miércoles, 1 de marzo de 2023

El presupuesto de la vida.

 

 



Un presupuesto  hace referencia a la cantidad de dinero que se necesita para hacer frente a cierto número de gastos necesarios para realizar un proyecto; es como una estimación tanto de los ingresos como los egresos que se presume utilizar para la realización de algo.

Esta es una herramienta necesaria para toda persona, ya sea para uso personal como para uso colectivo o empresarial. Esta herramienta nos indica el lugar donde (económicamente) nos encontramos y nos proyectas a donde queremos estar.

Esto, si lo llevamos al plano espiritual, podríamos definirlo como el plan descrito de una vida cristiana para alcanzar la salvación y vida eterna. Paradójicamente las personas normalmente no utilizan esta herramienta en su vida cotidiana, y muchas otras veces a nivel colectivo no realizamos las proyecciones de manera correcta.

Esto provoca que nos veamos desorientados ante los imprevistos de la vida. Teniendo en cuenta que estos imprevistos de la vida también pueden ser presupuestados, entonces podríamos decir que no estamos utilizando correctamente esta herramienta tan importante.

Sin miedo a equivocarme puedo inferir que las mayorías de las personas conocen el significado de un presupuesto, saben que es una manera fácil de llevar las cuentas o informes de sus recursos monetarios, pero tristemente pocos utilizan un presupuesto escrito como parte de sus finanzas personales o familiares.

Son pocas las familias que tienen por costumbre realizar un presupuesto periódicamente para el manejo de sus dineros en el entorno familiar. Esto provoca que nos sintamos vulnerables, y que suframos las consecuencias de las problemáticas cotidianas.

Al inicio de la historia de la humanidad, se nos encomendó y se nos instruyó a los fines de que pudiéramos administrar todo lo que Dios había creado, esto incluye plantas, animales y cosas. Esta administración requiere necesariamente del uso adecuado y oportuno de un presupuesto, y una relación muy estrecha con nuestro creador; incluso con el (presupuesto), podríamos medir más efectivamente el uso de nuestro tiempo.

Actualmente existen muchas formas y estructuras diferentes para la confección de un presupuesto, pero de una manera sencilla quiero compartirles un breve esquema que pudiera ayudarles a administrar sus recursos como buenos mayordomos; a continuación les muestro los ingredientes: sólo necesitan identificar y clasificar los ingresos y los gastos en una planilla que puedan rellenar con la información que ustedes entiendan importante y conveniente para ustedes. Luego de identificar y clasificar solo deben  aplicar la formula siguiente: Ingresos (-) Gastos (=) Disponibilidad.

 Pueden quitar o agregar cualquier otro concepto para los renglones de ingresos y gastos, al igual que pueden realizarlo con la periodicidad que más les convenga. Acomódenlo a su necesidad.

Recuerden que una buena administración no solamente incluye la parte económica o monetaria, sino, saber administrar todo cuanto nos rodea, material o inmaterial.

El éxito de José como administrador (historia bíblica en Génesis 37-50), radicó en su relación con Dios y la fidelidad a Él. Por eso la invitación en este día es para que verifiquemos nuestra relación con Dios y organicemos nuestra vida tanto física como espiritual, utilizando la herramienta que les compartí en el párrafo anterior. Nuestro presupuesto lo podemos enfocar en cantidades monetarias o en tiempo.

Dios te bendiga, te guarde y te permita disfrutar de una vida plena en Jesucristo. No olvides visitar nuestras redes sociales, y visitar nuestro canal de YouTube oloracielord, suscríbete y comparte. Bendiciones.


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