martes, 30 de noviembre de 2021

Aún en dificultades....

 




Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmo 23:4)

 

Muchas veces nos desesperamos e incluso nos frustramos, cuando las cosas no salen como las hemos planeados, o cuando entendemos que Dios es el culpable de las cosas malas que nos puedan sobrevenir.

 

Si leemos bien el versículo con el que iniciamos la lectura de este día, nos daremos cuenta que lo que Dios ha prometido no es evitarnos los valles de sombra de muerte, más bien la promesa está en que estará con nosotros y será nuestro aliento.

 

Esto sin duda nos debe llevar a reflexionar en que Dios estará ahí para nosotros siempre, y que en la medida de nuestra fe, podremos verlo obrar en nuestras vidas. 

 

Acaso no has leído en Hebreo 11:6 que dice:  "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."; Amados la invitación de hoy tiene que ver con el llamamiento divino que hace nuestro Dios a diario para que tú y yo vengamos a sus pies, renovemos nuestra fe y creamos firmemente que Dios está con nosotros como poderoso gigante AUN EN LAS DIFICULTADES.

 

Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo. Bendiciones. 

 

domingo, 28 de noviembre de 2021

¿Es posible tener fe, en este tiempo?

 



Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)

Cuando hablamos de Fe, hablamos de creencia, de esperanza, de convencimiento. Aunque muchas veces necesitamos más que eso para continuar; y en otras ocasiones necesitamos menos de eso para sentirnos devastados.

En los tiempos del diluvio hubo mucha gente que escucho la promesa de Dios para los que obedecieran su palabra; escucharon también el pago o recompensa de sus hechos de maldad; no obstante, sólo las personas que creyeron en la promesa pudieron salvar sus vidas. 

Luego de esto, Dios nueva vez nos regalo una promesa y una señal, condicionada a la obediencia y la Fe. La promesa es no volver a destruir el mundo con agua, y la señal es el arcoíris; de esa misma manera se nos pide que obedezcamos la voz de Dios y que guardemos sus mandatos. Esto no es difícil, cuando entendemos que Dios es el mismo Dios de ayer, de hoy y que lo seguirá siendo por los siglos. 

Aunque, debo confesar, que en este tiempo es un poco difícil alimentar nuestra fe diariamente, si desviamos nuestra atención de la promesa y de la señal; Dios cada día nos regala una oportunidad para que fortalezcamos nuestra fe, pero nosotros solemos estar tan ocupados que las pasamos por alto.

Desde que nos levantamos tenemos un itinerario tan ajustado que muchas veces las cosas importantes se van postergando día tras día, hasta que llega un momento en que miras atrás y te preguntas ¿Qué hice con mi tiempo, en que aplique mi fe?

Para mí, particularmente creo que si es posible tener fe, pero debemos de hacer unos ajustes importantes en nuestras vidas, y como dicen algunos hermanos, debemos volver a las sendas antiguas; esas sendas antiguas hacen referencia a cuando tenías tiempo para orar antes de salir de tu casa; cuando iban todos juntos a la iglesia como familia; cuando en la casa se escuchaban y veían programas de edificación familiar; cuando te interesabas por tu prójimo y lo ayudabas; cuando dedicabas tus talentos y dones a la glorificación del nombre de Dios; cuando Dios era más importante que un youtuber, titoker, o cualquier personaje de este tiempo que distrae tu atención e incluso te roba tu autenticidad, pues ya no quieres ser tú, quieres ser como ellos aparentan ser.

Dios nos hizo únicos, y coloco en nosotros un corazón y la razón; con estos elementos el ser humano es capaz de cada día tomar decisiones para bien o para mal. No fue por casualidad que las instrucciones al pueblo de Dios desde la antigüedad era que grabaran los mandamientos de en sus mentes y en su corazón.

Así que, como es una decisión que se toma con la mente y el corazón, estoy convencida de que sí, es posible tener fe, aun en este tiempo tan difícil.

