viernes, 24 de febrero de 2023

Los lunares de la vida.

Un lunar no es más que una acumulación de células de la piel llamadas melanocitos, que crecen en grupos. Estas células llaman la atención porque son diferentes al resto del entorno donde se encuentras, generalmente salen de la cintura hacia arriba en dirección al sol.

Estas agrupaciones de células de colores más oscuras que nuestro resto de piel, muchas veces se ven llamativas, exóticas y hasta sensuales; en otras ocasiones debemos de ponernos en alerta pues podrían significar señales de peligro inminente.

Así como funciona nuestro cuerpo, también funciona nuestro cerebro, vamos acumulando en nuestra mente escenas, hechos, circunstancias, palabras, recuerdos dramáticos o trágicos, que hace que se vaya modificando nuestra forma natural y humana de pensar y por consecuencia actuar.

Recordemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis: 1:27), y que todo lo que El creó, lo hizo bueno en gran manera (Génesis 1:31), por esta razón (se supone) nuestros pensamientos, palabras y acciones deben estar enfocadas en amar a Dios, a nosotros y a nuestro prójimo.

Tristemente, existen un grupo de personas que están enfocadas en dañar, denigrar, rebajar, y hasta exterminar, tanto las relaciones con los demás como consigo mismo mismos. Es triste ver como nosotros mismos somos capaces de dañarnos sin ni siquiera sentir un ápice de misericordia o arrepentimiento.

Estamos tan acostumbrados a lo malo, que lo llamamos “bueno”, y viceversa; esta forma de destrucción está siendo promovida por todos los medios posibles, tv, radio, internet, prensa escrita etc.; y nosotros, los llamados cristianos (no porque pertenezcamos a una congregación en especial, sino porque creemos en Jesucristo) estamos ayudando a difundir lo malo; me preguntaras ¿Cómo es esto?, pues te cuento que cuando permitimos que nuestros niños y jóvenes escuche y vean todo lo que este mundo le suministra, y no somos capaces de instruir, corregir y supervisarlos, entonces estamos promoviendo lo malo.

Una cosa tan simple como no hacer nada, puede ser el ingrediente principal para que todo lo que viene sea un desastre. Si no prestamos atención, si no vemos las alertas y hacemos algo para corregir lo malo, entonces se puede convertir en un tumor maligno, como esos lunares que salen en nuestra piel y que van creciendo lentamente, pero no prestamos atención hasta que ya es demasiado tarde…

Dios hoy nos llama a que estemos atento a nuestros hijos (niños, jóvenes o adultos), nos llama para que les dediquemos tiempo a la salud mental y espiritual tanto de nuestros hijos, como a nuestra propia vida espiritual y física.

Saca tiempo para el culto familiar, incentiva la participación de tus hijos en las actividades de la iglesia, cultiva la cortesía, la moral, el civismo, el respeto y el compromiso social en tu familia. Volvamos a las sendas antiguas, busquemos el rostro de Dios en oración y le hallaremos y disfrutaremos de las maravillosas promesas de vida en abundancia, pero vida “buena en gran manera”.

Dios te bendiga y te guarde y haga resplandecer su rostro sobre ti. Recuerda pasar por nuestro canal de YouTube, suscríbete y comparte el mensaje de esperanza; en redes sociales estamos como oloracielord, y recuera, debemos estar atentos a los lunares de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sea tu si, si y sea tu no, no.