De seguro al leer este título has
guiñado un ojo o has fruncido el ceño, pensando “¿qué clase de pregunta es
esta, para que tengo que entrenar a mi espíritu, porque…? O cualquier otra
pregunta como resultado de no saber el contexto.
El contexto de esta pregunta esboza la
siguiente reflexión, que está basada en las veces que Dios nos brinda la
oportunidad de andar en sus caminos, de alejarnos del mal, de hacer el bien, de
perdonar, de cambiar de rumbo, o simplemente de reconciliarnos con El. Todas
estas oportunidades no la podremos percibir, si primero no conocemos ¿Quién es
Dios y quien soy yo para El?
Para conocer a Dios, no tienes que haber nacido en un hogar cristiano, ni haber pertenecido al coro de la iglesia, o haber cumplido con ciertos rituales de familia; conocer a Dios es más simple que todo eso, lo difícil es permanecer en El, luego de haberle conocido, y comprender ¿quién soy yo par El?
Es por esto que muchas personas, luego de haber entregado su vida a Cristo, comienzan a preguntarse ¿si realmente tienen el valor para continuar?, no es tarea fácil; pero lo bueno es que la Biblia nunca nos dijo que sería fácil, nos dijo que es lo mejor para el ser humano. Porque nosotros somos de gran estima; por esto el mismo Jesús dijo: "Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:26
En el libro de Romanos dice: “Porque los
que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del espíritu,
en las cosas del Espíritu” (Rom. 8:5); El apóstol Pablo sabía perfectamente lo
que esto significaba, y por esto decidió, a la luz del Espíritu Santo contarnos
las formas en las cuales nosotros podemos mantenernos en el Espíritu.
El mismo, luego de haber padecido toda
clase de injusticias físicas y espirituales, y de haberse encontrado solo,
donde cualquier ser humano puede simplemente darse por vencido, nos mostró lo
bueno, dulce y agradable que es servirle a nuestro Dios. Alimentar nuestro Espíritu,
así como alimentamos nuestro cuerpo, lo cual es necesario para poder permanecer
en los caminos de Dios.
Por esto, el apóstol nos hace un llamado
a la reflexión diciendo: “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero
ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Rom. 8:6); la razón de que la palabra Espíritu
este escrita con mayúscula es porque hace referencia al Espíritu Santo en
nosotros, no a nuestro propio espíritu.
La invitación de hoy es para que aprendamos a entrenarnos en el Espíritu, que nos ocupemos de las cosas que verdaderamente tienen valor y que estemos en la disposición de predicar y testificar de las buenas nuevas de Dios; recordemos que “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?, y que somos vencedores por medio de aquel que nos salvó. (Rom. 8:31,37)
Dios te bendiga y te guarde, y haga
resplandecer hoy su rostro sobre ti y los tuyos, recuerda que hay Oloracielo.
Oración del día: Dios y padre nuestro, permítenos
identificar las cosas que nos ayudaran a alimentar, entrenar y robustecer
nuestro espíritu, ayúdanos a entender que valemos mucho para ti, ayúdanos a ser trabajadores fieles a ti, ayúdanos a
alimentarnos de tu palabra y no de toda la basura que encontramos de forma (incluso)
gratuita en este mundo; renueva nuestras fuerzas, danos tu perdón y acompáñanos
en este camino incierto de la vida, en el nombre de Jesús, Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario