miércoles, 28 de agosto de 2024

Dejemos de oprimir a la gente.

 


Practiquemos este tipo de ayuno hoy; trabajemos nuestro propio carácter, seamos más humildes, más hospitalarios, más perdonadores; aprendamos a reconocer las cosas buenas que tienen los demás, sin buscar defectos, pues nadie en este mundo es perfecto; Por este mundo paso un hombre perfecto para poder darnos ejemplo de lo que es la perfección y para que entendamos que para ser perfectos tenemos que asemejarnos a Él.

 

Pero la pregunta es ¿Como puedo asemejarme a Cristo?, cuando quieres ser bueno en algo, te enfocas en aprender del mejor, ya sea para un deporte, para hacer algún trabajo manual, para aprender a cocinar, lo que sea que quieras aprender; en este caso es lo mismo, si queremos ser mejores cristianos, debemos aprender del mejor, de aquel que es perfecto, pues fue tentado en todo, pero no peco (Hebreos 4:15).

 

Hoy te invito a que medites en la vida de Cristo; ¿Que hizo mientras estuvo en este mundo?, ¿cómo fue su comportamiento mientras estuvo aquí en la tierra?, ¿cómo asumió los problemas?, ¿cómo trataba a la gente?, ¿cuál era su enfoque y propósito?... estas deberían ser algunas de las preguntas que nos hagamos hoy, y a las cuales podemos dar respuesta por medio del estudio de la vida de Jesucristo relatada en las sagradas escrituras (la Biblia).

 

No tardes más, entrega tu corazón a Jesucristo; ven tal y como estas; no intentes arreglarte para entonces venir a Él; no esperes que otros se arreglen para entonces tu entregarte a Él; no esperes ni dejes para mañana lo que puedes y debes hacer hoy. Ven a Jesucristo.

 

Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

 

Oración del día: Dios de amor, de paz y de misericordia, permíteme encontrarme conmigo misma para poder tener un encuentro verdadero y genuino contigo; ayúdame a buscar la verdad que es Cristo; ayúdame a aceptar la vida eterna que es Cristo; ayúdame a perdonar y a recibir el perdón; ayúdame a reconocer mis debilidades y carencias; ayúdame a comprender lo que quieres de mí, en el nombre de Jesucristo, Amen. 

 


martes, 27 de agosto de 2024

Promesas de Dios.

 



Dios promete cada día de su gracia, su amor, su perdón y su compañía, para cada uno de nosotros; a nosotros nos toca decidir si queremos recibir la bendición o no. Te preguntaras ¿Como así?, ¿cómo es que yo decido si recibir la bendición o no?; déjame contarte una historia:

En el año 2009, cuando al fin estaba por terminar mi carrera de Contabilidad (en la cual llevaba casi 10 año (por las interrupciones que ocurrieron durante ese periodo), ocurrieron dos cosas importantes en mi vida, la primera fue que perdí mi trabajo de casi 10 años, donde había forjado mi experiencia y donde había entregado todo mi esfuerzo y empeño a un trabajo de calidad (por razones políticas), y lo segundo fue que perdí a mi abuelo materno; en ese momento estaban pasando muchas cosas en mi vida; lidiar con una situación de desempleo, en donde yo era parte importante para la provisión y sostén de mi hogar, y perder a mi abuelo quien representaba una figura de mucha importancia para mí.

En ese justo momento empezaba a realizar mi trabajo monográfico, y tenía que concentrarme mucho en esto (e invertir dinero), pero también mis tres hijos estaban en edades complicadas (todos menos de 10, complicada porque se demanda mucho tiempo de la madre); pero, en fin, tenía dos opciones, trabajar con todo y tristeza o dejar que la tristeza tomara el control para convencerme de que no podía hacerlo.

Decidí continuar, a pesar de estar sin trabajo, y con el dolor de la perdida de mi abuelo; realice mi trabajo monográfico y logre concluir con calificaciones excelentes; con todo esto sucediendo, también decidí hacer bizcochos y pan de maíz para venderlo a los colmados o a algún negocio que quisiera comprarlos, para ayudar a mi esposo con los compromisos de la casa; no fue fácil para mí, pues trabajo desde hace mucho tiempo (desde el 1996 ininterrumpidamente en diferentes lugares) y verme en ese momento sin un lugar para ir a trabajar y recibir ingresos, fue realmente duro.

