En momentos de dificultad, clama a Dios,
En
momentos de angustia, clama a Dios,
En
momentos de desesperación, clama a Dios.
En
momentos de total desesperanza, clama a Dios.
En
momentos de tristeza, clama a Dios.
En
momentos de dolor, clama a Dios.
En
todo tiempo, clama a Dios...
En
cualquier momento, alaba a Dios, aunque estés triste... o si estas alegre,
alaba a Dios.
Y
recuerda, no te olvides de agradecer. Dios te dice en su palabra en el Salmos
138:7
"Aunque yo ande
en medio de la angustia, tú me vivificarás; extenderás tu mano contra la ira de
mis enemigos, y tu diestra me salvará".
Que
Dios pueda vivificar nuestras vidas en este día, que su mano poderosa nos
sostenga, y que podamos alabar su nombre en todo tiempo. Dios te bendiga.
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