En
estos tiempos de tanta dificultad, inestabilidad, enfermedad, sufrimiento,
desesperanza, entre otras cosas, es difícil hablar de esperanza; incluso ya
casi no escuchamos esta palabra a menos que alguien quiera consolarte y te
recuerde que la esperanza es lo último que se pierde (pero a veces lo decimos
pero no lo sentimos).
Es
muy cierto que las preocupaciones, la ansiedad, el miedo y la falta de
esperanza han llevado a muchas personas a padecer de depresión, que es una
terrible enfermedad, silente, que muchos padecemos y que quizás no somos
capaces de reconocerlo y mucho menos de buscar ayuda; y cuando lo hacemos,
puede que sea ya muy tarde.
Es
probable que al estar sumergido en la depresión, se dañen órganos importantes,
como puede ser el corazón; puede desencadenar un padecimiento de colesterol
alto, puede desarrollar diabetes, insuficiencia renal, entre otras mucha tantas
enfermedades que van deteriorando el cuerpo físico, hasta acabar con él.
Según
un estudio realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), nos dice
que para este año 2020 la depresión estaría compitiendo con las enfermedades
cardíacas, el trastorno de salud de mayor incidencia sanitaria en el mundo.
Impresionante, no?
Si les
dijera que las ventas de medicamentos antidepresivos a nivel mundial son
alrededor de unos 12,000 millones de dólares; y que pocas personas conocen los
efectos secundarios que estos producen; y que incluso el consumo de estos por
parte de los jóvenes, puede volverlos más agresivos y violentos, me creerían?,
lamentablemente esto es cierto, y pasa desapercibido por las vidas de cada uno
de nosotros.
Esta
enfermedad también es la responsable de un alto porcentaje de los trastornos
relacionados al abuso y consumo del alcohol, de sustancias controladas, e incluso
de la cantidad de suicidios en el mundo. Y todo esto por la falta de esperanza.
La
esperanza nos conduce desde lo que es hasta lo que puede ser. Es por
esto que quiero compartir con ustedes tres secretos que he encontrado en la lectura
del libro “Esperanza en medio del caos” para encontrar la paz duradera, y con
esto aumentar nuestra esperanza en que estaremos en un lugar mucho mejor.
Estos
secretos son:
v “Nunca
perdamos la esperanza de que Jesús regresara”
v “Jesús
está disponible en cualquier momento del día para orientarnos y dirigirnos a través
de la oración”
v “Jesús
jamás nos dejara solos”
Hoy
te invito a que no permitas que la falta de esperanza te lleve a la desesperación;
Jesús ha prometido estar con nosotros todos los días y hasta el fin del mundo, así
lo dice en Mateo 28:19-20.
Dios
te bendiga y te guarde, que tengas un bonito día; comparte esperanza, Dios es
bueno.
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