En este proceso pasaron tres meses; un día recibí una llamada de una hermana de la comunidad de la iglesia a la cual pertenecía en ese entonces, ellos (los hermanos de la comunidad) realizaron llamadas y contactaron personas para poder ayudarme a conseguir trabajo, también orábamos arduamente; hasta que Dios se manifestó poderosamente al conseguir un trabajo para mí como encargada del área de contabilidad de una empresa de Zona Franca; a pesar de que tenía muchos años de experiencia y conocimiento de los procesos contables y financieros, no fue hasta ese entonces cuando pude conseguir el trabajo como encargada de esa área, ya titulada.

Fue una gran bendición y un gran reto, ya que me quedaba muy distante de la casa y el trabajo demandaba muchas horas, y como les había comentado anteriormente, mis hijos estaban muy pequeños. Pero acepté el reto y me fui a trabajar allí; conocí personas extraordinarias, de mucha fe, que me acompañaron en ese proceso y confiaron en mi trabajo. Este fue solo un trampolín que Dios utilizo para que comenzara mi larga carrea profesional, pues de allí (sector privado) regrese al sector público ya como profesional titulada para escribir mi carrera profesional desde ese espacio.

Recuerdo que cuando recién termine el colegio y empecé a trabajar, mande a confeccionar unas tarjetas personales que decían "EJP consulting", con el propósito de poder brindar los servicios técnicos de contabilidad (estaba ya titula como Técnico en Igualas Contables) pero que en mis sueños quería que fueran como licenciada; alguien me pregunto ¿para que tenía esas tarjetas si yo no era profesional del área?, mi respuesta fue: "el que no sueña, no llega"...

Con esas experiencias, mi reflexión siempre fue, que Dios nos permite prepararnos y nos da la oportunidad para que trabajemos en nosotros primero y luego para el prójimo; de esta forma podremos ver la mano de Dios obrar en nuestras vidas, dirigirnos, sostenernos y bendecirnos. Mis testimonios son muchos, acumulados a lo largo de mi vida. Hoy comparto este contigo, para que puedas entender, que a veces Dios permite situaciones fuertes en nuestras vidas, solo para que forjemos nuestro carácter, para que nos preparemos y para que pensemos en ayudar a otros.

No seamos egoístas, pensando que Dios nos está castigando al no darnos o al quitarnos algo. Dios conoce el futuro, ha vivido nuestro pasado con nosotros y quiere ser parte de nuestro presente; la invitación de hoy es para que pienses en todo aquello que perdiste, en todo aquello que lograste conseguir y en el propósito con el cual estas viviendo hoy; que puedas contestar la pregunta: " ¿Le agrada esto a Dios? y que también puedas decir: "gracias, Dios por todo lo que permitiste, me quitaste y me diste". Las promesas de Dios son fieles y verdaderas.

Ana (1Samuel 1) oro compungidamente por un hijo, al cual no iba a ver crecer pues la promesa de ella era que sería entregado para el servicio de Dios (servicio en el templo); el corazón de Ana solo quería que Dios mirara su aflicción y la confortara con un milagro; al recibirlo, ella agradeció a Dios y cumplió su promesa de entregarlo al servicio de Jehová. Fíjate que Ana no pidió para ella quedarse con ese milagro (su hijo), lo pidió para ser ofrecido al servicio de Jehová.

Te invito para que todos tus talentos, sueños, milagros y tu vida entera, estén al servicio de Jehová hoy; recuerda todo lo que ha permitido en ti, todo lo que te ha dado, de todo lo que te ha librado y sírvele de todo corazón. Esto es el todo del cristiano, amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. 

Que Dios te bendiga y te guarde y que haga resplandecer una vez más su rostro sobre ti. Y que puedas decir como Ana "Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí". Recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Bendito Dios y Padre nuestro, permite que tu Espíritu Santo me fortaleza para poder permanecer firme en esos momentos de pruebas y de tristeza; te entrego hoy mis talentos y mis dones para ponerlos a tu entero servicio y disposición; permíteme orar y dar testimonio como lo hizo Ana; Haz de mí una nueva criatura y permíteme reflejar tu carácter. En el nombre de Jesucristo, Amen.

