martes, 31 de marzo de 2020

¿Alegría o tristeza?



En mi angustia clamé al SEÑOR, y El me respondió. (Salmos 120:1)

Es un momento de angustia mundial por la cantidad de muertos e infectados a causa del COVID-19. A pesar de esto Dios nos recuerda hoy, que en esos tiempos de angustia es cuando debemos acudir a sus brazos de amor, para que su amor nos envuelva; para que llene el lugar en donde nos encontramos con su presencia; porque es allí donde encontraremos lo que necesitamos. Este pueblo necesita paz, necesita confortación, necesita poder volver a respirar libremente, a caminar libremente, a abrazar libremente, necesitamos volver a la normalidad.

Ya nuestra cotidianidad traía consigo sus propios problemas, los cuales nos hacían verlos lo suficientemente grandes, que nos llegábamos a desesperar a causa de ellos; pero al vivir una situación como esta, donde diariamente la prensa se encarga de ponerte al día con las estadísticas de las personas que han muerto y de las demás que están infectadas; te muestran como la desesperación de la gente y el rumor de unos desaprensivos pueden llevar a una situación peor que la que consigo trae esta enfermedad (me refiero al rumor del toque de queda por 24 horas que hizo que se volvieran a aglomerar personas en los distintos establecimientos comerciales de expendio de comidas de este país).

Quizás encontremos personas que después de todo esto no quieran abrazar a nadie, quizás no quieran tomar la mano de nadie, tal vez no quieran asistir a lugares donde se amontones muchas personas (incluidas las iglesias), y pensamos que es improbable que podamos volver a nuestra llamada normalidad.

Pero Dios hoy, una vez más, nos muestra qué debemos hacer en estos tiempos; Salmos 18: 6 dice: “En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de Él llegó a sus oídos”, y es justo eso lo que Dios demanda de sus hijos hoy.

Clama al Señor, preséntale tus angustias, y pídele paz, fuerzas y sabiduría para este proceso y que nos prepare para el venidero; sobre todo que nos prepare a nivel espiritual para nuestro encuentro con El. No importa que tan lejos te sientas de Dios, en el libro de Deuteronomio 30:4 dice “Aunque hayas sido arrojado a la tierra más distante, de allí te traerá el Señor tu Dios y de allá te tomara”, Dios promete cuidarnos y traernos siempre a su presencia. Pide y disfruta de la compañía de Dios todo poderoso, conoce y aplica su palabra a través del discernimiento de ella por medio del Espíritu Santo, y has de Jesucristo tu mejor amigo.

Recuerda que el deseo de Dios es que seas feliz, que estés siempre alegre, su palabra dice “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” (Filipenses 4:4), y también nos dice: “Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría”. (Salmos 94:19); es por esto que en medio de nuestras tormentas te invito a que tengamos paz.

Que tengas un excelente día, y que la comunión de Dios padre, Jesucristo y el Espíritu Santo puedan morar en tu vida. Siempre serán los deseos de tus amigos de www.oloracielo.blogspot.com bendiciones.


lunes, 30 de marzo de 2020

Al atardecer....

Cuanto te amo Cristo - YouTube


Gracias Dios por poder ver otro día terminar.

Las cosas secretas pertenecen a Jehová, no te angusties.


 Deuteronomio 29:29 Las Cosas secretas pertenecen a Dios!!
En el libro de Deuteronomio capítulo 29 encontramos una historia hermosa, de dirección y misericordia de parte de Dios para con su pueblo. Primeramente Moisés llamo al pueblo y le hizo reflexionar sobre todo de lo que ellos habían sido protagonista por la misericordia de Dios; refresco sus mentes, recordando cada momento en el que se vio manifestada la mano de Dios, su amor y su misericordia. Le recordaba de todas las batallas que la mano del Señor les libro, y todo lo que le dio durante su  peregrinar de los 40 años que estuvieron por el desierto.

También les recordó el pacto que se habían hecho, este pacto se había hecho desde el principio y les recordó al pueblo que no era solo con ellos; el pacto era con los que estaban y con los que todavía no estaban, o sea los que habían de venir por descendencia.

En el versículo 18 de ese capítulo dice algo muy interesante: “No haya entre vosotros varón o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor vuestro Dios, para servir a los dioses de esas naciones. No haya en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo”… Moisés les está recordando en qué consistía ese pacto; que no sirvieran a otros dioses (y fíjate que está escrito con minúscula la palabra dioses, es que Dios sólo hay uno, ¡gloria a Dios!) y les dice que no debe haber en nosotros raíz que echa veneno; preguntarás ¿qué cosas echan veneno?, bueno, puede ser el chisme, la envidia, la amargura de espíritu, la mezquindad, la falta de fe, entre muchas otras cosas.

La cita continua diciendo que no quiere Dios que seamos hipócritas, que pretendamos tener paz andando según nuestros propios preceptos, y aquí viene una parte muy dolorosa para mí, en el versículo 20 cuando dice: “El Señor no estará dispuesto a perdonar, antes se encenderá su enojo y su celo contra ese hombre. Asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y el Señor borrará su nombre de debajo del cielo”; sigue diciendo la lectura por qué sucederá eso, cuál es la causa, para que no quede dudas, y termina el capítulo haciendo referencia a lo que pertenece a Dios y lo que pertenece al hombre: “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las relevadas son para nosotros y nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley”.

No permitas que las distracciones de este mundo te hagan sucumbir en la desesperación, en la depresión, en la inacción… confía en nuestro Señor y permite que el Espíritu Santo ilumine tu vida, de tal manera que puedas cumplir la Ley de Dios y puedas a través de esto, aumentar tu fe; y que Dios nos libre de que nuestros nombre sean borrados de debajo del cielo.

