lunes, 9 de diciembre de 2024

Ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor.

Todo tiene su tiempo. Eclesiastés 3:1-8



Cuando somos Jóvenes nos molestamos al escuchar la frase “Todo tiene su tiempo”, pero luego nos damos cuenta de que no hay nada más cierto que eso. Las palabras del Salmista nos recuerdan hasta hoy, la sabiduría que nos brinda el tiempo y la fe que nos acompaña y que nos permiten tener, si aprendemos a esperar.

Cada día sin duda trae su propio afán, por lo que el preocuparse por el mañana puede parecer un poco no provechoso; lo importante es que aprendamos a vivir plenamente cada día como si fuera el último día de nuestras vidas. Esto sin duda nos ayudara a poder saborear cada palabra de la frase inicial de esta lectura (Todo tiene su tiempo).

Cuando no podamos ver la solución a un problema, recuerda que “Todo tiene su tiempo”

Cuando te sientas triste y abatido, recuerda que “Todo tiene su tiempo”

Cuando sientas morir, recuerda que “Todo tiene su tiempo”

Cuando te sientas vacío, recuerda “Todo tiene su tiempo”

Cuando sientas que has perdido algo, recuerda “Todo tiene su tiempo”

Cuando no encuentres palabras para hablar, recuerda “Todo tiene su tiempo”

Cuando sientas que nadie te ama, recuerda “Todo tiene su tiempo”

Cuando sientas que estas en medio de una Guerra, recuerda “Todo tiene su tiempo”

Y cuando te falten fuerzas para continuar, demándala de Dios. Recuerda que Dios es Nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en la tribulación (Salmos 46).

Hoy la invitación es para que leas nuevamente Eclesiastés 3:1-8, léelo bajo la dirección del Espíritu Santo, pide sabiduría para entender lo que lees y por sobre todas las cosas, no temas, sigue adelante, pelea con el poder y la sabiduría de Dios, sabiendo que “Todo tiene su tiempo”, entre tanto ocúpate de tu vida espiritual, de tu salvación, de tu relación con Dios, para que entonces Dios pueda usarte como un canal de bendición para las naciones. Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Dios y padre Nuestro, alabo y glorifico tu nombre, porque en ti está el poder, la sabiduría, el perdón y la vida eterna; pon en mi oh Dios el querer como el hacer por tu buena voluntad; permíteme entender que “Todo tiene su tiempo” y que lo mejor que puedo hacer mientras espero en ti, es acudir a ti para poder ser Sanada, limpia, perdonada, ministrada, y vivificada en Espíritu. Gracias oh, padre por tu palabra, gracias por tu sabiduría, y por el amor que tienes para nosotros. Transforma mi vida y úsala para tu propósito, en el nombre de Jesucristo. Amen.  


martes, 19 de noviembre de 2024

Jehová es mi luz y mi salvación.

 


Una vez escuche a alguien decir la frase “he caído en lo más profundo del abismo, y no sé cómo levantarme…”, en ese momento no entendía por lo que esa persona estaba pasando, pero quería mostrarle la luz que yo veía a través de la Biblia y de las oraciones.

No fue sino, hasta que yo misma caí en lo más profundo del “abismo” donde no podía ver la Puerta de salida a mis situaciones, ni esa luz que siempre escuché que estaba al final del camino; es en esos momentos donde más necesitamos de la comunión con Cristo, del estudio de su palabra y de la oración constante, pero es También allí donde el enemigo le gusta que estemos para que no tengamos esa comunión con Nuestro creador, y para que nos sintamos solos y tristes. De esa experiencia pude aprender a como mostrar el amor de Cristo a los que se encuentran en situaciones similares; Dios nos permite pasar por procesos para que podamos ayudar (desde la experiencia) a otras almas, que necesitan de Dios.

En el Salmos 27:3 dice “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante Guerra, yo estaré confiado”, esta frase que escribe el salmista, lo hace quizás en una de las tantas horas de oscuridad por las cuales paso; Los hijos de Dios no estamos exentos de padecer sentimientos de abandono, de tristeza, de dolor, de necesidad, pero cuando nos aferramos en las promesas que Dios tiene para sus fieles, entonces encontramos la forma de salir del abismo, Podemos ver esa luz al final del camino y Dios nos da la fuerza para que nos levantemos y continuemos.

La relación con Nuestro Dios no es solo para los momentos de abundancia y contentamiento, es una relación permanente que incluye esos días grises, donde no podemos ver (incluso) la mano de Dios sobre nosotros.

Hoy te invito a que repitas esta frase “Jehová es mi luz y mi salvación” durante todo el día, y que invites al Espíritu Santo a que te fortalezca para continuar la batalla de la fe; no permitas que las circunstancias adversas de esta vida te quiten el gozo de la Esperanza de estar un día en la casa de Jehová por la eternidad.

Dios te bendiga y te guarde, te acompañe y te fortalezca, hoy y todos los días de tu vida; cuéntale a Cristo por medio de la oración, cuanto lo necesitas y cuanto te gustaría escuchar su voz. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, y que hay Oloracielo.

Oración del día: Dios de amor y de misericordia, no permita que nos quedemos en la oscuridad de las situaciones de este mundo, no nos permita mantenernos en la tristeza, ni sentirnos lejos de tu presencia, ayúdanos a ejercitar nuestra fe cada día y a decir como escribió el Salmista “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón”; hemos decidido creerte a ti oh Dios, acompáñanos, bendícenos y protégenos, en el nombre poderoso de Cristo Jesús. Amen.


miércoles, 16 de octubre de 2024

La oración de Jabes.