 

 


martes, 20 de agosto de 2024

A pesar de las muchas pruebas, nunca pierdas tu Fe.

 



    Muchas veces nos encontramos en situaciones difíciles, incomodas, situaciones que pensamos que nunca nos iban a pasar a nosotros, pero que tristemente (en eso momento) somo protagonista de lo que no veíamos venir.

    Estas situaciones sin duda tienen el poder de hacernos sentir tristes, vacíos, decepcionados de nosotros mismos, sin fuerzas para continuar, nos roban la energía, nos quitan las ganas de avanzar, de seguir y a veces hasta de vivir; pero es justo allí, en aquel pozo profundo, oscuro y mal oliente, donde debemos utilizar todo lo que nos queda, la poca energía, la poca fuerza, la poca Fe… y debemos levantarnos para tomar la armadura de Dios, aquella que nos dice Pablo en el libro de Efesios; el Apóstol nos relata que no tenemos luchas contra carne ni sangre, el enemigo de las almas toma forma de amigos, conocidos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos, etc., con tal de apartarnos de Dios, de enemistarnos con El, de alejarnos de su presencia.

    Pablo, que había pasado por muchas dificultades por causa de su fe, nos da la clave para poder permanecer en pie en esos días difíciles, y nos habla de esa armadura de Dios, y de cómo debemos usarla; lee conmigo el siguiente pasaje:

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Diosorando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; (Efesios 6:10-18 versión RV 1960).

    De esta lectura podemos extraer algunas ideas principales e importantes que nos ayudaran a permanecer en Dios. Por alguna razón (que Pablo conocía perfectamente) el Apóstol nos insta repetidas veces a resistir y permanecer firmes, nos dice que tomemos y nos pongamos la armadura de Dios, y nos dice cuáles son los componentes de esa armadura; nos detalla paso a paso lo que debemos hacer; primero nos dice que debemos decir y permanecer en la verdad, que actuemos con justicia, que prediquemos el Evangelio de la Paz, con Fe, creyendo firmemente en la salvación, lo cual haremos si tomamos y asumimos la palabra de Dios como nuestro manual de vida, pidiendo en oración (constante y vigilantes) la presencia de Dios en nuestras vidas. Cuando el apóstol habla sobre su propia experiencia, nos relata cual será el resultado de hacer y tener todo esto en nuestras vidas: “…a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (verso 19).

    Esto mis hermanos es nuestra misión, es la esencia del cristiano, debería ser nuestra razón de ser, pues es la misión que el mismo Jesucristo nos encomendó cuando dice en los Evangelios:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, y hasta el fin del mundo. Amen” (Mateo 28: 19 y 20); “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…” (Marcos 16:15)

    Como hijos de Dios, debemos colocarnos la armadura de Dios, y a pesar de las pruebas, nunca, pero nunca perdamos nuestras Fe; no demos lugar al diablo en nuestras vidas, aunque se vista de un buen amigo, de un ser querido o incluso de algún familiar muy cercano. No está permitido entregar nuestra Fe en las manos depredadoras del diablo; por el contrario, permanezcamos alimentando nuestro espíritu, nuestro corazón, nuestros sentimientos y carácter con la palabra de Dios, con la oración constante y con las acciones de justicia y paz.

    Hoy la invitación es para que, a pesar de, tomemos la firme decisión de estudiar, orar, y compartir la palabra de Dios por medio de nuestros testimonios, por medio de los milagros que hemos recibido; aumentemos la llama de nuestra fe y cumplamos el propósito de Dios en nosotros. Que Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

    Oración del día: Amado Dios y Padre nuestro, te pido perdón por haber permitido alguna vez que mi Fe sea debilitada por aceptar comentarios o acciones de personas que se han dejado usar del enemigo de las almas; te pido que vengas a mi auxilio y que renueves mis fueras; que me tomes y transformes en una nueva criatura para ti; ayudes a permanecer firme en tu palabra, aumenta mi Fe, y que pueda yo abrir mi boca para contar los milagros que has realizado en mi vida; que tu obra sea exaltada por medio de mis palabras, y que muchas almas te conozcan por medio de mis acciones. En el nombre poderoso de Jesucristo, Amen.