Se perseverante en la búsqueda de la verdad, pero no quieras acomodarla a ti ni a tu estilo de vida, o modernizarla, la palabra de Dios es fiel y verdadera, y es para toda la eternidad; Dios no cambia ni se muda de lugar.

Dios nos regale un día lleno de su amor y de su paz, en medio de tantas distracciones, aprendamos a confiar en nuestro Dios. Tus amigos de www.oloracielo.blogspot,com te desean bendiciones hasta que sobren y abunden.

domingo, 29 de marzo de 2020

Luz o sombra.

Quien tiene a Cristo está en la luz - Protestante digital

Al levantarme cada día, Dios me da la oportunidad de decidir muchas cosas, una de ellas es qué voy a ser? Si seré luz o seré sombra es una de esas decisiones que debo tomar. Pero definamos a ver qué significa esto. De manera secular, la luz es una forma de energía que ilumina las cosas, las hace visibles y se propaga mediante partículas llamadas fotones; también se puede definir como la luz natural o solar que podemos percibir. Y la sombra es una Imagen oscura que proyecta un cuerpo opaco sobre una superficie al interceptar los rayos de luz, o también se puede definir como una parte de un espacio a la que no llega la luz, especialmente la del sol.

Si lo vemos desde la perspectiva cristiana a la luz de la palabra de Dios podemos decir que La luz de Dios es su palabra, por la cual se revela, y por la que no sólo revela los peligros que existen, sino que además actúa como lámpara para mostrar el verdadero camino (Sal 119:105).

De la misma forma podemos encontrar en la palabra el significado de la oscuridad o el sinónimo de ésta (tiniebla), veamos: El camino de los impíos es como las tinieblas, no saben en que tropiezan. (Prov- 4:19); también en Génesis 1:2 nos dice: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Generalmente, solemos definir la luz como cuando encontramos una salida a algún problema, o cuando podemos solucionar alguna situación o cuando encontramos como salir de algún problema. De la misma manera podemos definir la oscuridad como cuando no puedes pensar en una solución para poder resolver algo, o como cuando te sientes encerrado o no podemos ver o tener solución de alguna situación o para poder resolver alguna cosa.

Así mismo recuerdo que cuando en mi pueblo se iba la luz, las personas todas salían a los balcones para poder apreciar la luz de la luna y las estrellas y se paraban automáticamente todas las cosas que se estaban haciendo de manera cotidiana en casa; y cuando retornaba la electricidad, era como si hubiésemos ganado un premio, o como si nos hubieran dado algo muy esperado, recuerdo que hasta aplaudíamos (el dominicano es muy emotivo y creativo, ¡sí que lo es!), y retornábamos a todas las actividades que para nosotros eran normales. Por eso recuerdo tanto el episodio de cuando el huracán George, fueron más de 60 días sin energía eléctrica en casa, a mí me pareció una eternidad.

Pero qué bueno que existe una luz que no se va, que siempre esta, que es eterna, esa es la luz de Cristo; su palabra es capaz de alumbrar nuestras vidas por completo, de llenar hasta el último rincón de nuestras vidas y alumbrarlo con un resplandor inconfundible, que brilla tanto que no la podemos esconder. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero; (Salmos 119:105).

Así también nos explica la palabra de Dios qué es y cómo se está en tinieblas, por ejemplo en 1 Juan 2:11 da un ejemplo de como se está en tinieblas, veamos: “Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.”, creo que está muy claro el cómo podemos estar en tiemblas y como podemos hacer para estar en luz.

Hoy, qué decides tú? Estar en tinieblas o en luz. Recuerda que la decisión es tuya y de nadie más; nadie puede hacer ni puede tomar esa decisión por ti; levántate y busca ser luz para tu casa y para los demás; recuerda que la luz no se puede esconder, y que cuando la luz está, las tinieblas deben disiparse.

Busca la respuesta dentro de ti. Enciende esa luz de amor, justicia y perdón que llevas dentro y compártela con los demás. Vive este día rodeado de la luz de Cristo, sonríe por estar vivo y ruega por misericordia y perdona para ti y para tu prójimo. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, feliz día de parte de tus amigos de www.oloracielo.blogspot.com y bendiciones.

sábado, 28 de marzo de 2020

Orar como Daniel.



En el día de hoy compartí en mi canal de YouTube una corta reflexión sobre lo que necesitamos urgentemente en estos momentos. A consecuencia de toda la información que a través de las redes y el internet hemos tenido acceso en los últimos días, muchas personas están padeciendo de estrés, nerviosismos, ansiedad, entre otras cosas; y lamentablemente no podemos manejar ni controlar todo lo que se publica en ellas, pero lo que si podemos controlar es lo que nosotros mismos podemos difundir a través de ellas.

En el día de ayer mi hijo compartía conmigo un video (meme) que encontró en las redes que hacía alusión a un adolescente en el año 2049 que le decía a su papa que no podía ir a la escuela porque tenía tos, o se sentía un poco mal; el padre de ese adolescente con chancleta en mano le decía a su hijo que él había pasado por una pandemia y que aún así él tomabas sus clases desde casa a través del internet, o sea que eso no era excusa válida para no estudiar… el ser humano suele tener una gran imaginación cunado quiere (y que bueno que existe esa genialidad), para hacer de una tragedia o crisis, salir una sonrisa del rostro de las personas, a pesar de estar preocupados o tristes.

Cuando lo vi me reí muchísimo, pues eso me hizo recordar lo que yo personalmente viví cuando por nuestro país hizo su entrada el huracán George en el 1998 y todos los estragos y desastres que por su paso dejo. Fui testigo fiel de lo que es pasar más de dos meses sin energía eléctrica, sin agua, sin teléfono, etc. Creo que tendría las palabras correctas en caso de que ocurriera algo así otra vez aquí, para decirle a mis hijos el cómo deberían actuar, hacerlos sentir un poco más seguros, y que pudieran entender, que todo pasara.

