En
el día de hoy compartí en mi canal de YouTube una corta reflexión sobre lo que
necesitamos urgentemente en estos momentos. A consecuencia de toda la información
que a través de las redes y el internet hemos tenido acceso en los últimos días,
muchas personas están padeciendo de estrés, nerviosismos, ansiedad, entre otras
cosas; y lamentablemente no podemos manejar ni controlar todo lo que se publica
en ellas, pero lo que si podemos controlar es lo que nosotros mismos podemos
difundir a través de ellas.
En
el día de ayer mi hijo compartía conmigo un video (meme) que encontró en las
redes que hacía alusión a un adolescente en el año 2049 que le decía a su papa
que no podía ir a la escuela porque tenía tos, o se sentía un poco mal; el
padre de ese adolescente con chancleta en mano le decía a su hijo que él había
pasado por una pandemia y que aún así él tomabas sus clases desde casa a través
del internet, o sea que eso no era excusa válida para no estudiar… el ser
humano suele tener una gran imaginación cunado quiere (y que bueno que existe
esa genialidad), para hacer de una tragedia o crisis, salir una sonrisa del
rostro de las personas, a pesar de estar preocupados o tristes.
Cuando
lo vi me reí muchísimo, pues eso me hizo recordar lo que yo personalmente viví
cuando por nuestro país hizo su entrada el huracán George en el 1998 y todos
los estragos y desastres que por su paso dejo. Fui testigo fiel de lo que es
pasar más de dos meses sin energía eléctrica, sin agua, sin teléfono, etc. Creo
que tendría las palabras correctas en caso de que ocurriera algo así otra vez aquí,
para decirle a mis hijos el cómo deberían actuar, hacerlos sentir un poco más
seguros, y que pudieran entender, que todo pasara.
De
esa misma manera, cuando todo esto comenzó (la pandemia), empecé a buscar información
sobre algo similar a esto; encontré información sobre la gripe europea de 1918,
que afecto (obviamente) también en mi país; y fue muy interesante un artículo
que encontré del periódico, donde explicaba la manera en que en esa época mi país
enfrento esa situación de crisis. Mientras iba leyendo a mi pensamiento vino la
frase típica que suelen utilizar mucha gente cuando algo de nosotros no le
sorprende “dominicano al fin”, pero a medida que seguí leyendo entendí cómo las
circunstancias de ese entonces fueron propicias para que la gente actuara tan
irresponsablemente como lo hizo, y que eso desencadeno en aun más muertes,
principalmente para las ciudades que para ese entonces eran muy importantes
como Barahona, y otras del sur del país.
Entendí
al finalizar mi lectura, que cada proceso trae diferentes reacciones, y que
dependiendo de esas reacciones, depende la forma en la que pasara, se
solucionara o empeorará cualquier problema. En esa momento era, que la gente no
creía, y le daba muy poca importancia a la “gripe”, hasta que vieron morir
mucha gente de manera muy rápida; muchos estaban ocupados preparando las
festividades para la celebración de la terminación de la primera guerra mundial
y para las acostumbradas fiestas de fin de año, a pesar de que en ese momento estábamos
bajo la influencia de la intervención norteamericanas. Los cuales para ese
momento no veían los intereses propios de nuestro país, sino los suyos, por lo
que no se tomaron las medidas que se requerían tomar para evitar la tan rápida propagación
de esa pandemia.
De
esa misma forma, estamos hoy, inmerso en tantos preparativos, tantos
compromisos, tantas distracciones, que no podemos alcanzar a ver los verdaderos
estragos que ha de dejar esta pandemia, hasta que alguno de nuestros hijos o
nietos lo lean en la historia en algunos años más adelante.
Pero,
ciertamente, los preparativos que cada ser humano debería hacer es la de
nuestra vida espiritual, para el encuentro con nuestro señor Jesucristo. Como dice en las escrituras sagradas: "Mas el
fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y
ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud
de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno
según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder
que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien
pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos." Amén. (1 Pedro
4:7-11)
Sé
que puedes pensar que eso lo estas escuchando desde cuando tu tatarabuela iba a
la iglesia, pero te digo que en el mismo libro de Pedro da la respuesta a esa
tan usada excusa, y nos dice: El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9)
No pienses
que Dios no va a cumplir lo que ha prometido, mucho te he dicho que “Dios no es
hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y
no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Números 23:19), y si la biblia lo dice, yo
simplemente lo creo.
Por
eso hoy, una vez más te invito, a que busquemos en oración y ruego el rostro
del Señor, busquémosle de corazón, con un corazón contrito y humillado; miremos
más allá de nuestros deseos y apetencias; miremos al prójimo con amor, tal como
nos mira el Señor; busquemos servir, ayudar, cooperar. Busquemos en conclusión,
tener un mejor mundo, porque cada uno de nosotros es parte de este mundo, desde
donde se encuentre, ya sea en su casa, en el hospital, en el trabajo, aquí en
Santo Domingo, en Italia, en China, en cualquier lugar o rincón de este mundo; tenemos
una cosa en común, todos somos hijos e hijas de Dios.
El
sacrificio en la cruz del calvario de nuestro Señor Jesucristo, fue por cada
uno de nosotros, sin excepción alguna. Acepta ese sacrificio hoy, acepta el perdón
hoy y el amor de Cristo hoy.
Que
tengas un excelente día, y una hermosa reconciliación con nuestro Señor. Son los
más sinceros deseos de tus amigos de www.oloracielo.blogspot.com
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