 


sábado, 10 de agosto de 2024

Cada mañana...

 



Cada mañana tenemos el privilegio de vivir o no la vida en abundancia que Dios nos regala; el solo hecho de poder abrir nuestros ojos, poder respirar, poder estar cerca de nuestros seres queridos, es un privilegio. Es por esto por lo que es nuestra responsabilidad el disfrutar o no de cada día; es mi elección estar satisfecha con lo que tengo, estar feliz con lo que soy y estar atenta a cada cosa que sucede en mi vida.

Esto nos da la oportunidad de poder entender cuan grande es Dios; no de cuestionarle por lo que no vemos. El agradecimiento es el don más preciado que el ser humano puede experimentar, no es ser, es experimentar; el agradecimiento es algo que puedes sentir, y que puedes expresarlo mediante acciones concretas de obras de buena fe. Es por esto por lo que hoy te invito a que veas a tu alrededor, a que percibas todas las cosas que Dios te ha permitido tener en este día (no cosas materiales), y que examines como te sientes al verlo y reconocerlo.

La autoevaluación es la percepción de uno mismo, en ella no deben incluirse pensamientos, ni comentarios de nadie más, pues nadie más (con la excepción de Dios) te va a conocer mejor que tú mismo. Pregúntate ¿qué te falta y por qué crees que te falta? ¿cómo has podido vivir hasta hoy sin eso que identificaste? y ¿en que te aporta (espiritualmente hablando) a tu vida? ¿Te ayudara a ser una mejor persona? ¿Te acercara más a Dios?.... son solo algunas preguntas sugeridas.

El Apóstol Pablo die: "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Se vivir humildemente, y se tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado, como para tener hambre, así para tener abundancia como para tener necesidad" (Fil. 4:11-12); estas palabras del Apóstol deberían llevarnos a la reflexión de ¿cómo nos percibimos a nosotros mismos?, ¿cómo hemos sido bendecido?, y ¿cómo hemos llegado a estar en el lugar que estamos hoy?, la responsabilidad de todo esto es solo nuestra.

Cada mañana es una invitación de Dios para que empecemos de nuevo, y para que lo hagamos mejor; el secreto para todo esto, el mismo Pablo lo da en el versículo que sigue, diciendo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (ver. 13); Hoy es un buen día para empezar, una nueva mañana que Dios nos regala, en donde podemos sentirnos más cerca del cielo o más alejados de la presencia de Dios, todo depende de nosotros. 

Que Dios pueda bendecirte, recuerda que ya él nos amó primero, y nos perdonó, dándonos ejemplo de lo que tenemos que hacer. Recuerda Dios es bueno todo el tiempo, bendiciones.

Oración del día: Bendito Dios, te agradezco por un día más de vida, por la oportunidad que me regalas de poder estar al lado de las personas que amo, y de poder ver cuánto me has bendecido; no permita que lo que mis ojos hoy no ven, haga que me aparte de tu presencia. En el nombre poderoso de Jesús, amen.

 


sábado, 3 de agosto de 2024

Cada quien es como quiere ser.

 



Hoy recordé, una vez más, cuan dulce y agradable es estar en Cristo; muchas de las cosas de este mundo simplemente pierden su poder sobre nosotros cuando nosotros aprendemos a entregar en oración cualquier situación o circunstancia por la cual estemos atravesando; Al ser humano le encanta acariciar los recuerdos, no importa si son buenos y malos, aunque conozco personas que van por la vida haciendo desastres y dañando personas y ni si quiera se inmutan.

Este tipo de personas, quizás no han leído el Salmos 119: 103, 104 que dice "¡Cuan dulce son a mi paladar tus palabras! Mas que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira", en estas palabras hay un cierto reconocimiento del poderío de Dios, pues el reconocer que Dios da la sabiduría y también la inteligencia, nos coloca a nosotros en una posición de tener que buscar esa inteligencia para nosotros poder ser verdaderamente “inteligentes”. Pero fíjate que el Salmista reconoce que esa inteligencia se obtiene de los mandamientos de Dios, por lo que Dios es ciertamente el principio de la sabiduría, y el responsable de dárnosla.