De esa misma manera, cuando todo esto comenzó (la pandemia), empecé a buscar información sobre algo similar a esto; encontré información sobre la gripe europea de 1918, que afecto (obviamente) también en mi país; y fue muy interesante un artículo que encontré del periódico, donde explicaba la manera en que en esa época mi país enfrento esa situación de crisis. Mientras iba leyendo a mi pensamiento vino la frase típica que suelen utilizar mucha gente cuando algo de nosotros no le sorprende “dominicano al fin”, pero a medida que seguí leyendo entendí cómo las circunstancias de ese entonces fueron propicias para que la gente actuara tan irresponsablemente como lo hizo, y que eso desencadeno en aun más muertes, principalmente para las ciudades que para ese entonces eran muy importantes como Barahona, y otras del sur del país.

Entendí al finalizar mi lectura, que cada proceso trae diferentes reacciones, y que dependiendo de esas reacciones, depende la forma en la que pasara, se solucionara o empeorará cualquier problema. En esa momento era, que la gente no creía, y le daba muy poca importancia a la “gripe”, hasta que vieron morir mucha gente de manera muy rápida; muchos estaban ocupados preparando las festividades para la celebración de la terminación de la primera guerra mundial y para las acostumbradas fiestas de fin de año, a pesar de que en ese momento estábamos bajo la influencia de la intervención norteamericanas. Los cuales para ese momento no veían los intereses propios de nuestro país, sino los suyos, por lo que no se tomaron las medidas que se requerían tomar para evitar la tan rápida propagación de esa pandemia.

De esa misma forma, estamos hoy, inmerso en tantos preparativos, tantos compromisos, tantas distracciones, que no podemos alcanzar a ver los verdaderos estragos que ha de dejar esta pandemia, hasta que alguno de nuestros hijos o nietos lo lean en la historia en algunos años más adelante.

Pero, ciertamente, los preparativos que cada ser humano debería hacer es la de nuestra vida espiritual, para el encuentro con nuestro señor Jesucristo.  Como dice en las escrituras sagradas: "Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos." Amén. (1 Pedro 4:7-11)

Sé que puedes pensar que eso lo estas escuchando desde cuando tu tatarabuela iba a la iglesia, pero te digo que en el mismo libro de Pedro da la respuesta a esa tan usada excusa, y nos dice: El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9)

No pienses que Dios no va a cumplir lo que ha prometido, mucho te he dicho que “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Números 23:19), y si la biblia lo dice, yo simplemente lo creo.

Por eso hoy, una vez más te invito, a que busquemos en oración y ruego el rostro del Señor, busquémosle de corazón, con un corazón contrito y humillado; miremos más allá de nuestros deseos y apetencias; miremos al prójimo con amor, tal como nos mira el Señor; busquemos servir, ayudar, cooperar. Busquemos en conclusión, tener un mejor mundo, porque cada uno de nosotros es parte de este mundo, desde donde se encuentre, ya sea en su casa, en el hospital, en el trabajo, aquí en Santo Domingo, en Italia, en China, en cualquier lugar o rincón de este mundo; tenemos una cosa en común, todos somos hijos e hijas de Dios.

El sacrificio en la cruz del calvario de nuestro Señor Jesucristo, fue por cada uno de nosotros, sin excepción alguna. Acepta ese sacrificio hoy, acepta el perdón hoy y el amor de Cristo hoy.

Que tengas un excelente día, y una hermosa reconciliación con nuestro Señor. Son los más sinceros deseos de tus amigos de www.oloracielo.blogspot.com


viernes, 27 de marzo de 2020

La tienes?


Esperanza....



La esperanza en medio de la incertidumbre





La esperanza es Jesús.

El amor.



Muchas veces mal interpretado, incomprendido, mal aplicado… no sabemos el real significado de la palabra amor; muchos lo reducen al placer sexual, ignorando que el amor es mucho más que eso. Así como resulta difícil definirlo, resulta aún más difícil practicarlo, porque si no sabes qué es?, cómo crees que podrás darlo?

El amor que el mundo conoce no es realmente el amor que Dios práctica, ni es el que Dios da a cada ser humano, ni siquiera es la forma verdadera en la que se concibió desde un principio; los que llevamos el nombre de “cristianos” ni siquiera hemos sabido sentirlo, mucho menos mostrarlo o darlo a los demás.

En uno de mis tantos libros favoritos (revisando una vez más sus enseñanzas), encontré un párrafo muy asertivo para este tema del amor, dice: “Amar hasta el final evitará la soledad y el abandono en el que viven y mueren aquellos que después de habernos servidos y entregado su vida, dejamos que se convierta en: padres desamparados, esposas traicionadas, amigos olvidados, obreros despedidos, parientes lisiados y todos convertidos en tristes “amargados”. (Del perdón al amor, Gómez Yánez).

El autor de manera magistral muestra la realidad del ser humano en cuanto al tema del amor; lo que quiere expresar es que realmente no sabemos qué es el amor? Y no sabemos cómo lo debemos demostrar; este tema del amor va indefectiblemente amarrado a lo que es el perdón (por eso el título es Del perdón al amor); pues el ser humano debe sentirse perdonado necesariamente para que pueda experimentar el amor verdadero; pero el sentirse perdonado comienza perdonándose uno mismo primero, aceptando que hay cosas que no podemos cambiar, que no podemos devolver el tiempo para hacer las cosas diferentes, que también debemos entender que hay cosas que pasan en nuestras vidas de las cuales debemos aprender y corregir para un futuro.

