Al que venciere, yo le daré columna en el
templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre
de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende
del cielo, de mi Dios y de mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que
el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis 3:12-13).
Dios
en su infinita misericordia nos invita hoy a permanecer firmes ante las
batallas de esta vida; nos exhorta a vencer ante toda prueba, a que podamos
permanecer firmes en estos tiempos de tantas dificultades, de tantas prisas, de
tanta angustia.
Nos
promete también regalarnos morada en la nueva Jerusalén; termina diciendo que
el que tenga oídos que oiga; esto se refiere a que el mensaje esta dado para
todos, pero no todos serán capaces de escuchar y prestar atención a la palabra
de Dios.
Estamos
tan inmersos en los afanes de este mundo, que nos cuesta mucho dedicar un
tiempo al estudio de la palabra o a la oración, y mucho más nos cuesta el tener
un tiempo para la testificación; es por esto que es tan importante que abramos
nuestros ojos y oídos a la palabra de hoy; Dios está ahí esperando que nosotros
escuchemos y practiquemos su palabra.
Los
seres humanos somos tan complejos que nos cuesta mucho mirarnos a nosotros mismos,
nos cuesta tanto reflexionar en nuestras acciones o en las cosas que nos
afectan o nos apartan de la presencia de Dios; porque estamos constantemente
buscando los errores ajenos que los nuestros pasan desapercibidos.
Como
dice esta canción:
VEN A JESUS
Muy cansado estas, mucho caminar, mucho el esconderse como Eva y Adán
No resistes mas no demores más deja que te sane y llene de su paz
No corras más que tus pies te sangran sin parar
No dudes más que tan solo tiempo perderás
Ven a Jesús que te espera para darte amor
Ven a Jesús y descansa ya de tu dolor
Por más que quieras o tengas o gastes, no logras ser feliz
Por más que busques la dicha del mundo... suele acabar
Ven a Jesús y recibe el perdón y también su paz
Ven a Jesús que es aliento de vida y sanidad (BIS)
Sanidad
Esta es
una oración, un grito de amor para todos nosotros, aquellos que padecemos, sufrimos,
y nos entristecemos por las cosas de este mundo; para todos aquellos que necesitamos
una palabra de aliento y un abrazo para poder continuar; para todos aquellos
que estamos cansados de caminar sin descansar, de trabajar sin parar, de luchar
sin obtener victoria.
Para nosotros
Dios trae hoy esta promesa de amor registrada en la santa palabra de Dios;
esperanza para todas las naciones de la tierra; una luz al final del camino que
nos extiende una invitación para disfrutar de una vida eterna al lado del
creador del amor y de la paz.
Te
invito a que repitas conmigo: Dios aquí estoy, Tómame y transfórmame según tu
voluntad, perdona mis pecados y hazme instrumento útil para tu obra, en el
nombre de Jesucristo Amen.
Disfruta
de las maravillosas promesas de Dios hoy y todos los días de tu vida. Dios te
bendiga. Recuerda que hay oloracielo.
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