Hoy
es un buen día para agradecer. Cada vez que tienes un problema o alguna duda en
tu vida, y muchas veces, luego de agotar todos tus recursos materiales, físicos
y emocionales, te ves en la necesidad de ir a Jesús a través de la oración, a
pedir que te ayude; pero quizás al momento de solucionar tus dificultades se te
olvida agradecer por los milagros realizados en tu vida.
Pero
te cuento que todavía estas a tiempo. Hoy es un día hermoso, maravilloso, para
que podamos recordar todas esas cosas que hemos recibido de parte de Dios. Dios
cada día nos da la oportunidad de disfrutar de miles de milagros, de los cuales
muchas veces los recibimos desapercibidos.
Si
te pones a pensar, a reflexionar en todas las cosas por las que has pasado, sin
duda encontraras en cada una de ella las huellas de Jesús. Hay un poema hermoso
que retrata el modo en que Jesús trabaja en favor de nosotros; se llama “Huellas
en la arena” y hoy lo quiero compartir contigo. Y dice así:
Una noche en sueños vi, que con Jesús
caminaba junto a la orilla del mar bajo una luna plateada.
Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una seria de escenas que en silencio contemplaba.
Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una seria de escenas que en silencio contemplaba.
Dos pares de firmes huellas en la
arena iban quedando mientras con Jesús andaba como amigos conversando.
Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo pero algo extraño observé y sentí gran desconsuelo.
Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo pero algo extraño observé y sentí gran desconsuelo.
Observé que algunas veces al reparar
en las huellas en vez de ver los dos pares, veía sólo un par de ellas.
Y observaba también yo que aquel sólo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas.
Y observaba también yo que aquel sólo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas.
En las horas de mi vida llenas de
angustia y tristeza cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza.
Pregunte triste a Jesús:
“¡Señor, Tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo…?
Pregunte triste a Jesús:
“¡Señor, Tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo…?
Pero noto con tristeza que en medio
de mis querellas cuando más siento el sufrir veo sólo un par de huellas.
¿Dónde están las otras dos que indican Tu compañía cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?
¿Dónde están las otras dos que indican Tu compañía cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?
Y, Jesús me contestó: con ternura y
comprensión;
“Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión.
“Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión.
Siempre te amé y te amaré, y en tus
horas de dolor siempre a tu lado estaré para mostrarte Mi Amor.
Mas si ves solo dos huellas en la arena al caminar,
y no ves las otras dos que se debieran notar, es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos, no hay huellas de tus pisadas
porque te llevo en Mis brazos”.
Mas si ves solo dos huellas en la arena al caminar,
y no ves las otras dos que se debieran notar, es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos, no hay huellas de tus pisadas
porque te llevo en Mis brazos”.
Así
que recuerda, nunca estas solo, Jesús está a nuestro lado siempre. Sé agradecido. Feliz día. Y
no te olvides de agradecer.
Bendiciones.
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