El perdonarse a uno mismo no es tarea fácil, ya que una de las cosas más difíciles del ser humano es reconocer que ha fallado o que se ha equivocado, y luego encontrar o reconocer en qué ha fallado, más aún luego redimir en aquello o en aquel que hemos fallado; tarea difícil esta es, ya que el ser humano está lleno de egoísmo, soberbia, envidia, orgullo, falta de entendimiento, falta de empatía, falta de compasión…

Para entender realmente el significado del amor, debemos trasladarnos mentalmente a la escena que presenta la biblia en el día de la crucifixión de Jesucristo; ver la cruz, ver a Jesús morir allí por ti, por mí, sin tener culpa alguna. Es ver al indigente y no pensar en que es un aprovechador, engañador, que se hace el mendigo para que le den dinero y sabrá Dios que cosa hace con ese dinero… pero hermano, a ti que te importa qué haga esa persona con ese dinero; tu corazón debe ver a Jesús allí, debes verlo también en aquellos que ven su vida irse en una cama de hospital, qué importa que se una enfermedad que se la busco él mismo, que importa como la adquirió; simplemente él la está pasando mal.

Es ver a Jesucristo en aquel que está detrás de unas rejas, en una cárcel, que no puede salir, que no puede disfrutar de la libertad que Dios le dio; que importa lo que hizo para estar allí, te aseguro que lo está pasando mal. El ser humano fue creado libre y para libertad; el trabajo del hombre era administrar este mundo, no creerse dueño de él, y mucho menos ser esclavo de él. Eso, hermano mío es entender lo que es el amor.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí… Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25: 35, 36, 37 y 40).

Entonces deberíamos empezar por perdonarnos, luego perdonar a los demás, y entonces conocer a Dios a través de Jesucristo y el Espíritu Santo; al hacer esto estaremos preparados para entender, conocer y practicar el amor. Dice la palabra:

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. (1Juan 4:7-9)

Entonces al encontrar ese tesoro que es el amor, estaremos preparados para vivir una vida plena, completa, restaurada, bendecida y la prosperidad en todas las áreas de tu vida llegara a ti. Dios bendice, transforma, sana, y salva a sus hijos.

Disfruta el amor que Dios hoy te regala; escudriña la palabra, medita en ella, cree en ella, espera en ella, vive por ella, y predica de ella. Dios te guarde y te permita, a pesar de estar tan apartados de Dios por tantas cosas que no hacemos, o de cosas que no creemos, por las apariencias y engaños que este mundo ofrece; que Dios nos permita experimentar el perdón y a través de éste podamos encontrar el verdadero amor, amor de Dios, y luego el amor propio, para poder compartir el amor con nuestros prójimos.

Dios te guarde y te regale un día lleno de esperanza, de que el perdón y el amor de Dios todo poderoso ha llegado hoy a ti, así que acéptalo, vívelo y compártelo. Bendiciones de www.oloracielo.blogspot.com para ti.


jueves, 26 de marzo de 2020

¿Quién gana?



El ser humano lleva una carrera constante en contra de sí mismo y de la vida. Me dirás “eso no es cierto”, pero lamento decirte que sí. Cuando te levantas y decides desde ese momento salir a la calle, obviamente no sales con el pensamiento de realizar una competencia, pero cuando te montas en el trasporte ya sea público o privado, en tu mente se desata desde ese momento una lucha en contra del tiempo, comienzas a decir “tengo poco tiempo para llegar”, “que debería ir más rápido”, que “porque el chofer hace tantas paradas?”, que “porque esa persona no se queda junto con la otra aunque este a una esquina de distancia?”, etc, etc, etc…

Cuando llegas a tu destino (si es que no encontraste un problema de camino por no haber dado paso a otro vehículo, o por discutir con otra persona), ya sea a tu trabajo, al banco, al súper, donde quiera que tengas que ir, entonces comienzas a pelear porque quieres hacer lo que tú quieras, sin importar las reglas o lineamientos ya sea del empleador, de las instituciones a las que te has dirigido, o quieres ser el primero en la fila del banco, o quieres escoger solo para ti los mejores productos, no importa que tengas que manosear y estropear todos los demás… estas amigo mío, simplemente peleando con la vida y contigo mismo.

En estos días, ya no hay manera de satisfacer los deseos del hombre; si tienes un vehículo quieres otro mejor, si tienes una casita, quieres mejor un apartamento; si tienes unos muebles bonitos, quieres cambiarlo porque viste unos que son más bonitos y más caros; tienes ropa en el closet, pero a la hora de salir dices que no tienes que ponerte; hay comida en tu despensa, pero quieres el filete que preparan en el restaurant; incluso tienes esposa, pero la vecina se ve muy bien…

Ayer les decía que Dios desde el principio colocó con sumo esmero, cuidado y amor, todas las cosas que el hombre necesitaría para su subsistencia en este mundo. Todo para su alimentación, para su recreación, para su desarrollo, para todo. Pero el hombre no ve lo que tiene, simplemente ve todo lo que no tiene y se esfuerza sobre manera para obtenerlo, sin saber si al conseguir lo que quiere le va a ser de perdición o maldición.

Dios continúa hablando diariamente a nuestros corazones, a través de su palabra, a través de otras personas que sirven de canal de bendición de parte del mismo Dios, pero nosotros estamos tan ciegos, tan ocupados, tan ofuscados en querer tener cosas materiales, que olvidamos lo que realmente es importante.

Hoy vemos como un virus ha podido paralizar literalmente, a todo el mundo; ayer veía una publicación en Facebook que decía que “New York si duerme”, y presentaba una foto de unas de las calles de New York literalmente vacía, paralizada, cuando lo que estamos acostumbrados es a la frase que dice “New York nunca duerme”, y eso me llevo a reflexionar en como este proceso nos ha obligado a parar todas nuestras actividades rutinarias que realizábamos fuera de casa; ahora tenemos o debemos de pasar mucho más tiempo en casa, y no estábamos preparado para esto; ya estábamos programados a un estilo de vida fuera de casa, ya sea trabajando, estudiando, haciendo diligencias, etc.

