuestra mente es la figura de la persona que en quien confiamos un secreto o noticia importante, pero que por su falta de discreción nos hizo meter en problemas; generalmente nuestra mente lo suele presentar como una persona sumamente chismosa e indolente (a partir de ese momento) del dolor ajeno. Pues en esta ocasión podríamos decir con certeza que quizás no sea una persona chismosa, más bien esas personas están falta de atención y de cariño.
Cuando
el ser humano se siente amado, y cuando percibe que se le presta atención, es
menos probable que esté hurgando en las vidas ajenas; cuando lo hace, es porque
todavía le hace falta algo más. Tristemente las personas no se dan cuenta que
eso que necesitan es justamente la presencia de Dios en sus vidas.
Cuando
tienes a Dios presente en tu vida, todo cambia, llegas a ser una persona
totalmente diferente; te sientes pleno, completo, feliz y agradecido; con esto
no quiero decir que todas las cosas te saldrán bien, ni que todos tus problemas
se resolverán; por el contrario, puede que tengas más problemas que los que tenías
antes; pero es justamente la respuesta que das a esas situaciones, lo que te
hace diferente.
La
discreción, la podemos definir científicamente como la reserva o cautela para
guardar un secreto o para no contar lo que se sabe, midiendo las consecuencias
de mis actos; Pero también podemos definirlo como la prudencia y sensatez para
formar un juicio y tacto para hablar u obrar; y muchas veces esto es lo que nos
falta y los que nos lleva a ser indiscretos; nos falta sensatez y prudencia.
Tener
tacto, ser empático, colocarnos mentalmente en posición de los demás, ver cómo
un comentario o juicio mal fundado puede afectar a nuestros semejantes; esto es
lo más delicado, y sin duda lo más importante, a tener en cuenta, para poder
tener relaciones interpersonales saludables.
Siempre
he dicho que todo lo que está escrito en la Biblia es para edificación del ser
humano; esto cuando se lee bajo la dirección del Espíritu Santo y cuando pides
a Dios que te dé sabiduría para entender lo que lees. Por esto te invito a meditar
en este verso bíblico: “La discreción te
guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres
que hablan perversidades…” (Prov. 2:11,12).
En
este día te quiero motivar para que renueves tu relación interpersonal con
Dios; cuéntales tus secretos, dudas, decepciones, tristezas, alegrías y demás;
te aseguro que Él es la persona más discreta que existe en todo el universo;
Dios no solamente te escuchara y guardara tu secreto, sino, que junto con esto
te dará las respuestas a tus interrogantes y te ayudará a resolver cualquier
problemas por el cual estés atravesando en este momento.
Recuerda
que la discreción preserva la inteligencia. No te dejes agobiar por las
situaciones de este mundo; corre a los brazos de Jesucristo; pídele en oración
que te acompañe y que te perdone; entrégale, sin reservas, tu vida hoy. No olvides que Dios es bueno todo el
tiempo. Que Jehová te bendiga y te guarde; y que puedas testificar de la bonita
experiencia de tener una relación renovada en
Cristo y con Cristo. Que
tengas un excelente día. Bendiciones de tus amigos de oloracielo.blogspot.com
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