lunes, 30 de marzo de 2020

Las cosas secretas pertenecen a Jehová, no te angusties.


 Deuteronomio 29:29 Las Cosas secretas pertenecen a Dios!!
En el libro de Deuteronomio capítulo 29 encontramos una historia hermosa, de dirección y misericordia de parte de Dios para con su pueblo. Primeramente Moisés llamo al pueblo y le hizo reflexionar sobre todo de lo que ellos habían sido protagonista por la misericordia de Dios; refresco sus mentes, recordando cada momento en el que se vio manifestada la mano de Dios, su amor y su misericordia. Le recordaba de todas las batallas que la mano del Señor les libro, y todo lo que le dio durante su  peregrinar de los 40 años que estuvieron por el desierto.

También les recordó el pacto que se habían hecho, este pacto se había hecho desde el principio y les recordó al pueblo que no era solo con ellos; el pacto era con los que estaban y con los que todavía no estaban, o sea los que habían de venir por descendencia.

En el versículo 18 de ese capítulo dice algo muy interesante: “No haya entre vosotros varón o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor vuestro Dios, para servir a los dioses de esas naciones. No haya en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo”… Moisés les está recordando en qué consistía ese pacto; que no sirvieran a otros dioses (y fíjate que está escrito con minúscula la palabra dioses, es que Dios sólo hay uno, ¡gloria a Dios!) y les dice que no debe haber en nosotros raíz que echa veneno; preguntarás ¿qué cosas echan veneno?, bueno, puede ser el chisme, la envidia, la amargura de espíritu, la mezquindad, la falta de fe, entre muchas otras cosas.

La cita continua diciendo que no quiere Dios que seamos hipócritas, que pretendamos tener paz andando según nuestros propios preceptos, y aquí viene una parte muy dolorosa para mí, en el versículo 20 cuando dice: “El Señor no estará dispuesto a perdonar, antes se encenderá su enojo y su celo contra ese hombre. Asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y el Señor borrará su nombre de debajo del cielo”; sigue diciendo la lectura por qué sucederá eso, cuál es la causa, para que no quede dudas, y termina el capítulo haciendo referencia a lo que pertenece a Dios y lo que pertenece al hombre: “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las relevadas son para nosotros y nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley”.

No permitas que las distracciones de este mundo te hagan sucumbir en la desesperación, en la depresión, en la inacción… confía en nuestro Señor y permite que el Espíritu Santo ilumine tu vida, de tal manera que puedas cumplir la Ley de Dios y puedas a través de esto, aumentar tu fe; y que Dios nos libre de que nuestros nombre sean borrados de debajo del cielo.

Se perseverante en la búsqueda de la verdad, pero no quieras acomodarla a ti ni a tu estilo de vida, o modernizarla, la palabra de Dios es fiel y verdadera, y es para toda la eternidad; Dios no cambia ni se muda de lugar.

Dios nos regale un día lleno de su amor y de su paz, en medio de tantas distracciones, aprendamos a confiar en nuestro Dios. Tus amigos de www.oloracielo.blogspot,com te desean bendiciones hasta que sobren y abunden.

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