Salomón, al hacer la dedicación del templo
que construyo para Jehová decía: “…toda oración y todo ruego que hiciere, o
todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón,
si extendiere sus manos hacia esta casa, tu oirás desde los cielos, desde el lugar
de tu morada, y perdonaras, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo
conocido su corazón; porque solo tu conoces el corazón de los hijos de los hombres”
(2 Crónica 6:29-30); este pasaje nos confirma que solo Dios es capaz de conocer
el corazón de los hombres, nótese que “el corazón” está escrito en singular y
que “de los hombres” está en plural, para que no haya duda sobre el
conocimiento perfecto e individual que tiene Dios de cada uno de nosotros. Este
reconocimiento incluye conocernos nosotros mismos también, debemos conocer
nuestro dolor o nuestra llaga como dice el pasaje.
Mis amados, Dios conoce el todo del
hombre, desde mucho antes que naciéramos y hasta que demos nuestro último
respiro, es por esto por lo que nada puede haber oculto para Dios; Dios conoce
nuestros anhelos y deseos, nuestro dolor, nuestro sufrimiento, ve cada cosa que
hacemos, pero también puede ver todo lo que nos hacen a nosotros; Dios es un
Dios de detalles, y tiene detalles para nosotros diariamente; esta de nosotros
que podamos ver y apreciar todo lo que Dios hace cada día para y por nosotros.
Cuando estamos en medio de dificultades,
y no tenemos fuerzas para levantar nuestra voz y clamar a nuestro Padre, Dios
sigue estando allí; cuando el enemigo quiere opacar nuestra luz, Dios está allí
para mantener encendida la luz de esperanza en nosotros; en medio del dolor, de
la duda, de la desesperanza, de la desilusión, Dios sigue estando allí. Es por
esto que debemos aprender a ver a Dios aun en esas circunstancias, solo debemos
cerrar nuestros ojos físicos y abrir nuestros ojos espirituales.
Cuando el enemigo quiera destruir tu fe,
utilizando toda clase de artimaña e incluso personas que son muy cercanas a ti,
cuando él quiera verte dudar de tu fe y renegar de ella, recuerda lo que dijo
el sabio Salomón “…solo tu conoces el corazón de los hombres”; por lo que nadie
puede decirte, ni argumentar la calidad ni la cantidad de tu fe; la
autenticidad de tu relación con Dios está presente delante del trono de Dios,
no necesita ser advertida por nadie más; no enfoques tus fuerzas en mostrarle
al mundo que tan bueno eres por haber conocido a Dios, muestrales a los demás
que conoces a Dios y que estás seguro que Él es bueno y misericordioso; el Espíritu
Santo guiara a todas aquellas personas que decidan conocer,
entender, caminar y mostrar, el camino de Dios.
No dejes que tu vida espiritual se
intimide, al grado de dudar de tu propia fe, ni del poder de Dios; cuando esos
momentos lleguen, recuerda todos los milagros que has recibido de parte de
Dios, recuerda todas las veces que Dios te ha perdonado, todas las veces que te
ha librado de situaciones difíciles, recuerda como ha cuidado todo tu derredor,
recuerda cuando has ido lleno de lágrimas y dolor, y como has podido ver su
mano actuar a tu favor.
La esperanza en el amor, el perdón y la
misericordia de Dios deben ser renovados cada día, y esto lo podemos hacer
mediante el estudio de su palabra, la oración, y el acto de perdonarnos a
nosotros mismos para luego poder perdonar a nuestro prójimo. Dios no se mueve
de lugar, Dios no esta tan ocupado que no nos pueda atender, Dios no es sordo
para que no nos pueda oír, dios no es ciego para que no nos vea, Dios ha
prometido estar con nosotros todos los días de nuestras vidas y hasta el fin
del mundo (Mat. 28:20, pero tenemos que
aprender a guardar todas las cosas que nos ha mandado por medio de su palabra;
no pretendamos tener una vida egoístamente desordenada, vacía, llena de
mentiras, hipocresía, malas acciones, resentimientos, culpas, pasiones mundanales
y egoísmo, y luego creer que recibiremos todo lo que pedimos en oración, solo
por ser hijos de Dios.
Verifiquemos nuestra relación con Dios, ¿cómo
esta?, ¿qué tan fuerte es?, analicemos a la luz de la biblia ¿si estoy haciendo
las cosas que a Él le agradan?; no perdamos nuestra fe, no desvirtuemos el
significado de la gracia y el poder de Dios. Aprendamos a vernos a nosotros
primeros, bajo la lupa de Dios, y luego aprendamos a ver a nuestro prójimo, con
la perspectiva que Dios lo haría. Practiquemos el amor, la misericordia y la
gracia, aun en medio de la incredulidad de los demás, pero seamos genuinos en
lo que hacemos, recordando que “Dios conoce el corazón de todos
los hombres”
La invitación es esa, que conozcamos más
de Dios, que aprendamos más de Él, que no apaguemos nuestra fe por las
opiniones o comentarios de los demás (a veces solo están siendo utilizados por
el enemigo de las almas), recordemos que la salvación es individual; procuramos
que nuestro accionar, hablar y pensar, este dirigido por el mismo Dios, no por
las pasiones mundanas que abarrotan nuestros sentidos. Que Dios te bendiga y te
guarde y nos de las fuerzas para poder hacer esto.
Oración del día: Dios de justicia, misericordia y amor,
escucha humildemente nuestra oración, permite que seamos llenados de tu perdón,
que aprendamos a perdonar y que nunca dudemos de tu poder; bendice hoy nuestra
entrada y nuestra salida, permítenos hoy ser mejores (para ti) que lo que
fuimos ayer, te lo rogamos en el dulce nombre de Jesús, Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario