Si en el día de
hoy ha amanecido lloviendo, con mucho frío y no tienes deseos de hacer
absolutamente nada... es tiempo de organizar y recargar la mochila de la
esperanza.
Todos tenemos algún anhelo, sueño o meta que quisiéramos
completar antes de que el año concluya; pero a veces se ve interrumpido por
esos días grises que aparecen en nuestras vidas. Esos días grises a veces traen
mucha agua, mucho frío o quizás dejadez y tristeza....
Así que cuando lleguen, debemos estar
preparados para ponernos a organizar la mochila de la esperanza; ¿Cómo hacerlo?
fácil, sólo tienes que verificar tu lista de metas por cumplir, la lista de tus
sueños o de las cosas que te gustaría hacer.
Al hacerlo debes buscar en tu memoria ¿qué
cosas tenías allí cuando empezaste a planificar ese proyecto... ¿para qué lo
quieres hacer? ¿por qué todavía es importante para ti? ¿cuáles herramientas te
faltan? ¿qué tiempo te falta para llegar? ¿quiénes te acompañan en ese viaje?
¿crees que te falta alguna cosa para continuar? ¿esta Dios entre las
prioridades de ese proyecto, meta, viaje o sueño? ¿qué tienes que dejar atrás?
¿cuáles estrategias pudieras implementar para reforzar y asegurar tu
proyecto?....
Esa lista será tan extensa o tan corta como
lo decidas tú. Sólo asegúrate de nunca abortar la misión, nunca desistas de tu
sueños, nunca dejes que las circunstancias de la vida determinen si continúas
con ellos o no. No permitas que nadie ni nada te robe tus sueños y metas por
cumplir.
En estas fechas en que se acerca el año
nuevo, es importante verificar esa lista, porque pronto ya será hora de hacer
la lista nueva.
En este proceso nunca olvides invitar a Dios
a que encabece y dirija todos tus proyectos y metas, es más fácil trabajar en
equipo; recuerda que Dios y tú son mayoría; que si Dios está contigo, entonces
¿quién contra ti? Romanos 8:31
Dios está siempre dispuesto a colaborar con
nosotros, a ayudarnos, a consolarnos, a acompañarnos... sólo tenemos que pedírselo,
Él siempre está ahí. Hoy no es la excepción, sigue estando allí para ti y para
mi; no importan los días fríos, de lluvia o tormentas, El sigue estando ahí.
Vamos, no esperes más, verifica y organiza tu
lista. Invita a Dios a estar allí en primer lugar, trabaja con Él como el
equipo campeón y disfruta el viaje hasta alcanzar tus metas. Hoy es un buen día
para empezar, no lo desperdicies, también los colores grises tienen su belleza.
Dios te bendiga y te fortalezca.
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