Y me pregunto ahora ¿Quién gana?... días anteriores nos creíamos súper poderosos porque teníamos poder de dinero, de tiempo, de ventajas, entre muchas otras; podíamos atropellar, menospreciar, discriminar, sobornar, incluso obstruir el crecimiento o desarrollo de los demás, o aprovecharnos de ellos, ya sea por envidia, por egoísmo, por ineptitud, por desconocimiento de la palabra, por lo que usted quiera, pero lo hacíamos. Y me pregunto otra vez ¿Quién gana?.

Esta vida no se trata de ganar o perder, bien lo sabía Pablo cuando dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21)”; nada de lo que nos pueda ofrecer este mundo (material) puede llenar nuestra vida espiritual, ni puede hacer que nos podamos sentir felices todo el tiempo. Pablo, a pesar de estar encarcelado nunca se sintió solo, ni triste; El cantaba y predicaba porque entendía cuál era el significado de la vida y había conocido lo que era vivir una vida Cristo céntrica realmente; su propósito era compartir el gozo que le daba vivir en Cristo, compartir los mensajes de esperanza que ya él mismo había experimentado. ¡Gloria a Dios por eso!.  

Pablo desde el principio de su relación con Dios supo qué pregunta hacer (Señor ¿qué quieres que haga? Hechos 9:6), y eso justamente era lo que enseñaba a los demás, cuando el carcelero le pregunto “¿qué debo hacer para ser salvo?,  Pablo y Silas le contestaron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31). Ellos lo habían experimentado en sus vidas, sabían cuál era el resultado y querían compartirlo con los demás. Ellos no querían ganar para ellos, no querían tener la razón, no querían imponer nada a nadie, solo querían compartir el gozo que para ellos significaba el vivir en Cristo.

Hoy te invito a que paremos un poco, no es que dejemos de ver noticias ni de informarnos sobre los avances de la pandemia, pero quiero que pares, que te veas en un espejo y que te preguntes ¿Quién gana?, ¿para qué ganar? ¿Por qué quiero ganar?, ¿Qué gano con ganar?... interesantes te van a resultar las reflexiones que puedas hacer y a las conclusiones que puedas llegar con hacer este ejercicio.

No se trata de ganar, te repito, se trata de vivir en Cristo; ¿no sabes cómo hacerlo?; pide sabiduría como lo hizo Salomón; Dios da en abundancia para su causa. Pruébalo, pide la dirección del Espíritu Santo y ven a vivir una vida junto a Jesucristo, entendiendo su palabra, viviendo la palabra, compartiendo la palabra. Dios es bueno todo el tiempo, no lo dudes, sólo créele a Dios.

Bendecido día, y recuerda www.oloracielo.blogspot.com desea acompañarte en este proceso de oración. Comparte tu experiencia y tu pedido de oración, estaremos listo para orar por ti. Dios te guarde.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Seguir las reglas.


Desde mi niñez aprendí lo que era un equipo y trabajar como equipo. Cuando apenas tenía 9 años empecé a practicar tenis, era un deporte que me apasionaba, me parecía, primero, un deporte bonito, ya que cuando veía las chicas que lo jugaban con sus uniformes tan bonitos, me decía a mí misma “wau que lindas se ven con su uniforme”, y posteriormente me veía yo con un uniforme similar. 

Pensaba que era el uniforme que las hacia bonitas; luego cuando comenzaron las practicas, me di cuenta que no era el uniforme; empecé a ver que la disciplina era parte importante del deporte y me gustaba eso; más adelante entonces también me di cuenta que no solo se jugaba con un solo jugador de cada lado de la cancha, podíamos jugar en pareja ¡era genial (pensaba)!, pero a medida que practicábamos se me hacía un poco difícil entender por qué mi compañera o compañero (podían ser equipos de 2 hombres, de 2 mujeres o mixtos, y también de un solo jugador) de juego en ocasiones no hacia lo que yo pensaba que debía hacer o lo que yo quería que hiciera; entonces comencé a entender que debíamos trazar estrategias juntos y que debíamos cuidarnos el uno al otro, incluso pensar de manera estratégica en cada uno.

Pensé que era todo, pero no; cuando el juego empezaba y se comenzaban a dar los incidentes debíamos pensar rápido y actuar aún más rápido, conectarnos, animarnos, entendernos y defendernos mutuamente con el propósito de poder vencer al equipo contrario; pero todo esto era necesario hacer sin pensar en arruinar al compañero contrincante, pues también teníamos que pensar como él y quizás adivinar o descubrir cuál sería su estrategia.

Todo eso me dio las herramientas necesarias para poder entender lo que ere trabajar realmente en equipo; de hecho me gustaba mucho jugar en pareja; y mi primer premio como campeona nacional lo logré jugando en equipo con mi prima Ruderkis con apenas 10 años. Fuimos aprendiendo muy rápido y nos esforzábamos por ser muy buenas cada día. Hacíamos todos los ejercicios que nos mandaba nuestro entrenador (que nunca olvidare), teníamos que correr, hacer aeróbicos, entre otros; Él nos exigía bastante quizás para unas niñas con tan poca edad, pero en el fondo el sabia el potencial que teníamos todos los niños que en ese momento practicábamos con él; de hecho la mayoría de los chicos que entrenó, todavía hoy son deportistas, fueron o son entrenadores y tuvieron éxito en la rama del deporte (aunque no fuera en el tenis per se). Creo firmemente que lo que aprendimos allí nos ayudó a lograr lo que logramos después cuando fuimos adultos.