No postergues el llamado de Dios, escucha hoy su voz; recibe sus promesas. Dios es fiel. Bendiciones.

 


jueves, 25 de noviembre de 2021

Dios no retarda su promesa...

 



Son tiempos muy difíciles, donde no sabemos que nos espera cada día; nos levantamos con las mejores de las intenciones de poder hacer una lista de cosas que tenemos pendiente, pero al ir pasando las horas nos damos cuenta que tendremos que pasar para el día siguiente gran parte de nuestros planes.

Aquí en este país no se puede salir a realizar más de dos diligencias en instituciones públicas o empresas privadas; entre las medidas de salud para evitar la propagación del COVID, y la burocracia y el exceso de trámites que hay que realizar, podríamos realizar con suerte dos; es una locura.

Yo por ejemplo, tengo una agenda diaria, y diariamente la tengo que modificar; en la biblia nos dice que cada día trae su propio afán, y nada más cierto que eso. 

También nos relata la biblia en Mateo 24 que:

"6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

8 Y todo esto será principio de dolores."

Y cada día al encender la televisión o la radio, o al hurgar en las redes sociales lo que encontramos son justo estas noticias; por ejemplo, en Lucas 12: 53 dice: "Se enfrentarán el padre contra su hijo y el hijo contra su padre, la madre contra su hija y la hija contra su madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra»; no es eso acaso lo que vemos a diario?....

Aun así, la biblia nos ofrece una promesa, en el libro de 2Pedro 9 dice: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."

Y te preguntaras ¿Cuál es esa promesa?, pues la promesa, según relata su palabra es: "...esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia". (2Pedro 3;13)

Habrá justicia hermanos queridos, la justicia que se ha perdido a través de los años y siglos; donde solo vemos la aplicación de la misma a conveniencia de los que se supone deben hacer valerla. Pero Dios te dice hoy que no temas, pronto vendrá, y en lo que aguardamos su regreso quiero que medites en esta pregunta:

"Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas. Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia. (2Pedro 3:11-13)".

Amados, tengamos presente que Dios no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Dios es el Alfa y el Omega, entiéndase “el principio y el fin”. Por esto hoy te invito a reflexionar en que Dios ciertamente no retarda su promesa; Dios está dispuesto a regalarnos esa promesa, y lo cumplirá, pero faltas tú, pero falto yo, por un arrepentimiento sincero, por una vida en santidad, por una comunión genuina con el Padre Celestial, por una Fe sincera, por un deseo fervoroso de sentir y vivir por el Espíritu Santo...

Dios te bendiga rica y abundantemente.


martes, 23 de noviembre de 2021

Elige hoy la felicidad genuina...

 



El acto de elegir, es algo que diariamente realizamos, hasta inconscientemente; al momento de despertarnos, después de una noche de sueño reparador, tenemos que decidir si nos levantamos o nos quedamos en la cama; debemos decidir qué desayunar; decidir que comeremos; que haremos en la mañana; qué haremos en la tarde; con cuales personas vamos a interactuar o no; y así se va pasando cada día de nuestras vidas, entre decisiones. Recuerda que el hecho de no hacer nada también es una decisión.  

Así también deberíamos entender que debemos, o que nos toca, decidir en nuestras vidas cristianas; Dios cada día hace un llamado y nos regala una promesa; pero está en nosotros decidir que vamos a hacer.

Cabe destacar que cada promesa de Dios lleva con sigo una petición para nosotros; si aceptamos hacer lo que Dios requiere de nosotros, entonces están dispuestas para disfrutar todas y cada una de las promesas de Dios.

Veamos un ejemplo de esto en el libro de Deuteronomio 30: 1-10, ¿Qué promesas tiene Dios para nosotros?, y ¿Qué pide Dios de nosotros para poder obtenerlas?

