Todos los días tenemos la oportunidad
para aprender algo y también para enseñar algo, aunque no lo creamos las
diferentes situaciones que enfrentamos cada día nos pueden hacer ser mejores o
peores personas; cada día tenemos oportunidades únicas que no se repetirán; por
eso me gusta tanto una frase muy popular en mi país que dice “no hay una
segunda oportunidad para una primera buena impresión”, es por esto por lo que
debemos estar vigilantes para reconocer estas oportunidades y saberlas aprovechar.
Para aprovechar esas oportunidades, para
intentar mejorar como persona o para simplemente cambiar radicalmente nuestra
actitud, comportamiento y palabra, no debe ocurrirnos algo extraordinario; la
diversidad que existe en todo lo ordinario que nos rodea es ese elemento que convertirá
cada situación en extraordinaria, si la sabemos identificar.
Para poder identificar algo, debemos
prestar atención a lo que acontece a nuestro alrededor; por esto debemos
levantar nuestras miradas de las pantallas de los teléfonos, de las
computadoras o incluso de las TVs, para poder apreciar lo que sucede en nuestro
entorno.
Muchas cosas pasan en nuestras vidas y
ni siquiera las percibimos, porque nos mantenemos inmerso en cosas de poco
valor. Nunca seremos lo suficientemente jóvenes o viejos para poder aprovechar
las diferentes oportunidades que la vida nos brinda.
En el libro de 1 Timoteo dice lo
siguiente:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino
sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y
pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación
y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado
mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate
en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea
manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina;
persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te
oyeren.” (1Tim. 4:12-16)
Estos
versos nos demuestran que si podemos aprender, que si podemos cultivar una
mejor versión de nosotros mismos, que si podemos enseñar a otros, que
definitivamente estas cosas son las que nos harán mejores y nos sostendrán para
los momentos difíciles; que debemos cuidarnos de nosotros mimos, por esto
debemos cuidar lo que leemos, lo que vemos, lo que escuchamos y lo que hablamos,
estas son las avenidas del alma que transformaran directamente nuestro carácter.
Debemos
ser ejemplo en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza (verso12)… esto nos ayudara a, definitivamente ser
mejores versiones de nosotros mismos. No escatimemos esfuerzo en lo que
verdaderamente nos suma, aprovechemos más bien, todas las cosas que tenemos y todas
aquellas cosas que Dios ha provisto para cada uno de nosotros. Alguien está
esperando allá afuera para aprender algo bueno que solo tú le podrás enseñar.
Pero
también recuerda que debemos estar apercibidos para aprender; concéntrate en la
vida, aprovecha cada minuto en que todavía puedes respirar, el día final de
nuestras vidas no sabemos cuándo será, pero si llegare, y no hacemos los
preparativos para nuestra salvación, ya no tendremos más oportunidades.
Por
eso hoy la invitación es para que estudiemos, aprendamos y enseñemos, que permanezcamos
firmes en esto, para nuestra propia salvación. Recuerda que Dios es bueno todo
el tiempo, y que todavía hay Oloracielo.
Oración
del día: Mi buen Dios y
padre, ayúdame a identificar aquellas áreas en mí que necesito mejorar, ayúdame
a aprender y a aprovechar todos los recursos que diariamente tu colocas a mi disposición.
En la medida de mis avances ayúdame a llevar el mensaje de esperanza a las
personas que me rodean, ayúdame a compartir alegría, ayúdame a transformar mis
palabras, mi conducta, a aumentar mi amor por mí mismo y por el prójimo, a
renovar mi espíritu, a aumentar mi fe y a contemplar la pureza de la vida de
Cristo en mi vida, en el nombre de Jesús, Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario