martes, 16 de julio de 2024

No dejes de estudiar, no dejes de aprender, no dejes de enseñar…

 



Todos los días tenemos la oportunidad para aprender algo y también para enseñar algo, aunque no lo creamos las diferentes situaciones que enfrentamos cada día nos pueden hacer ser mejores o peores personas; cada día tenemos oportunidades únicas que no se repetirán; por eso me gusta tanto una frase muy popular en mi país que dice “no hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión”, es por esto por lo que debemos estar vigilantes para reconocer estas oportunidades y saberlas aprovechar.

Para aprovechar esas oportunidades, para intentar mejorar como persona o para simplemente cambiar radicalmente nuestra actitud, comportamiento y palabra, no debe ocurrirnos algo extraordinario; la diversidad que existe en todo lo ordinario que nos rodea es ese elemento que convertirá cada situación en extraordinaria, si la sabemos identificar.

Para poder identificar algo, debemos prestar atención a lo que acontece a nuestro alrededor; por esto debemos levantar nuestras miradas de las pantallas de los teléfonos, de las computadoras o incluso de las TVs, para poder apreciar lo que sucede en nuestro entorno.

Muchas cosas pasan en nuestras vidas y ni siquiera las percibimos, porque nos mantenemos inmerso en cosas de poco valor. Nunca seremos lo suficientemente jóvenes o viejos para poder aprovechar las diferentes oportunidades que la vida nos brinda.

En el libro de 1 Timoteo dice lo siguiente:

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1Tim. 4:12-16)

Estos versos nos demuestran que si podemos aprender, que si podemos cultivar una mejor versión de nosotros mismos, que si podemos enseñar a otros, que definitivamente estas cosas son las que nos harán mejores y nos sostendrán para los momentos difíciles; que debemos cuidarnos de nosotros mimos, por esto debemos cuidar lo que leemos, lo que vemos, lo que escuchamos y lo que hablamos, estas son las avenidas del alma que transformaran directamente nuestro carácter.

Debemos ser ejemplo en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza (verso12)… esto nos ayudara a, definitivamente ser mejores versiones de nosotros mismos. No escatimemos esfuerzo en lo que verdaderamente nos suma, aprovechemos más bien, todas las cosas que tenemos y todas aquellas cosas que Dios ha provisto para cada uno de nosotros. Alguien está esperando allá afuera para aprender algo bueno que solo tú le podrás enseñar.

Pero también recuerda que debemos estar apercibidos para aprender; concéntrate en la vida, aprovecha cada minuto en que todavía puedes respirar, el día final de nuestras vidas no sabemos cuándo será, pero si llegare, y no hacemos los preparativos para nuestra salvación, ya no tendremos más oportunidades.

Por eso hoy la invitación es para que estudiemos, aprendamos y enseñemos, que permanezcamos firmes en esto, para nuestra propia salvación. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, y que todavía hay Oloracielo.

Oración del día: Mi buen Dios y padre, ayúdame a identificar aquellas áreas en mí que necesito mejorar, ayúdame a aprender y a aprovechar todos los recursos que diariamente tu colocas a mi disposición. En la medida de mis avances ayúdame a llevar el mensaje de esperanza a las personas que me rodean, ayúdame a compartir alegría, ayúdame a transformar mis palabras, mi conducta, a aumentar mi amor por mí mismo y por el prójimo, a renovar mi espíritu, a aumentar mi fe y a contemplar la pureza de la vida de Cristo en mi vida, en el nombre de Jesús, Amen.


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