Dice, "Cuando te vengan todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto ante ti, y medites en tu corazón en medio de las naciones donde el Señor tu Dios te haya echado. Y te conviertas al Señor tu Diosy obedezcas a su voz, conforme a todo lo que te he mandado hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma...el Señor tu Dios te volverá a la tierra... y la prosperará... te hará bien... te multiplicará... circuncidará tu corazón... Y tú obedecerás de nuevo la voz del Señor, y pondrás por obra todos sus mandamientos... el Señor tu Dios prosperará toda obra de tus manos... cuando obedezcas la voz del Señor tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus normas escritos en este libro de la Ley; cuando te conviertas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma".

Es impresionante leer estos versículos y encontrar que Dios solo pide dos cosas al ser humano, y en cambio tiene innumerables promesas que ofrecernos y hacer cumplir en nuestras vidas. Dios pide que nos convirtamos a Él (escuchando su voz) y que obedezcamos sus mandamientos, en cambio nos ofrece cuidados, nos ofrece prosperarnos, multiplicarnos, librarnos de nuestros enemigos, pelear nuestras batallas, cuidar nuestras descendencias...

Son innumerables sus promesas, y solo una su petición, pero nos toca a nosotros decidir, elegir ¿Qué vamos a hacer?; ¿escucharemos su voz?, ¿nos convertiremos a Él?

No sé si te lo tienes que pensar un poco más, Dios no lo pensó al enviar a su unigénito a morir por ti y por mi (Juan 3:16), fue un sacrificio de amor, la mayor decisión que cualquier padre pudiera tomar; es por esto que el amor de Dios, dice la biblia, que se asemeja (un poco) al amor de las madres por sus hijos.

Yo decido hoy convertirme a Dios, escuchar su voz y guardar sus mandamientos; ¿y tú, qué eliges?

Dios pueda bendecirte hoy y siempre. No postergues tu felicidad genuina, decídete por Cristo. Bendiciones.

 


lunes, 22 de noviembre de 2021

La popularidad.




La mayoría de las veces cuando pensamos en crear un canal, un blog o un espacio en las redes, lo hacemos pensando que muchas personas podrán ver el contenido que creamos y que de una u otra manera tendremos muchos amigos.

Esa desesperación por obtener la atención de las demás personas, lleva a muchas otras a realizar hazañas peligrosas, arriesgadas, al punto de que pierden sus vidas.

La hazaña más asombrosa de la cual he tenido noticias, durante toda mi vida, y la que todavía me sigue impactando como el primer día que me la contaron, es la muerte de Jesucristo en la cruz del calvario por culpa de todos nosotros, y no de Él.

Ese gesto de amor, de humildad, de entrega, de aceptación, de humillación, es algo impresionante; cuando somos capaces de estudiar profundamente y meditar en ese hecho, de verdad que no puedes terminas de hacerlo sin sentir cosas nuevas en tu vida.

Una vez alguien me preguntaba ¿Qué tantas cosas me habían pasado en la vida, que yo tenía la capacidad de realizar estas meditaciones?... y sinceramente les confieso que el primer pensamiento que vino a mi mente es: esa persona no quería conocer a Jesús, solo quería saber ¿Qué cosas me habían pasado en mi vida?

En el libro de Lucas 7:47 dice: "Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; pero aquel a quien se le perdona poco, poco ama"; el centro del mensaje es el amor a Dios, no los muchos pecados.

Es por esto que me enfoco en expresar el amor que Dios tiene por sus criaturas, por sus hijos, no importando los pecados que hayan cometido, ni si son muchos o pocos, lo importante es el amor a Dios padre. Por tanto, todo arrepentimiento es un regreso a Dios.

Hoy hay oportunidad de que nos arrepintamos de nuestros pecados, pero para esto debemos reconocer que hemos pecado; si por el contrario crees que no tienes nada que Dios pueda perdonar, pues lamentablemente no podrás experimentar esa sensación de amor y perdón conjugadas en el acto del arrepentimiento.

