Es
así como comenzó mi relación con Dios, pero ahora en otro nivel. Tuve que
experimentar la más amarga experiencia que un ser humano puede pasar, para
aprender a depender de Dios; aprendí durante ese proceso, a no cuestionar a
Dios en forma impertinente y necia, sino de manera de humillación y amor; deje
de preguntar ¿Por qué? Y comencé a preguntar ¿para qué?; y fue impresionante la
forma en la que Dios me preparó para poder resistir, y aprender a esperar en
El.
Es
ahí cuando aprendí el verdadero significado del versículo 31 del capítulo 40 de
Isaías que dice: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán”.
De
esa situación y en lo delante de mi vida, comenzaron a suceder cambios, empecé
a experimentar la mano de Dios en cada cosa de mi vida; y entonces entendí el
significado de este salmo: “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera
de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar
en las moradas de maldad”. (Salmos 84:10)
Hoy
te invito a que vivas esa experiencia de vida abundante en los brazos de
nuestro Dios, no esperes a que te suceda algo triste, amargo, duro… pídele que
te rescate de los fondos tristes y sin colores de este mundo, y te muestre las
maravillas de sus moradas y la abundancia de su misericordia.
Dios
siempre está dispuesto a darnos lo mejor de Él; ¿y tú, que le darás a Dios?; Recuerda
que Dios es bueno todo el tiempo, todo el tiempo Dios es bueno.
Bendecido
día, y que la paz de Dios te acompañe hoy y siempre.
Posdata:
Si quieres saber más sobre lo acontecido en mi vida, te invito a que
permanezcas atento para la publicación de mi libro.
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