Al realizar este tipo de reconocimiento, y no creernos que somos independientes de Dios, ni más inteligentes que nadie, podríamos entender que nuestro accionar debe estar dirigido solamente por Dios, para que podamos decir lo que el Salmista declaro en al verso 103 "¡Cuan dulce son a mi paladar tus palabras! Mas que la miel a mi boca. Este reconocimiento de la grandeza y el poderío de Dios, también nos va a limitar el que podamos andar por la vida destruyendo sentimientos, corazones y personas con nuestras palabras, acciones e incluso pensamientos.

No estamos en este mundo para estar juzgando las acciones de los demás, recordemos la historia de María Magdalena, Jesucristo no la juzgo; La única acción que prosiguió, luego de que fueran donde Jesús a contarle lo mala que había sido, lo mucho que había pecado, e incluso que la habían encontrado infraganti (no podía desmentir de lo que se le acusaba), la acción que corono aquella historia fue cuando Jesús dijo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, estas palabras deberían recordarnos que nosotros no somos perfectos y que sumos (o podemos llegar a ser) culpables de aquello que estamos juzgando.

Hoy la invitación es para que, al estudiar la palabra de Dios y al orar a Dios, reconozcamos nuestra necesidad de Él, nuestra dependencia de Él, y lo mucho que también nosotros necesitamos su perdón; al hacer esto también recordemos que debemos perdona en la misma medida que hemos sido perdonado. No escatimemos esfuerzo, dice la Biblia hasta 70 veces 7 (diariamente) si es necesario. El fin de todo es recibir y reconocer el perdón de Dios, para que podamos perdonar a los demás. No queramos cambiarlos, cada quien es como quiere ser.  

Oración del día: Dios y Padre eterno, hoy venimos a ti con un corazón humillado y receptivo, para recibir de ti el perdón que necesitamos, para en esa misma medida nosotros poder perdonar y amar a nuestro prójimo. Ayúdanos a identificar nuestras áreas de mejoras y a que tus mandamientos y preceptos sean tan dulce como la miel en nuestras bocas, como lo exclamo el Salmista. Estos favores lo pedimos en el dulce nombre de Jesucristo, Amen.


viernes, 2 de agosto de 2024

Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

 



En el principio creo Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz. Genesis 1:1-3)

Esta lectura (muy poco visitada por los lectores) me trae al pensamiento, aquellos momentos de oscuridad que llegan a nuestras vidas sin avisar; esos momentos donde nos sentimos que estamos en un lugar desordenado y vacío, pues no podemos ver la luz que nos ayudara a encontrar la solución a nuestros problemas.

La biblia nos recuerda que en el principio Dios creo, organizo e ilumino; conozco un viejo dicho que dice “cuando esta más oscuro, es porque va a amanecer”, y es cierto, es en esa oscuridad donde Dios quiere actuar, quiere ayudarnos, quiere socorrernos, quiere mostrarnos que hay luz, porque El, la creo en el principio para nosotros.

Dios se tomó su tiempo para organizar, crear, llenar la tierra para que fuera un lugar habitable para nosotros, nosotros somos su cereza del pastel, aquella ultima pincelada perfecta que da todo pintor; habiendo terminado Dios de crear todo, una vez más vuelve a recordarnos “y fue la tarde y la mañana el día sexto”, en este día termino Dios toda obra de sus manos y entonces bendijo Dios el séptimo día y lo santifico.

Cada día entonces, empieza con el atardecer y termina con la mañana; aunque en nuestras vidas estemos en ese proceso donde no podemos ver la luz del día, debemos estar seguros de que llegara la mañana; ese sol de justicia que es Cristo Jesús alumbrara nuestra mañana en aquel día glorioso de la resurrección. Por esto hoy te invito a que no estes ansioso, ni preocupado, ni mucho menos temeroso por las cosas que podrían pasar, aquello que estas viviendo tiene fecha de caducidad.