Los seres humanos tendemos a olvidar fácilmente, al igual que el pueblo de Israel que después de haber entrado en la tierra prometida, olvido lo que Dios le había pedido, y por este olvido, cayó en pecado.

Hoy te invito a experimentar el amor de Dios, a amar genuinamente; dale tu corazón a Cristo; solo Él lo merece; no permitas que el tiempo te juegue una mala hazaña, que te haga olvidar que Dios fue, es y será por los siglos. Dios es nuestro Dios, y te esta esperando. 

No seas popular, sé hij@ de Dios.

Bendiciones.

 


domingo, 21 de noviembre de 2021

¿Estás seguro de querer que Dios venga ya?

 



En Amos 5:18 dice

"¡Hay de los que desean el día de Jehová!, ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas y no de luz".

En el texto, leyéndolo superficialmente, parecería que ni siquiera el mismo profeta querría que ese día llegase; pero el contexto del mismo a lo que nos invita es, a que hagamos una reflexión sobre lo que cada uno de nosotros conoce y sabe sobre el regreso de Cristo, y pensar si realmente so deseamos.

Este verso que se encuentra en el antiguo testamento (donde no había nacido Jesucristo todavía), anuncia un evento terrible, en el cual (según el mismo profeta) no querría nadie experimentar.

Pero, Dios en su infinita sabiduría y misericordia, a través de los años y siglos ha hecho provisión de su palabra y de sus promesas, colocándola al alcance de todos nosotros, para que no seamos ignorantes de lo que sucederá. Al mismo tiempo, con amor infinito nos ofrece salvación y vida eterna; solo nos pide conocerle y entregarle nuestras vidas, pensamientos, acciones y palabras.

Así como es de fácil salvarse, también así de fácil es perdernos la salvación divina. Hoy te hago esa pregunta que hizo el profeta: ¿Para qué quieres este día de Jehová?

¿Estás seguro de conocerle, de que haces su voluntad, o por lo menos trabaja en ello; conoces y cumples sus mandamientos; amas al pobre y al menesteroso; ayudas a la viuda y al huérfano; alimentas tu espíritu de la palabra de Dios; pides y das perdón; te preocupas por tu prójimo como te preocupas de ti mismo?....

Si has contestado a cada una de estas preguntas, y has reflexionado en ellas, te digo que hoy es el día de salvación, búscale de corazón, deja que el dirija tu vida. Amale, y disfruta de sus bendiciones.

Dios te bendiga rica y abundantemente,

 


viernes, 19 de noviembre de 2021

¿Qué quiere Dios de mi?


En el libro de Apocalipsis, en su capítulo 21 existe una promesa hermosa, que todo ser humano debería abrazar y aferrarse a ella, luchar hasta alcanzarla, dice:

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerteni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Esas palabras que he colocado en negrita, y que he subrayado, son quizás las palabras que más necesitamos en nuestros tiempos, donde el dolor, el llanto, el clamor, está por doquier, está a la orden del día. Solo debemos ver unos minutos de noticias locales y unos pocos menos de noticias internacionales, y eso bastara para entender que la tierra clama la presencia de Jehová, día a día pide misericordia…

Al ver los niños sufrir y morir de cáncer; ver a los adultos batallar, pensando que son más fuertes que las cosas de este mundo, ver a nuestros ancianos abandonados por sus familias; ver a nuestros adolecentes hundidos en un mundo de mentiras que le brinda la tecnología, un mundo paralelo, que al final le traerá indiscutiblemente mucho dolor; es desbastador.

Al leer el capítulo 21 de Apocalipsis, puedo ver una salida, un remanso de paz en medio de tanta convulsión, de tantas guerras, de tantas enfermedades, de tanta envidia, de tanto estrés.