 

 


Se ha hablado mucho de la oración de Jabes que se encuentra en el libro 1 Crónicas 4:10, y me llama la atención las cosas que Jabes pide en oración y de la manera que Dios contesta; en primer lugar, Jabes pide bendición, luego pide que se ensanche su territorio, pide también que la mano de Dios este con él y por último pide que lo libre de todo mal. Jabes estaba consciente de que el Dios de Israel que es quien bendice, es el que ensancha nuestro territorio, y entendía que si Dios estaba con él lo podía librar de todo mal, esta historia es parecida a la de David (aunque no conozco más detalles de Jabes, y lo que se dice es que había nacido en dolor, pero que era más ilustre que sus hermanos), Jabes había entendido y reconocido todos estos atributos de Dios; David realizaba algo parecido, pues antes de ir a batallas consultaba a Dios, pedía su bendición, pedía que fuera Dios delante de él porque sabía que solo en él había victoria, Dios ensanchaba el territorio de David con cada batalla ganada; David sentía la mano de Dios en su vida y Dios mismo lo libraba del mal.

Es fascinante cuando al estudiar la Biblia descubres técnicas, herramientas y señales interesantes que harán de tu relación con Dios una relación de amor y de poder. Primero el reconocimiento del poderío de Dios para bendecir, para ensanchar nuestro territorio y reconocer que, si Dios está con nosotros, somos más que vencedores; estos conceptos son importantes para poder vivir y experimentar una vida cristiana verdadera. Es por esto que hoy la invitación es para que nos despojemos de nuestra humanidad y comencemos a confiar en el poder transformador de Dios, en su gracia para bendecir, en su poder para ensanchar y para librarnos de todo mal.

Dios ha sido bueno porque nos ha regalado un día más de vida, vivamos agradecidos y entreguemos nuestros proyectos y planes a Él, pues El como Dios, sabe lo que es mejor para nosotros. Da gracia en todo y confía en su poder. Que Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Dios de amor y poder, te pido que bendigas mi entrada y mi salida, que ensanches mi territorio para poder predicar tu evangelio; líbrame oh, Dios de todo mal y no sueltes mi mano, en el nombre poderoso de Jesucristo oro. Amen.

 


sábado, 12 de octubre de 2024

Y si me olvido de Dios? ...



 


 

Cuando estamos en aprietos es fácil recordar que existe un Dios que ha prometido escucharnos y ayudarnos, es por esto que siempre clamamos en momentos de dificultad a aquel que no podemos ver, pero que, por fe, esperamos obtener respuestas.

Pero ¿qué pasaría si me olvidara de Dios?; es fácil responder esta pregunta, pues cuando el ser humano está en tiempos de bonanza no suele recordad a Dios, no solemos dar gracias, no podemos ver la mano poderosa de Dios, por la simple razón de que estamos apreciando y disfrutando lo que tenemos.

Así de simple nos olvidamos de Dios. Dirás "yo doy gracias en todas las cosas", y yo te preguntaría: "diste gracias cuando no tenías nada, cuando estabas en aprietos, cuando te sentiste solo, cuando ya se te acabaron las fuerzas para continuar? ¿o solo diste gracias cuando obtuviste respuesta a tus peticiones?

El ejercitar la fe consiste justo en esto, es agradecer lo que todavía nuestros ojos humanos no pueden alcanzar a ver, pero agradecemos porque tenemos la certeza de que en el Dios que hemos creído, es un Dios real.

El ejercitar la fe, es ver lo que no tengo, no lo que ya tengo. Es agradecer por lo que no tengo y aprender a vivir agradecido con lo que Dios, en su infinita misericordia, ha provisto para mí. Es ver todo lo que Dios ha hecho en mi vida, de todo lo que me ha librado, todo lo que ha hecho por mis hijos, por mi familia, en mi trabajo, etc., es no perderme ningún detalle en esta vida, de las cosas que he recibido por el amor incondicional de Dios para con sus hijos.

Así que, si hoy solamente has dado gracias por haberte levantado, por tener donde vivir, que comer, por tener agua, comida, hijos, familia, etc., también recuerda dar gracias por aquello que has pedido pero que todavía no ves; te aseguro que comenzaras a ver las respuestas de Dios más pronto de lo que esperabas.

Recordemos lo que dice en el Salmos 94 verso 6-7 "Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y oveja de su mano”.

Que Dios te regale un día lindo, en comunión con nuestro hacedor, y que puedas ver todo lo bueno que Dios te ha dado y todo lo bueno que está por venir. Dios te bendiga y te guarde, recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Dios de amor, bendito sea tu nombre desde ahora y para siempre; permíteme oh, Dios, permanecer delante de tu presencia; guárdame y perdona mis pecados. Te agradezco todo lo que me has dado y todo lo que por fe sé que recibiré de tus manos. Gracias por un día más en el cual puedo respirar, ver, escuchar, tocar, caminar... gracias por mis hijos, por mi familia, por el trabajo, gracias por el aire que respiro, por los alimentos, por el sol y la brisa de la mañana; gracias por sobre todas las cosas por tu amor incondicional e infinito para con tus criaturas. En el nombre de Jesús, amen.