Yo continúe jugando por muchos años; incluso fui entrenadora en el Colegio donde me forme (y en la universidad también); allí me gustaba mucho jugar y de hecho llegue a jugar también otras disciplinas como el voleibol y basquetbol. La disciplina, el trabajar en equipo, el entender que era mejor hacer las cosas con ayuda idónea, para mí  era genial.

Ahora bien, en estos momentos que estamos viviendo, Dios, la vida misma o en lo que sea que usted crea, nos están diciendo “debes trabajar en equipo”; cuando te dicen “quédate en tu casa”, “no salgas”, te están diciendo cuídate y ayúdanos a cuidar a los demás; cuando te dicen “tápate la boca cuando estornudes”, realmente nos están diciendo, “piensa en tu compañero para que no lo infectes”; cuando te dicen “lávate las manos, la cara, los brazos, cuando llegues de la calle”, te están diciendo “debes cuidarte y con eso cuidas a tu familia”.

El mundo nos está diciendo “auxilio, ya no aguanto más”, el mundo ya no aguanta la contaminación, no aguanta el que tires una basura en la calle porque no puedes esperar a llegar a un zafacón; el mundo no aguanta más que los hoteles y negocios industriales continúen contaminando las aguas del mar; el mundo no aguanta que el hombre sólo piense en sí mismo, que no tenga amor por su prójimo, que crea que puede chocar, maltratar, discriminar, burlas, engañar e incluso matar a su prójimo, si este no hace lo que queremos, sin tener consecuencias futuras.

El mundo nos grita hoy “para, reflexiona”; hoy hemos tenido que parar, parar nuestra rutina de levantarnos, ir a trabajar, llegar a casa, dormir, despertar y volver a ir a trabajar; y cuando nos llega el día de recordar la creación de Dios, de descansar y compartir con la familia, estamos tan cansado que preferimos que los hijos salgan con sus amigos y que nos dejen en paz descansar en casa; otros preferirán ir a tomar, bailar, o lo que sea, menos compartir en familia, argumentando que se lo merecen, pues trabajan demasiado.

Hoy tenemos necesariamente que vernos las caras en la casa (o vernos a través de una pantalla), y nos daremos cuenta de todas las cosas de las que nos perdemos por estar prestando nuestro tiempo a otras cosas que no son tan importantes como lo son nuestras familias.

Hoy en medio de esta cuarentena, o del toque de queda, nos resistimos, no entendemos, nos sentimos ansiosos, acorralados, desesperados; pero nunca nos pusimos a pensar ¿qué estamos haciendo para mejorar nuestro entorno?. Dios nos ha hecho mejorar el entorno encerrándonos en nuestras casas; piénsalo, hasta las aguas de Venecia están cambiando, están más limpias, los animales están sintiéndose más seguros, los arboles están reverdeciendo; y pensar que todo eso fue creado primero que el “hombre”; el hombre fue la última creación de Dios, y esa última creación ha estado destruyendo el mundo completo, por años.

Es en estos momentos donde pensamos que la muerte puede estar más cera de lo que pensábamos, y muchos nos aferramos a la vida con todos nuestros recursos y fuerzas; otros piensan que el día que le toque morir descansaran; otros ni siquiera piensan en eso (tengo una compañera de trabajo que se enoja cuando hablan de la muerte, le tiene mucho miedo); pero una de las cosas más segura que tiene el ser humano es justamente eso, la muerte.

Mientras estamos vivos, no pensamos en las consecuencias de nuestras acciones, por lo que no tenemos tiempo de pensar, ni si quiera en la muerte; no pensamos ni en la esperanza de vivir mejor, solo vamos al ritmo que el mundo nos lleva, y el mundo solo trae cada día consigo, la consecuencia de las malas acciones y la mala administración del hombre, de los recursos que desde un principio Dios le dio para que lo cuidara y protegiera. La mano del hombre cada día daña, destruye, destroza todo lo bueno que Dios con tanto amor creo para nosotros.

Hoy quizás lloramos la partida de un ser querido (a tiempo o destiempo), de un amigo, de un conocido, pero eso ni siquiera nos mueve a reflexión. Quiera Dios que mientras tengamos vida encontremos el momento para reflexionar y determinemos en nuestros corazones ser mejores y brindar esperanza a nuestros semejantes. En el libro de Eclesiastés 9:4 dice “Hay esperanza para todo el que está entre los vivos, porque mejor es perro vivo que León muerto”.

Dice también que el amor, odio y envidia perecen cuando el hombre muere, y que nunca más participaran de lo que está debajo del sol; así que creo que lo que tengamos que hacer, debemos hacerlo ahora (y hacerlo bien),ahora que podemos respirar, que podemos ver, que podemos hablar, que podemos tocar…y ya que estas vivo, mira a tu alrededor, piensa en lo bueno que puedes aportar, mira a tu familia, habla con tus seres queridos (no sólo por teléfono o por computador), míralo a los ojos, diles que los amas; toca con tus manos y con tu espíritu las manos y el espíritu de tu pareja, de tus hijos, de tus padres, de tus hermanos, do todos los que estén a tu alrededor, siéntelo, ellos están ahí, disfrútalos mientras puedas; pero nunca olvides que debes seguir las reglas.

Dios desde el principio nos dio todo lo que a lo largo de nuestras vidas podríamos necesitar, alimento, luz solar, extensión de tierra, aire puro, agua cristalina, animales de todo tipo; y dijo Dios: Fructificad y multiplicaos. Llenad la tierra y gobernadla. Dominad los peces del mar, las aves del cielo, y todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Dijo también Dios: Os doy toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol que lleva fruto y da semilla. Eso será vuestro alimento. (Génesis 1:28-29) y en el versículo 31 dice: Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera… luego creo al hombre, y en el capítulo 2 dice: “Tomo, pues, Dios el Señor al hombre y lo puso en el jardín del Edén, para que lo cultivara y lo guardara.” (Versículo 15).

