sábado, 20 de julio de 2024

La venganza, ¿remedio para el alma?...

 



La venganza la podemos describir como esa acción con intensión que se realiza para devolver (de alguna forma) el daño que hemos recibido; esta acción viene acompañada por los sentimientos de ira, resentimiento, dolor, decepción, enojo, frustración, etc.

Uno de los objetivos principales de la venganza es hacer que el “otro” sufra, padezca, sienta o experimente todo el mal que, en su momento, nos hicieron sentir a nosotros. Pensamos que haciendo eso entonces podremos regresar a nuestro estado de equilibrio personal o sentiremos algún tipo de retribución o bienestar.

La mayoría de las veces, cuando se actúa bajo el sentimiento de ira, somos incapaces de visualizar un poco más allá de nuestras narices; no podemos analizar las consecuencias que tendremos que afrontar por los diversos tipos de comportamientos que se pueden adoptar cuando estamos bajo los efectos del resentimiento, ira o dolor.

En lecturas anteriores les he compartido un verso bíblico que me ha ayudado a mejorar de forma extraordinaria mi carácter y que me ha enseñado a esperar en las respuestas que Dios tiene para mí; ese verso dice: “Estad quietos y conoced que yo soy Dios…” (Salmos 46:10); otra lectura similar se encuentra en el libre de Proverbios que dice: “No digas: Yo me vengare; Espera a Jehová, y él te salvara.” (Prov. 20:22).

Este último versículo, más allá de invitarnos a esperar la respuesta departe de Dios, es una invitación a la reflexión sobre el hecho de que la venganza debe ser de jehová no nuestra; es un recordatorio de que no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino con principados y potestades, es por esto que cuando estamos inundados por esos malos sentimientos, y nos vemos tentados a tomar venganza por nuestras propias manos, el resultado de eso es muerte.

Una muerte que puede ser física o espiritual, de la cual surgen arrepentimientos dolorosos, que nos provocaran más ira, más dolor, más frustración, más desaliento, más desesperanza…

Recordemos que quito jehová la aflicción de Job, cuando hubo orado por sus amigos (recordemos que clases de amigos eran) y aumento al doble todas las cosas que habían sido de Job (Job 42:10); acaso no nos gustaría poder recibir bendiciones y en doble porción todo aquello bueno que hemos perdido o que nos han quitado?, entonces la respuesta para conseguirlo es que empecemos a orar por aquellas personas que nos hacen daño (muchas veces inconscientemente) y que dejemos a Dios ser Dios.

La invitación de hoy es para que oremos por todas aquellas personas que de una forma u otra nos han hecho sufrir o experimentar sentimientos de dolor, frustración, enojo, ira, etc., y que le pidamos a Dios que nos enseñe a esperar en sus promesas, recordando que son fieles y verdaderas. No hay mejor medicina para el alma que el perdón, por lo que la venganza no es un remedio para el alma.

Que Dios te bendiga y te guarde y nos ayude a identificar a todas aquellas personas que necesitan nuestro perdón. Recuerda que hay Oloracielo.

Oración del día: Bendito Dios y padre nuestro, estamos convencidos que la venganza, en vez de traer alegría a nuestras vidas, puede ser capaz de traer aún más dolor del que se sentir en esas situaciones que nos frustran y nos entristecen. Es por eso que te rogamos que nos enseñes a esperar en tu respuesta y que nos des tu perdón. En el nombre de Jesús, Amen.


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