He crecido escuchando decir que "La
curiosidad mato al gato" y creo sinceramente que es una frase digna de
utilizar en estos tiempos, cuando vamos a dirigirnos a nuestros jóvenes.
Es verdad que en estos tiempos es muy difícil
confiar tanto en una información como en un contenido; imagínate lo que eso
puede representar para la juventud, la cual no ha pasado por todas las
experiencias que pueda llegar a tener un adulto mayor.
Estas mismas experiencias son las que van
forjando, en nosotros, una coraza extraordinaria, en contra de los engaños de
este mundo; pero lamentablemente nuestros jóvenes no tienen la capacidad de discernimiento
con la que cuentan los más adultos; es por esto que es de suma importancia
trabajar con ellos, para ellos y por ellos. Hagamos que el nivel de curiosidad
en ellos sea mínimo; ayudémosle lo más que podamos; colaboremos con la mejor de
las causas.
En la biblia podemos encontrar muchas
historias en la que relatan asombrosos milagros con niños y jóvenes; pero una
de las historias que más me gusta es el de la hija de Jairo; Este hombre era un
líder de una sinagoga, por ende era un hombre importante (dentro de la sociedad
de esa época), ante los ojos de los hombres; pero ese mismo hombre reconocía
que a pesar de todo lo que podría haber tenido de poder en esta tierra, Jesus
era más poderoso, Jesus tenía el poder de poder salvar a su pequeña hija amada de
tan solo 12 años.
En primer lugar, este hombre va al
encuentro con Jesus (nosotros los padres, estamos llamados a ir en busca de
Jesucristo, a conocerle, a entregar nuestras vidas a Dios), luego le ruega a
Jesus que salve a su hija, él estaba seguro de que Jesus podía hacerlo.
En segundo lugar, reconoció su debilidad,
en un momento de desaliento, cuando fueron a decirle a Jairo que su hija había
muerto, que ya no había tiempo (humanamente hablando), Jesus se acerca y le
dice a ese padre triste "no temas, solo cree en mi"; cuando
estuvieron en la casa de Jairo, Jesus pidió que lo dejaran solo en la habitación,
solo con sus discípulos, los padres de la niña y El; esto debe darnos un
ejemplo muy concreto de en quien debemos colocar la confianza de instruir,
cuidar, vigilar y ayudar a nuestros hijos; solo a las personas que tienen la
misma convicción de nuestra fe, a los padres, porque es nuestra responsabilidad
y por sobre todo a Jesus.
Hoy te sugiero que cualquier curiosidad
que puedan tener tus hijos, nuestros jóvenes, niños, etc., estamos en la obligación
de ayudar, de brindar ese apoyo que ellos puedan necesitar, para poder
sobrevivir en este mundo tan complicado.
Les regalo esta estrofa de una canción que
me encanta:
Pon tu fe
en Jesús
Y verás qué fácil es
Compartir, vivir, amar
Caminar, correr, volar
Pon tu fe en Jesús
Y verás que tú podrás
Luchar sin miedo a nada
Y sin necesidad de espada
Si pones tu fe en Jesús
Hoy pon tu fe, tu familia y tus proyectos en las manos de
Dios. Bendiciones.