Entonces, ¿crees que hemos hecho todo lo que Dios nos dijo que hiciéramos desde el principio?, obviamente no, pero estamos todavía vivos (o sea, tenemos tiempo), y si recuerdas el verso que te mencioné anteriormente de Eclesiastés recordarás que es mejor estar vivo, así que debemos ayudar a reconstruir un mejor mundo para nosotros mismos y para nuestros hijos. Vamos pongamos de nuestra parte; aprendamos a seguir instrucciones, primeramente la de Dios, cuidamos, protejamos nuestra casa común que es este mundo, el planeta tierra.

Dios ha sido bueno todo el tiempo, y dice la palabra que él no cambia ni se muda, lo dice en más de un versículo, veamos:

Malaquías 3:6
"Porque yo, el SEÑOR, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.”

Números 23:19 
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?”

Salmos 102:25-27 
“Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.”

Por eso hoy te invito a que puedas descansa en el Señor nuestro Dios, vuélvete a Él, confía en EL, y El responderá cada una de nuestras oraciones. Que Dios colme nuestras vidas de paz y esperanza, son los más sinceros deseos de www.oloracielo.blogspot.com para ti.

Bendiciones.

martes, 24 de marzo de 2020

¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Sal. 8:4


En el año 2011 murió Steve Jobs, quien fue el fundador de la compañía Apple, una empresa súper prestigiosa todavía en nuestros tiempos. Este hombre, estaba padeciendo una enfermedad catastrófica (cáncer de páncreas), cuando de repente tuvo una tremenda reflexión y llamó a la muerte como “el mejor invento individual de la vida”, y él explicaba la razón de su pensar, decía que esta era la etapa donde el ser humano se obligaba a lograr lo mejor que podría hacer de sí mismo en este mundo; pero yo pregunto ¿Por qué lograr lo mejor sólo cuando te das cuenta de que te falta tan poco? Quizás ni llegues a disfrutar de lo bueno que hagas o de las buenas consecuencia que dejen tus actos.

En fin, creo que él simplemente lo entendió al revés, la muerte lo que te muestra realmente es que no tienes el poder ni las capacidades necesarias ni suficientes para permanecer en este mundo para siempre. Deberíamos diariamente reflexionar sobre esto, pero lamentablemente algunas personas solo lo hacen cuando están en una cama mirando hacia el techo (porque se encuentran atravesando un problema de salud tan serio que no le permite estar más que en una cama de hospital), y las demás personas simplemente no tienen interés ni tiempo para hacerlo. ¡Triste realidad!.

Este hombre murió joven (56 años) y multimillonario; y al final (gracias a Dios) entendió algo muy importante, y dijo:

 “He llegado a la cima del éxito en los negocios.  A los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito.
Sin embargo, aparte de mi trabajo, tengo pocas alegrías. Al fin y al cabo, la riqueza no es más que un hecho al que estoy acostumbrado.
En este momento, acostado en la cama del hospital y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas de las que estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante ante la muerte inminente.
Podrás contratar a alguien para conducir tu coche, pero no puedes contratar a nadie para que lleve tu enfermedad.
Las cosas materiales perdidas se pueden recuperar. Pero hay una cosa que nunca se puede hallar cuando se pierde – “la vida”.
Cuando alguien entra en el quirófano, se da cuenta de que hay un libro que aún no ha leído: “El libro de la vida sana”.

Estos días, indiscutiblemente quedaran registrados en la historia como días tristes y días que llenaron de muerte y tristeza a muchas familias y que generaron impotencia a los gobernantes de todos los países del mundo, los cuales, a pesar de tener todo el poder, de poder disponer de todos los recursos de un país para poder ayudar (o intentar ayudar) a salvar la vidas de sus nacionales, simplemente no pueden hacerlo. Otros pocos han reconocido que no pueden y se han humillado ante la presencia de nuestro Dios, pidiendo misericordia y salvación para sus pueblos.

Creo personalmente, que nadie quisiera pasar de esa forma a la historia, que nos gustaría poder marcar diferencias (de manera positiva), nos gustaría poder aportar, dar, ayudar, a mucha gente; pero el mundo se encarga de enseñarnos que no nos toca decidir eso. Nuestro trabajo es reconocer el poderío de Dios y entregar nuestras vidas a Él.

Muchos otros podrán decir, que eso es una manera fácil de desviarnos del problema, de embarcarnos en algo intangible que podría no tener resultados tangibles. Y otros lo llaman ignorancia. Pero como siempre digo “para ser mundo, debe de haber de todo”.

Hoy, un gran sentimiento de tristeza embarga mi alma al escuchar de personas que tenían fama, dinero y “poder” terrenal, y que ahora forman parte de los titulares de las noticias y que han pasado a la historia de manera trágica, pues el que no muere de vejez, entonces se cree que ha muerto antes de tiempo; desconociendo que Dios es el dueño del tiempo.

En los días de Noé, Dios advirtió y le encomendó a Noé que diera el mensaje y de que construyera un arca para que pudieran salvarse la especie humana. Pero lo tildaron de loco, de excéntrico y  de muchas otras cosas más, pues ni siquiera conocían la lluvia en aquel momento. En este tiempo, al igual que aquellas personas, nosotros hacemos caso omiso a todo lo que tenga que ver con la palabra de Dios y la promesa de su regreso. A muchos les parece un cuento, una historia bien contada, mucha fantasía, e incluso se han dividido en tantas religiones que ya la gente simplemente no quiere creer en Dios, solo quiere llenar sus iglesias, inscribir miembros o bautizar personas, que tal vez no lleguen a estar inscritos en el libro de la vida.