Dios ha prometido darnos vida eterna y en abundancia, nosotros hemos sido llamados a creerle a Dios y a creer en su palabra; no desmayemos pues en la búsqueda de la verdad, en perseverar en el amor, en el perdón y en la reconciliación. Estamos en tiempos difíciles que pueden representar una tarde de un día nublado y gris, pero, Dios ha prometido regalarnos la mañana gloriosa donde nos encontraremos cara a cara con nuestro salvador y redentor Jesucristo. Recuerda “y fue la tarde y la mañana…” no desmayes, ya viene nuestra mañana gloriosa. Dios te bendiga y te guarde y te regale un resto de día feliz. Recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Buen Dios y padre eterno, venimos hoy ante ti, quizás atormentados por algo que escapa de nuestro control, por algo que no le vemos solución o salida, por cosas que pueden parecer insignificantes para otros, pero que representan un dolor inmenso en nuestras vidas; venimos a ti porque necesitamos esa luz que creaste para nosotros desde el principio, necesitamos sentir tu presencia en nuestra vidas, necesitamos sentir y escuchar tu voy; te rogamos que nos auxilies y que nos permitas estar preparados para poder disfrutar aquella mañana gloriosa cuando Cristo venga a buscar a los que en El y por El, hemos esperado. Estos favores los rogamos en el nombre de Jesús que vive y reina por los siglos de los siglos, Amen.


jueves, 1 de agosto de 2024

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.

 




En el libro de Isaías me encanta leer esta frase con la que titule la meditación de hoy; y me gusta porque todos los días busco conocer, entender, aceptar y agradecer el poder de Dios en mi vida; hoy puedo estar cansada de muchas cosas, pero cuando vuelvo a esta lectura, ciertamente siento mis fuerzas renovadas.

Esto se escribió en el contexto de un pueblo cansado, desconsolado y abatido como lo era Sion en ese momento; el rey Ezequías estaba enfermo de muerte, y en su enfermedad oro y lloro a Jehová, y dice la palabra que por medio del profeta Isaías vino palabra de Jehová que decía “…He oído tu oración, y visto tus lagrimas…” (Isaías 38:5); Ezequías estaba tan dolido, tan abatido, tan convencido de que iba a morir, que no podía escuchar la voz de Jehová donde le decía que le perdonaba, y que añadiría 15 años más a su vida.

Es por esto que envió Jehová al Profeta para que diera las buenas nuevas a Ezequías; luego de haber sido sanado vino el reconocimiento del poder de Dios, y el convencimiento de hablar y proclamar de su poder. “…Levanta fuerte tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala no temas; di a las ciudades de Juda: ¡Ved aquí al Dios nuestro!” (Isaías 40:9)

Esto solo proviene de un corazón agradecido, esto es fruto del reconocimiento del poder de Dios en nuestras vidas, esto es lo que hace hoy día el Espíritu Santo en nosotros, nos convence de pecado y como fruto de ese agradecimiento, de ese perdón y de ese amor, entonces somos llamados a testificar del amor de Dios. No lo hacemos (o no debemos hacerlo) para aparentar bondad, ni para aparentar ser mejores que otros, esto es abominación a Jehová, pues El conoce todos los sentimientos del ser humano, hasta los más profundos y ocultos.

Por esto la invitación de hoy es a que, si necesitas fuerzas hoy para continuar, si crees que todo está saliendo mal, si no adviertes alguna solución a tu problema, si no puedes más con eso que te ha estado molestando por tanto tiempo, pues entrégalo a Dios, deposita en El todo lo que no puedas hacer por ti mismo (a), todo lo que te molesta, todo lo que te atormenta; derrama mediante oración (como lo hizo Ezequías) tu alma, tus pesares, y no te olvides de hacerlo con corazón contrito y humillado.

Oración del día: Señor mi Dios, al contemplar los cielos y el firmamento, solo me confirman que tú eres el dueño de todo lo que existe; de todo lo creado en el cielo, en la tierra y debajo de ella; hoy vengo a ti arrepentida (o), humildemente a pedirte que perdones mis pecados, a pedirte que transformes mi vida y a pedirte que me permitas ver tu gloria a través de los milagros; te agradezco todo el cuidado que hasta hoy has tenido conmigo y te pido que nunca te apartes de mi presencia; toma mis cargas y llévalas por mí, yo prometo proclamar tu palabra levantando fuertemente mi voy, para llevar esperanza de una vida eterna en Cristo Jesús; no tengo méritos propios para pedir nada de esto, lo hago por los méritos de Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos, Amen.


De la desorganización a la organización.

  A veces, cuando tenemos mucho estrés, provocado por las muchas horas de trabajo, las pocas horas que dedicamos a dormir, por los compromis...