viernes, 26 de julio de 2024

Bajo la lupa de Dios.

 



Salomón, al hacer la dedicación del templo que construyo para Jehová decía: “…toda oración y todo ruego que hiciere, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa, tu oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonaras, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tu conoces el corazón de los hijos de los hombres” (2 Crónica 6:29-30); este pasaje nos confirma que solo Dios es capaz de conocer el corazón de los hombres, nótese que “el corazón” está escrito en singular y que “de los hombres” está en plural, para que no haya duda sobre el conocimiento perfecto e individual que tiene Dios de cada uno de nosotros. Este reconocimiento incluye conocernos nosotros mismos también, debemos conocer nuestro dolor o nuestra llaga como dice el pasaje.

Mis amados, Dios conoce el todo del hombre, desde mucho antes que naciéramos y hasta que demos nuestro último respiro, es por esto por lo que nada puede haber oculto para Dios; Dios conoce nuestros anhelos y deseos, nuestro dolor, nuestro sufrimiento, ve cada cosa que hacemos, pero también puede ver todo lo que nos hacen a nosotros; Dios es un Dios de detalles, y tiene detalles para nosotros diariamente; esta de nosotros que podamos ver y apreciar todo lo que Dios hace cada día para y por nosotros.

Cuando estamos en medio de dificultades, y no tenemos fuerzas para levantar nuestra voz y clamar a nuestro Padre, Dios sigue estando allí; cuando el enemigo quiere opacar nuestra luz, Dios está allí para mantener encendida la luz de esperanza en nosotros; en medio del dolor, de la duda, de la desesperanza, de la desilusión, Dios sigue estando allí. Es por esto que debemos aprender a ver a Dios aun en esas circunstancias, solo debemos cerrar nuestros ojos físicos y abrir nuestros ojos espirituales.

Cuando el enemigo quiera destruir tu fe, utilizando toda clase de artimaña e incluso personas que son muy cercanas a ti, cuando él quiera verte dudar de tu fe y renegar de ella, recuerda lo que dijo el sabio Salomón “…solo tu conoces el corazón de los hombres”; por lo que nadie puede decirte, ni argumentar la calidad ni la cantidad de tu fe; la autenticidad de tu relación con Dios está presente delante del trono de Dios, no necesita ser advertida por nadie más; no enfoques tus fuerzas en mostrarle al mundo que tan bueno eres por haber conocido a Dios, muestrales a los demás que conoces a Dios y que estás seguro que Él es bueno y misericordioso; el Espíritu Santo guiara a todas aquellas personas que decidan conocer, entender, caminar y mostrar, el camino de Dios.

No dejes que tu vida espiritual se intimide, al grado de dudar de tu propia fe, ni del poder de Dios; cuando esos momentos lleguen, recuerda todos los milagros que has recibido de parte de Dios, recuerda todas las veces que Dios te ha perdonado, todas las veces que te ha librado de situaciones difíciles, recuerda como ha cuidado todo tu derredor, recuerda cuando has ido lleno de lágrimas y dolor, y como has podido ver su mano actuar a tu favor.

La esperanza en el amor, el perdón y la misericordia de Dios deben ser renovados cada día, y esto lo podemos hacer mediante el estudio de su palabra, la oración, y el acto de perdonarnos a nosotros mismos para luego poder perdonar a nuestro prójimo. Dios no se mueve de lugar, Dios no esta tan ocupado que no nos pueda atender, Dios no es sordo para que no nos pueda oír, dios no es ciego para que no nos vea, Dios ha prometido estar con nosotros todos los días de nuestras vidas y hasta el fin del mundo (Mat. 28:20,  pero tenemos que aprender a guardar todas las cosas que nos ha mandado por medio de su palabra; no pretendamos tener una vida egoístamente desordenada, vacía, llena de mentiras, hipocresía, malas acciones, resentimientos, culpas, pasiones mundanales y egoísmo, y luego creer que recibiremos todo lo que pedimos en oración, solo por ser hijos de Dios.

Verifiquemos nuestra relación con Dios, ¿cómo esta?, ¿qué tan fuerte es?, analicemos a la luz de la biblia ¿si estoy haciendo las cosas que a Él le agradan?; no perdamos nuestra fe, no desvirtuemos el significado de la gracia y el poder de Dios. Aprendamos a vernos a nosotros primeros, bajo la lupa de Dios, y luego aprendamos a ver a nuestro prójimo, con la perspectiva que Dios lo haría. Practiquemos el amor, la misericordia y la gracia, aun en medio de la incredulidad de los demás, pero seamos genuinos en lo que hacemos, recordando que “Dios conoce el corazón de todos los hombres

La invitación es esa, que conozcamos más de Dios, que aprendamos más de Él, que no apaguemos nuestra fe por las opiniones o comentarios de los demás (a veces solo están siendo utilizados por el enemigo de las almas), recordemos que la salvación es individual; procuramos que nuestro accionar, hablar y pensar, este dirigido por el mismo Dios, no por las pasiones mundanas que abarrotan nuestros sentidos. Que Dios te bendiga y te guarde y nos de las fuerzas para poder hacer esto.

Oración del día: Dios de justicia, misericordia y amor, escucha humildemente nuestra oración, permite que seamos llenados de tu perdón, que aprendamos a perdonar y que nunca dudemos de tu poder; bendice hoy nuestra entrada y nuestra salida, permítenos hoy ser mejores (para ti) que lo que fuimos ayer, te lo rogamos en el dulce nombre de Jesús, Amen.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.