Cuando
deseamos hacer algo, lo hacemos; muchas
personas les cuesta trabajar con otros, tal vez porque piensen que el otro no
va a hacer las cosas como ellos les dicen, o porque tienen temor de que algo
salga mal; pero en realidad, cuando se trabaja en conjunto o cuando tenemos
ayuda de alguien más, la carga del trabajo puede ser más liviana; quizás podremos
obtener mejores resultados, o tal vez realmente lo hagamos, pues muchos suelen
dejar los proyectos por mitad por cansancio, desilusión, falta de fe en ellos
mismo, o por lo que sea.
Pero
sé que tú no eres así, sé que lo que te propones lo logras; luchas
incansablemente por lo que realmente quieres, y te esfuerzas lo suficiente para
conseguirlo. Pero, hay días en que te sientes agotado, cansado, con ganas de
tirar la toalla, como muchos otros, y es ahí cuando recuerdas lo afortunado que
eres, todas las cosas que Dios te ha dado, porque estas viva o vivo, porque has
llegado hasta ahí, y solo te falta un empujoncito para lograrlo.
Pues
ese empujoncito puede ser esta frase que encontré en la biblia, que para muchos
sonara como un cliché, pero que para mí en particular, representa ese
empujoncito que a veces necesito, y esa frase es:
“Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece. (Filipenses 4:13)”
Y
sabes por qué es un empujoncito para mí?, porque inmediatamente viene a mi
mente el completivo de esa fuera, la promesa divina de parte del mismo Dios: “…y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20) Amen.
Dios
es bueno todo el tiempo, y ha prometido estar con nosotros todos los días, por
eso recuerda siempre, que El estará ahí para ti siempre que necesites ese
empujoncito; Dios te guarde y que tengas un excelente día.
Bendiciones.
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