martes, 21 de febrero de 2023

Tolerancia.

Cuando hablamos de tolerancia, nos referimos a esa actitud que poseen las personas que respetan las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas, aunque no coincidan con las opiniones propias; esto nos pone a pensar entonces, que estamos carentes de tolerancia, lo cual se ve reflejado en todos los lugares que visitamos, por las calles que transitamos, con las personas que tratamos a diario, etc. Y ni hablar de cuando nos toca salir a la calle a manejar para trasladarnos de un lugar a otro; el nivel de tolerancia es cero; ciertamente vivimos a la defensiva, queremos todo rápido y para nosotros solos.

Esto nos vuelve cada vez más egoístas, más vulnerables y menos pacientes. Con todos estos sentimientos desordenados, lo único que conseguimos es estar tristes y malhumorados; lo que a su vez nos lleva a ser agresivos con nuestros semejantes. Debemos hacer hoy un alto, y pensar ¿Cómo esta nuestro grado de tolerancia? ¿somos capaces de respetar las opiniones de los demás? ¿estamos en la capacidad de proporcionar ayuda a nuestros semejantes? ¿irradiamos paz y felicidad en nuestras acciones? ¿estamos en la capacidad de dialogar y llegar a acuerdos importantes con nuestros contrarios? ¿reflejamos con nuestras acciones lo que predicamos con nuestra boca?...

Es fácil estar bien con aquellos que se llaman ser nuestros amigos, pero es muy difícil convivir con nuestros enemigos, y lograr crear un ambiente habitable, afable, confortable, en el cual podamos desarrollarnos y permitamos que los demás también se desarrollen.

Este es el propósito divino, que podamos estar unánimes, con un solo sentir, como dice en Filipenses 2:2 “hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito”.

Para poder lograr esto es necesario que el amor de Dios more en nuestros corazones; esto es posible siempre y cuando nos entreguemos por completo a la voluntad del Padre celestial, le lleguemos a amar con todas nuestras fuerzas y estemos dispuestos a recibir su perdón y su amor.

Hoy te invito a depositar todas tus cargas en las manos de nuestro Dios eterno, que te coloques en la actitud de recibir el perdón y el amor de Dios, y que en esa misma medida estemos dispuestos a dar perdón y amor a los que nos rodean, sin importar que estén de acuerdo o no con nuestras ideas y opiniones.

Que Dios te bendiga, recuerda pasar por nuestras redes sociales como Oloracielord, y nuestro canal de YouTube Oloracielord. Bendiciones.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.