Dios tiene y quiere para nosotros un cielo nuevo, una tierra nueva, una santa ciudad para ti y para mí; quiere morar con nosotros, ser nuestro Dios; quiere enjugar todas nuestras lágrimas, y que ya no exista más el llanto ni el dolor, ni el clamor. El libro de Apocalipsis está lleno de promesas, pero recuerda que para obtenerlas debes obedecer la voz de Dios.

También en el libro de Isaías, en el capítulo 65, nos dice qué quiere Dios de nosotros y para nosotros:

“19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.

20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.

21 Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.

22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.

23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.

24 Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.

25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová”.

Estas promesas también son para nosotros, escritas desde el principio, desde antes de que viniera Jesucristo a morir por nosotros. El amor de Dios ha sido tal que ha mantenido su promesa, a pesar de lo mal que nos portamos, a pesar de creernos súper poderosos, y pensar que podemos estar en este mundo sin el cuidado de Dios. Echamos a Dios a un lado durante toda nuestra vida, y cuando llegan esos momentos de dificultad, enfermedad, desesperación y fracaso, es cuando recordamos que existe un Dios.

Dios nos ha declarado desde el principio qué quiere El para nosotros y que demanda de nosotros; repasemos estas promesas y examinemos nuestras vidas para ver si estamos trabajando para alcanzar esas promesas.

Recuerda Dios es bueno y nos está llamando a diario, para que podamos vivir una vida cristiana genuina; no para demostrar “que soy y que tengo”, sino para mostrarle al prójimo que Dios tiene y quiere darle.

Reflexionemos hoy en esto; y pidamos a Dios que nos ayude a alcanzar las promesas expresadas en la biblia; que extienda su misericordia de tal manera que nos alcance y que podamos mostrarles a nuestros prójimos que Dios si existe, que es un Dios de amor, y que espera que vayamos a Él. Todavía hay tiempo.

Dios te bendiga. Y que la gracia del Espíritu Santo te cubra.


jueves, 18 de noviembre de 2021

Insatisfecho...


Insatisfecho significa que no siente o no tiene satisfacción; según este significado, el estar insatisfecho es no sentirse bien, no sentirse a gusto, no sentirse pleno.

Partiendo de esa definición podemos argumentar que, cuando una persona no se siente satisfecha o está insatisfecho, tiende a hacer cosas para conseguir o mejorar cosas, para lograr sentirse satisfecho; dentro de esas cosas que pueden hacernos sentir insatisfechos podemos mencionar: el no comer lo que en un momento dado queremos comer, el no obtener un trabajo en el momento cuando lo quiero o necesito, el no tener la respuesta a algo en un momento especifico; aunque pueden encontrarse situaciones más excéntricas para que un ser humano se sienta insatisfecho, como por ejemplo, si eres de muy baja estatura, tiendes a usar tacones, aunque esta práctica te deforme los pies o te estropee la columna; si eres de piel muy clara, tiendes a tomar mucho sol para broncearla un poco, aunque te expongas a padecer de cáncer de piel; si eres de tez muy oscura, no te gustaría tomar mucho sol, pues ya tienes suficiente color en la piel, y podemos sentirnos acomplejaos por esto; si eres gordita o gordito, vives en una eterna dieta, e incluso llegas a abusar de los ejercicios y del uso de laxantes o medicamentos que te prometen adelgazar… y así van pasando los días, y se va deteriorando tu salud, extrañamente esto es un efecto contrario a lo que deseamos.

Mientras eso sucede, dejamos pasar tantos momentos hermosos en nuestras vidas; en lugar de sentirnos afortunados porque podemos respirar, pensar, sentir, escuchar, ver…. Cosas que otras personas lamentablemente no pueden hacer.

