viernes, 27 de marzo de 2020

El amor.



Muchas veces mal interpretado, incomprendido, mal aplicado… no sabemos el real significado de la palabra amor; muchos lo reducen al placer sexual, ignorando que el amor es mucho más que eso. Así como resulta difícil definirlo, resulta aún más difícil practicarlo, porque si no sabes qué es?, cómo crees que podrás darlo?

El amor que el mundo conoce no es realmente el amor que Dios práctica, ni es el que Dios da a cada ser humano, ni siquiera es la forma verdadera en la que se concibió desde un principio; los que llevamos el nombre de “cristianos” ni siquiera hemos sabido sentirlo, mucho menos mostrarlo o darlo a los demás.

En uno de mis tantos libros favoritos (revisando una vez más sus enseñanzas), encontré un párrafo muy asertivo para este tema del amor, dice: “Amar hasta el final evitará la soledad y el abandono en el que viven y mueren aquellos que después de habernos servidos y entregado su vida, dejamos que se convierta en: padres desamparados, esposas traicionadas, amigos olvidados, obreros despedidos, parientes lisiados y todos convertidos en tristes “amargados”. (Del perdón al amor, Gómez Yánez).

El autor de manera magistral muestra la realidad del ser humano en cuanto al tema del amor; lo que quiere expresar es que realmente no sabemos qué es el amor? Y no sabemos cómo lo debemos demostrar; este tema del amor va indefectiblemente amarrado a lo que es el perdón (por eso el título es Del perdón al amor); pues el ser humano debe sentirse perdonado necesariamente para que pueda experimentar el amor verdadero; pero el sentirse perdonado comienza perdonándose uno mismo primero, aceptando que hay cosas que no podemos cambiar, que no podemos devolver el tiempo para hacer las cosas diferentes, que también debemos entender que hay cosas que pasan en nuestras vidas de las cuales debemos aprender y corregir para un futuro.

El perdonarse a uno mismo no es tarea fácil, ya que una de las cosas más difíciles del ser humano es reconocer que ha fallado o que se ha equivocado, y luego encontrar o reconocer en qué ha fallado, más aún luego redimir en aquello o en aquel que hemos fallado; tarea difícil esta es, ya que el ser humano está lleno de egoísmo, soberbia, envidia, orgullo, falta de entendimiento, falta de empatía, falta de compasión…

Para entender realmente el significado del amor, debemos trasladarnos mentalmente a la escena que presenta la biblia en el día de la crucifixión de Jesucristo; ver la cruz, ver a Jesús morir allí por ti, por mí, sin tener culpa alguna. Es ver al indigente y no pensar en que es un aprovechador, engañador, que se hace el mendigo para que le den dinero y sabrá Dios que cosa hace con ese dinero… pero hermano, a ti que te importa qué haga esa persona con ese dinero; tu corazón debe ver a Jesús allí, debes verlo también en aquellos que ven su vida irse en una cama de hospital, qué importa que se una enfermedad que se la busco él mismo, que importa como la adquirió; simplemente él la está pasando mal.

Es ver a Jesucristo en aquel que está detrás de unas rejas, en una cárcel, que no puede salir, que no puede disfrutar de la libertad que Dios le dio; que importa lo que hizo para estar allí, te aseguro que lo está pasando mal. El ser humano fue creado libre y para libertad; el trabajo del hombre era administrar este mundo, no creerse dueño de él, y mucho menos ser esclavo de él. Eso, hermano mío es entender lo que es el amor.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí… Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25: 35, 36, 37 y 40).

Entonces deberíamos empezar por perdonarnos, luego perdonar a los demás, y entonces conocer a Dios a través de Jesucristo y el Espíritu Santo; al hacer esto estaremos preparados para entender, conocer y practicar el amor. Dice la palabra:

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. (1Juan 4:7-9)

Entonces al encontrar ese tesoro que es el amor, estaremos preparados para vivir una vida plena, completa, restaurada, bendecida y la prosperidad en todas las áreas de tu vida llegara a ti. Dios bendice, transforma, sana, y salva a sus hijos.

Disfruta el amor que Dios hoy te regala; escudriña la palabra, medita en ella, cree en ella, espera en ella, vive por ella, y predica de ella. Dios te guarde y te permita, a pesar de estar tan apartados de Dios por tantas cosas que no hacemos, o de cosas que no creemos, por las apariencias y engaños que este mundo ofrece; que Dios nos permita experimentar el perdón y a través de éste podamos encontrar el verdadero amor, amor de Dios, y luego el amor propio, para poder compartir el amor con nuestros prójimos.

Dios te guarde y te regale un día lleno de esperanza, de que el perdón y el amor de Dios todo poderoso ha llegado hoy a ti, así que acéptalo, vívelo y compártelo. Bendiciones de www.oloracielo.blogspot.com para ti.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.