lunes, 29 de julio de 2024

La paga justa de Dios.

 



En los días del Rey Salomón, se hacían muchas guerras, se peleaban por tierras, comida, personas, por autoridad, entre otras cosas, y lo interesante de todo esto es que cada uno que iba a la guerra lo hacía en nombre del dios en el cual creían; había una historia detrás de la vida de Salomón que no le permitía hacer las cosas bajo su propio ego, deseo o entendimiento, era el hecho de saber que Dios estuvo con su padre y con toda su descendencia desde el principio de los tiempos.

Salomón conocía a ese Dios que había conocido su padre, en el cual creía y confiaba; en la dedicación que hizo luego de terminar de construir el templo, en oración exclamo “…tu oirás desde los cielos, y actuaras, y juzgaras a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su poder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia”, quizás Salomón en ese momento  no entendía la magnitud y el poder de esas palabras; dice la biblia que cuando termino de orar, la gloria de Jehová lleno la casa (2Cronicas 7:1) y todos allí estaban gozosos y desempeñaban sus ministerios para alabar el nombre de jehová, porque entendían que la misericordia de Jehová es para siempre.

Lo único que Dios pide de nosotros es que nos humillemos ante El, que reconozcamos su poder, su amor y su perdón, que invoquemos su nombre, que oremos en su nombre, que busquemos su rostro y que nos convirtamos de todo corazón, a todo esto, El promete oír, perdonar y sanar. Dios quiere elegirnos para morar en nosotros, pero hay algo que debemos hacer primero; Salomón conocía esto y lo hacía conforme a lo que había visto en su casa con su padre, al final dice que no hubo hombre como Salomón y durmió con sus padres.

Dios no dejara sin recompensa ninguna cosa que nosotros hagamos aquí en la tierra, es por esto que cada día debemos estar atentos al llamado del Espíritu Santo, a la reconciliación con Dios, a conocernos nosotros mismos, a perdonarnos y a no querer hacer ni tomar justicia por nuestras propias manos. Dios ha prometido librar nuestras batallas, debemos confiar en El; Dios ha prometido estar con nosotros todos los días de  nuestras vidas, debemos creerle a Él; Dios ha prometido perdonar nuestros pecados, debemos aceptar su perdón; pero sobre todo debemos hacer lo que Él nos demanda “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonare sus pecados , y sanare su tierra” (2Cronicas 7:14)

No dudemos nunca de la fuerza y el poder de nuestro Dios; Él tiene el control de todo lo que nosotros le permitamos tener el control; El librara las batallas que nosotros le permitamos que libre por nosotros; pero debemos enfocarnos en darle lo que él requiere, simplemente nuestra fidelidad, nuestro reconocimiento de que Él es Dios, y de que Él es Todo poderoso. No intentes luchar tu solo, Dios te dará la victoria, aprendamos a entregarle a Él nuestras batallas, nuestros problemas, nuestras circunstancias o como quieras llamarlo.

Dios es Dios y es un Dios de poder; no se queda con nada pendiente de nadie, EL proporciona la justa paga al pecado; no dudemos de esto nunca, solo dejémoslo actuar por nosotros sin importar que digan los demás; no te sientas cobarde ni débil, solo debes sentirte “hijo de Dios”.

La invitación de hoy es a que dejes cualquier lucha que tienes, cualquier preocupación, cualquier problema, cualquier situación de derrota, tristeza, angustia, dolor… déjala en las manos de Dios, mediante la oración entrega todo a Él; permite que el pelee tu batalla, recuerda que el da justa paga (2Cronica 6:23); recibe la victoria y proclama la grandeza de Dios.

Oración del día: Dios de justicia derrama tu gloria hoy en nosotros, permítenos ver tus manos actuar a favor nuestro, no tenemos fuerzas para pelear, no queremos continuar sin ti ¡oh, Dios!, ven hoy a nuestro auxilio y regálanos la bendición de tu perdón, te lo rogamos en el dulce nombre de Jesús, Amen.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.