viernes, 13 de marzo de 2020

¿Qué es ser impío?



Para la palabra impío, existen varios significados, esta puede significar por ejemplo: Que no tiene o no siente compasión o piedad; Que no demuestra ninguna devoción religiosa o ningún respeto por las cuestiones religiosas. En definitiva, es un concepto que proviene de un vocablo latino que sirve para referirse a alguien que carece de la virtud de la piedad o de fe en Dios.

No es trabajo de ningún ser humano el determinar quién es o quién no es un impío, eso es trabajo del Espíritu Santo, pues es El quien convierte los corazones a Dios; El convence de pecado y juicio; lo dijo el mismo Jesucristo redactado en el evangelio de Juan cuando dice: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado (Juan 16:8-11).

Y dice más sobre este tema en el libro del profeta Ezequiel: “Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina (Ezequiel 18:30).

 Así que, pues, enfoquémonos en hacer la voluntad de Dios, más que estar enfocados en lo malo que nuestro prójimo está haciendo. Siempre estamos listos para decir o referir lo malo que hace nuestro prójimo, incluso llegamos a juzgar a algunos cristianos o seguidores de Cristo cuando decimos en forma despectiva “y eso que es cristiano” o “a Dios rogando, y con el mazo dando”. Recuerda que con tu ejemplo de transformación puedes hacer cambiar una actitud de alguna persona, puedes transformar una mala reacción con un acto de bondad o piedad, puedes llevar alegría a alguien con simplemente sonreír y escuchar, recuerda que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra… aprendamos a dar más que a recibir. Busquemos el fin mismo del evangelio el cual es la transformación de nuestro espíritu y la modificación de carácter, mente y cuerpo.  ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1Corintios 6:19).

Hagamos hoy como Daniel, que ciertamente no había pecado, pero que hizo una oración hermosa por todo el pueblo. Comienza presentando todos los pecados del pueblo incluyéndose él mismo entre los que han cometido tales hechos, y dice:

“Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. (Daniel 9: 4-6).

Continua reconociendo la grandeza del Dios altísimo en quien él confía: De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado (verso 9) y hace un reconocimiento total del poderío y de la veracidad de la palabra de Dios hasta el verso 17, y es entonces en el verso 18 y 19 que hace su pedido: “Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo”.

Es esta la oración la cual te invito a que hagamos hoy a nuestro Padre celestial; Dios no tardara en responder a cada una de nuestras peticiones, pues recuerda que Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta (Números 23:19).

Que Dios nos permita tener un excelente día en la compañía del Espíritu Santo, otorgue el perdón de nuestros pecados y extienda su misericordia hasta nosotros. Que Dios te bendiga y te guarde, recuerda que en www.oloracielo.blogspot.com estaremos orando por ti.

Bendiciones.


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