Las 4 “C”, para mí, para ti, para todos. (3ra parte). La Consistencia.

 Hoy hablaremos de la Consistencia. Normalmente se define como la cualidad de lo que es estable, coherente y no desaparece fácilmente. También se define como (adjetivo consistente) para calificar a aquello que cuenta con consistencia o que consiste. La idea de consistencia, por su parte, está vinculada a la firmeza, la persistencia o la estabilidad.

 Si buscamos en la biblia la palabra consistencia, ella nos traerá las más hermosas promesas que Dios tiene allí para nosotros, y presenta la consistencia como parte del carácter del mismo Dios, el cual todo ser humano debería imitar.

 El pasaje del evangelio de Mateo que dice: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir a Dios y á Mammón. 6:24”, es contundente con respecto a definir como debe ser el carácter del hombre.

 También en el libro de Gálatas nos dice: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado. 6:9”, es una promesa hermosa que nos motiva a ser consistentes en lo que creemos y en lo que hacemos, porque en su momento obtendremos la recompensa de parte de Dios.

 No podemos cansarnos de predicar la palabra, de hacer el bien al prójimo, de escuchar al que lo necesita, de dar al que requiere de nosotros, de alentar al decaído; Jesucristo nunca se cansó de hacer el bien, de proclamar la palabra de Dios, de sanar a los enfermos, de dar a los necesitados… en fin Jesús practico la consistencia con la humanidad, nosotros deberíamos seguir su ejemplo.

 Jóvenes, recuerden la historia de Daniel; El a pesar del edicto del Rey, nunca dejo de ser consistente con lo que cría y predicaba. Sus acciones estaban en franca armonía con sus palabras y sentimientos.

 Hoy te invito a que oremos a nuestro Dios para que nos otorgue el don de ser consistentes en la búsqueda de la sabiduría, en la propagación del evangelio y en la práctica de la misericordia. Recordemos que todo don perfecto proviene de Él. Imitemos a Jesús, es el mejor ejemplo a seguir.

Dios te bendiga.