lunes, 8 de mayo de 2023

“Sed sobrios, y velad.

 



Como dice en el evangelio de Juan, éste daba testimonio de la luz, que fue desde el principio, y por medio de este testimonio, muchos vinieron a los pies de Cristo Jesús. De esa misma manera, los testimonios buenos o malos pueden edificar o destruir las vidas de las personas que nos rodean.

Aunque no podamos ver inmediatamente los resultados de estas cosas, ciertamente Dios, a su tiempo nos las mostrará. Así como Juan fue llamado para que diese testimonio de la luz (la cual es el Cristo), de esa misma forma todos nosotros hemos sido llamados para testificar de esa luz.

Hoy durante mis secciones de reforma espiritual, estaba conversando con unos amigos, reflexionando sobre una frase muy poderosa e importante (para mi) que dice: “¿Te has preguntado si las personas que están a tu alrededor, después de conocerte, son mejores seres humanos? ¿Le has sumado o restado?” (Dios Astacio, Éxito Integral); esta frase impacto mi vida grandemente, ya que muchas veces vamos por la vida tan enfocados en nosotros mismos (ensimismados) que nos olvidamos de levantar la mirada para ver cómo estamos impactando en la vida de los demás (puede ser positiva o negativamente).

Este mundo egocentrista, lleno de placeres mundanales efímeros, perecederos y traicioneros, nos tienen tan sumergidos en sus vanidades, que descuidamos, día tras día, nuestra vida espiritual, la cual debería de estar en primer lugar; somos seres espirituales, por lo que esto debería ser prioridad.

Tristemente, se nos escapan de las manos los mejores momentos, las mejores experiencias, incluso nos cegamos ante tan volátil suspiro, que es la vida misma; muchas veces cuando queremos reaccionar es muy tarde; otras veces nos preguntamos ¿Por qué la sociedad esta tan descompuesta? Pero no nos preguntamos ¿Qué estoy haciendo hoy para impactar positivamente en la sociedad, en mi entorno, en mi comunidad, en mi casa…?

Hemos sido llamados a la testificación, pero ¿sabemos que implica esto?; testificar implica una vida de conocimiento, de experiencias, de interacciones, de convivencias, de estudio… y todo esto relacionado a la luz del mundo (Jesucristo). No permitas que se apague tu luz, haz tu trabajo; busca, estudia, experimenta, predica, comparte, testifica del amor de Dios para con los hombres.

Como dice en el libro de 1Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” Digamos sí a Cristo y no al pecado; antes debemos aprender o conocer que son ambas cosas.

La invitación de hoy es para que entregues tu vida, deseos, expectativas y conocimiento a Dios; desaprendamos para poder conocer realmente a Dios, el creados de los cielos, tierra y de todo cuanto existe. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo. Dios te bendiga, y recuerda que hay oloracielo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sea tu si, si y sea tu no, no.