martes, 20 de agosto de 2024

A pesar de las muchas pruebas, nunca pierdas tu Fe.

 



    Muchas veces nos encontramos en situaciones difíciles, incomodas, situaciones que pensamos que nunca nos iban a pasar a nosotros, pero que tristemente (en eso momento) somo protagonista de lo que no veíamos venir.

    Estas situaciones sin duda tienen el poder de hacernos sentir tristes, vacíos, decepcionados de nosotros mismos, sin fuerzas para continuar, nos roban la energía, nos quitan las ganas de avanzar, de seguir y a veces hasta de vivir; pero es justo allí, en aquel pozo profundo, oscuro y mal oliente, donde debemos utilizar todo lo que nos queda, la poca energía, la poca fuerza, la poca Fe… y debemos levantarnos para tomar la armadura de Dios, aquella que nos dice Pablo en el libro de Efesios; el Apóstol nos relata que no tenemos luchas contra carne ni sangre, el enemigo de las almas toma forma de amigos, conocidos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos, etc., con tal de apartarnos de Dios, de enemistarnos con El, de alejarnos de su presencia.

    Pablo, que había pasado por muchas dificultades por causa de su fe, nos da la clave para poder permanecer en pie en esos días difíciles, y nos habla de esa armadura de Dios, y de cómo debemos usarla; lee conmigo el siguiente pasaje:

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Diosorando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; (Efesios 6:10-18 versión RV 1960).

    De esta lectura podemos extraer algunas ideas principales e importantes que nos ayudaran a permanecer en Dios. Por alguna razón (que Pablo conocía perfectamente) el Apóstol nos insta repetidas veces a resistir y permanecer firmes, nos dice que tomemos y nos pongamos la armadura de Dios, y nos dice cuáles son los componentes de esa armadura; nos detalla paso a paso lo que debemos hacer; primero nos dice que debemos decir y permanecer en la verdad, que actuemos con justicia, que prediquemos el Evangelio de la Paz, con Fe, creyendo firmemente en la salvación, lo cual haremos si tomamos y asumimos la palabra de Dios como nuestro manual de vida, pidiendo en oración (constante y vigilantes) la presencia de Dios en nuestras vidas. Cuando el apóstol habla sobre su propia experiencia, nos relata cual será el resultado de hacer y tener todo esto en nuestras vidas: “…a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (verso 19).

    Esto mis hermanos es nuestra misión, es la esencia del cristiano, debería ser nuestra razón de ser, pues es la misión que el mismo Jesucristo nos encomendó cuando dice en los Evangelios:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, y hasta el fin del mundo. Amen” (Mateo 28: 19 y 20); “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…” (Marcos 16:15)

    Como hijos de Dios, debemos colocarnos la armadura de Dios, y a pesar de las pruebas, nunca, pero nunca perdamos nuestras Fe; no demos lugar al diablo en nuestras vidas, aunque se vista de un buen amigo, de un ser querido o incluso de algún familiar muy cercano. No está permitido entregar nuestra Fe en las manos depredadoras del diablo; por el contrario, permanezcamos alimentando nuestro espíritu, nuestro corazón, nuestros sentimientos y carácter con la palabra de Dios, con la oración constante y con las acciones de justicia y paz.

    Hoy la invitación es para que, a pesar de, tomemos la firme decisión de estudiar, orar, y compartir la palabra de Dios por medio de nuestros testimonios, por medio de los milagros que hemos recibido; aumentemos la llama de nuestra fe y cumplamos el propósito de Dios en nosotros. Que Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

    Oración del día: Amado Dios y Padre nuestro, te pido perdón por haber permitido alguna vez que mi Fe sea debilitada por aceptar comentarios o acciones de personas que se han dejado usar del enemigo de las almas; te pido que vengas a mi auxilio y que renueves mis fueras; que me tomes y transformes en una nueva criatura para ti; ayudes a permanecer firme en tu palabra, aumenta mi Fe, y que pueda yo abrir mi boca para contar los milagros que has realizado en mi vida; que tu obra sea exaltada por medio de mis palabras, y que muchas almas te conozcan por medio de mis acciones. En el nombre poderoso de Jesucristo, Amen.

 


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Sea tu si, si y sea tu no, no.