En
la biblia hay infinitas promesas de amor de parte de Dios; hoy quiero compartir
una de ellas contigo, a propósito de esta pandemia. La promesa que quiero compartir
contigo, se encuentra en el libro de Apocalipsis 21:4 “Y Dios enjugará toda lágrima
de los ojos de ellos. Y no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor,
porque las primeras cosas pasaron”; Estas palabras quisiera que te imagines
escuchar estas palabras de la misma boca de Dios, sentir la seguridad de que Él
está ahí junto a ti y te dice “tranquilo hijo mío, volveré y todo esto habrá
pasado ya”.
No
importa todo lo que estés mirando, padeciendo, escuchando o sintiendo; es un
tiempo de prueba, de espera, de resistencia. Vayamos a la biblia y busquemos
todas esas promesas, que nos aseguran
que Dios volverá y colocara todas las cosas en su orden divino.
No
te desesperes, pues todo ocurrirá al tiempo de Dios; todo está divinamente
planificado y revelado a través de los profetas, tal como dice el libro de Amos
“Nada hace Dios, el Señor, sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. (Amos
3:7)”. Por eso espera en El y EL hará.
Lo
que nos toca hacer en este tiempo es “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos
amados, y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en fragante aroma. (Efe. 5:1,2)”.
Y
que cuando Cristo venga, nos encuentre preparados, para ir a vivir con El por
toda la eternidad, en aquella hermosa ciudad que describe la biblia, y que allí
podamos estar con nuestras familias, amigos y conocidos; todos aquellos que han
aceptado servir al Dios vivo, al Dios de amor y cumplir su palabra.
Bendiciones.
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