Pero el ser humano es así; solemos vivir insatisfecho, resentidos, amargados, con sentimientos de culpa, con sentimientos encontrados con situaciones que ni siquiera valen la pana; en fin desperdiciamos tiempo; y el tiempo, mi amigo, sin duda es un tesoro muy preciado, si no lo crees, pregúntele a un enfermo de canecer en etapa terminal, o a una persona con un pronóstico de vida de tres meses…

Y no quiero entrar en el tema de la estética, que afecta tanto a hombres como a mujeres; ese tema lo desarrollare más adelante. Quiero enfocarme en la insatisfacción de asuntos primarios. Cosas con las que nacimos, cosas que tenemos y que Dios coloco en nosotros porque sabía que nos serian de utilidad, pero que lamentablemente, hasta culpamos a Dios por ellas.

Hoy quiero regalarte este versículo y quiero que medites en el: ¨Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma¨. 3 Juan 1:2 

Dios quiere que tu yo seamos felices, con lo que tenemos, con lo que Él nos regaló, con lo que Él nos deja ser cada día. La palabra dice que cada día trae su propio afán, así que no nos empeñemos en ponerle más afán a los días, por nuestras insatisfacciones.

Sonríe, vive y disfruta, Dios nos creó para ser felices. Aprovecha la oportunidad. Bendiciones.

 

 


martes, 16 de noviembre de 2021

Buenos días mundo....

 



Según las letras de un artista cristiano, dice: 

Buenos días mundo aquí vamos otra vez
Prepara bien tus armas
Que las mías son cristianas
Y no las podrás vencer

Esta primera estrofa, produce el efecto en mí, de querer iniciar un buen día con la mejor de las intenciones de cumplir los preceptos de Dios, de obedecer su voluntad, de realizar todas mis tareas con le firme convicción de que lo que hago lo hago para Cristo; en la segunda estrofa que dice:

Buenos días mundo aquí vamos otra vez
Tu trabajo es detenerme
Y el mío mantenerme
Es lo dicho por mi fe

Esta me recuerda que el poder del enemigo es mucho, y es mas fuerte de lo que yo pueda resistir sola; el enemigo de Dios tiene un trabajo diario que hacer, es intentar detener la obra del evangelio en cada paso del cristiano; pero mi trabajo es mantenerme, en esforzarme, es retener la fe, es creerle a Dios, y hacer su voluntad.

Una tercera estrofa dice:

Yo sé que pondrás aflicción
Yo sé que pondrás tentación
Querrás que caiga y acusarme con mi Dios
Yo sé que tú tienes poder
Mas quiero que sepas también
Que mi armadura es Cristo
Y no podrás vencer

Eso es justamente todo lo que encontramos en este mundo a diario, aflicción, traición, tentación, acusaciones, entre otras tantas cosas que nos desanimas y nos llevan a pensar (muchas veces) que no vale la penal vivir una vida consagrada a Dios.

....Más quiero que sepas también

Que mi armadura es Cristo
Y no podrás vencer



La canción termina con esta frase, que nos recuerda, que si tenemos la armadura de Cristo, y estamos bajo la sombra del omnipotente, nada, ni nadie podrá vencernos; que somos seres libres en Cristo, llenos de su gracia, con la promesa diaria de las Bienaventuranzas; que debemos saber y creer que Dios realiza proezas en nuestras vidas a diario. Que nos ama con sin igual amor, que nos cuida, que nos fortalece, que nos anima a continuar, que nos escucha, y que espera cada día a que tengamos un encuentro personal con El.

Hoy te invito a que le regales un poco de tu tiempo a aquel que nos ama y que nos perdona; háblale como a un amigo; comparte tus tristezas y tus alegrías; cuantíale cómo te sientes; dile lo que te molesta; recuérdale lo que quieres; pero sobre todo, dile que ¨haga su voluntad en ti¨. 

Dios te ama, te espera, y te escucha.

Disfruta un día más, y recuerda que es un día menos de vida. Dios te bendiga.

 


De la desorganización a la organización.

  A veces, cuando tenemos mucho estrés, provocado por las muchas horas de trabajo, las pocas horas que dedicamos a dormir, por los compromis...