Dios es único y soberano, aunque el hombre quiera darle tantos apellidos como se les ocurra, seguirá siendo Dios (el gran “YO SOY”). Quiera Dios que esta situación por la que pasamos a raíz de esta pandemia, nos ayude a tomarnos un tiempo y a estudiar, a la luz del Espíritu Santo, las sagradas Escrituras para que podamos conocer realmente a Dios, que podamos amarle, amarnos y amar al prójimo.

En estos precisos momentos ni siquiera podemos ir a los templos hechos por las manos del hombre, debemos entender el mensaje, Dios quiere que pongamos atención al templo del Espíritu Santo que es nuestro propio cuerpo ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1Corintios 3:16).

¡Vamos, levántate!, alimentemos y cuidemos nuestro templo; entonces vendrá la luz a nosotros y sabremos qué realmente hacer; amémonos para poder amar a nuestros prójimos. Comenzando por nuestras familias, oremos los unos por los otros, y pidamos que la misericordia de nuestro Dios revista este mundo, renueve nuestros corazones y vuelva nuestras mentes, pensamientos y deseos a hacer la voluntad de nuestro Padre Celestial.

Que Dios todo poderoso conforte nuestra alma, renueve nuestra mente y llene nuestros corazones de la paz que necesitamos en estos momentos de crisis mundial. www.oloracielo.blogspot.com te desea un bendecido día.


lunes, 23 de marzo de 2020

¿Por qué?



Hoy quiero compartir contigo esta meditación, esperando en el Señor que pueda confortar tu alma.

Números 21 del 4 en adelante dice:

Después partieron del monte Hor, camino del mar rojo; para rodear el país de Edom. Y el pueblo se impacientó por el camino, Y hablaron contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para morir en este desierto donde no hay pan ni agua? Ya estamos cansados de este pan tan liviano.

Veamos tres cosas importantes:

·         El pueblo habló contra Moisés y contra Dios.
·         El pueblo cuestiona a Moisés por su situación.
·         El Señor envía serpiente que muerde y hace morir a gente del pueblo.

Cuando nos encontramos en situación de abundancia ni siquiera nos acordamos de Dios, generalmente estamos tan ocupados disfrutando de la bonanza y abundancia que no tenemos tiempo para ese tipo de cosas.

Pero al momento que se nos presentan las dificultades, carencias o problemas, empezamos a culpar a Dios, a cuestionarlo, a sentirnos tristes y solos; cuando en realidad es el momento en que en medio del dolor podemos ver al Señor nuestro Dios; aunque te aseguro que Él siempre ha estado allí para nosotros; nunca nos ha abandonado ni nos abandonara.

Allí comenzamos incluso a querer volver a nuestra situación anterior, cualquiera que sea, con tal de no afrontar las consecuencias de lo que estamos viviendo. Es triste ver que tantas personas hoy en día están sumergidos en la ansiedad, dolor, depresión, y que culpan a Dios por todo lo que está pasando. No somos capaces de generar o razonar en torno a lo que sucede.

Solo vemos lo malo que pasa, pero no vemos las consecuencias que también estos cambios pueden generar de manera positiva en nuestras vidas y en la existencia de nuestro planeta. Te has percatado de las noticias sobre las aguas de Venecia?, Has visto que los animales están dejando sus cuevas y escondites para poder disfrutar del entorno que también fue creado por Dios para ellos?, te has dado cuenta que has pasado más tiempo con tus hijos y tu pareja de lo que normalmente pasas?, ya viste que has podido percatarte de cosas que siempre han estado ahí pero que por tus muchas ocupaciones y prisas no habías tenido oportunidad de ver?...

Es un tiempo para que dejemos las preocupaciones y ansiedades, y nos enfoquemos en lo que es realmente importante. Nuestra relación con Dios debe restaurarse, debemos volver al estudio de su palabra, a la comunicación a través de la oración; si queremos respuestas, debemos estudiar y usas las herramientas que Dios ya predestino para que podamos entender lo que está sucediendo y lo que va a suceder. Debemos preparar nuestras mentes y conciencia para poder edificar a nuestros hijos, no se lo dejemos a las redes, ni a las ideas extrañas que puedan tener dos o tres. El fundamento de nuestra existencia radica en las explicaciones de la palabra de Dios contenidas en la Biblia.

Hoy te invito a que busques tu biblia, ora al Señor, pide dirección del Espíritu Santo; estudia con fervor, no ocupar tu tiempo en banalidades ante esta situación de crisis que está viviendo el país.

Todavía estamos a tiempo de poder entender y de poder ayudar a los que necesitamos. Búscale de todo corazón; Él está ahí para cada uno de nosotros. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo.

Dios te bendiga, y que nuestra relación con nuestro Padre Celestial se robustezca cada día más.

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domingo, 22 de marzo de 2020

Buscad al Señor...




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Meditaciones diarias para ti.

Dios es bueno todo el tiempo; todo el tiempo Dios es bueno. 


Dale la bienvenida al espíritu santo en tu vida.

La vida realmente no es una posesión, sino un préstamo dado al ser humano, con fecha de vencimiento, en el que nosotros somos mayordomos, pero el verdadero dueño es Dios. (Te desafío a crecer. YT)

Por eso te digo hoy…

Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadlo en cuanto está cerca. Deje el impío su camino, y el hombre malo sus pensamientos; y vuélvase al Señor, quien tendré de él misericordia, y a nuestro Dios, que es amplio en perdonar. (Isaías 55, 6-7)

Estudia la palabra de Dios, sólo allí encontraras respuesta…

Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
(2 Timoteo 3: 16-17).




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Dios te bendiga rica y abundantemente. 




De la desorganización a la organización.

  A veces, cuando tenemos mucho estrés, provocado por las muchas horas de trabajo, las pocas horas que dedicamos a dormir, por los compromis...