miércoles, 12 de febrero de 2020

¿A quién le crees?


El mundo generalmente te muestra su lado bueno, exquisito, exótico, fino, caro, importante, relevante, entre muchos otros calificativos que se pudieran escribir para definir los placeres que te ofrece. Pero al final del día, cuando estas solo en tu habitación, talvez meditando en tus acciones del día, o quizás repasando todas las escenas de lo que hiciste durante todo el día, te darás cuenta que hay cosas que hiciste que quizás ni te acuerdas, o que tu mente no registro como importante. Hay otras sin embargo que te hacen pensar mucho y a veces no te permiten dormir. Son esas cosas que nos hacen a veces no saber dónde estamos, ni quienes somos, y mucho menos para dónde vamos.

Es interesante ver cómo el hombre tiene la capacidad de crear acciones que predicen ("en cierta forma") las cosas que sucederán en el futuro. ¿Has visto alguna vez una película que, al trascurrir de los años, pasa exactamente lo que en ella viste? Sin embargo, cuando se trata de visualizar el futuro para algo que queremos o tenemos que hacer, se nos dificulta ver más allá de nuestro presente.

Es triste ver como esas personalidades como estrellas de cine, artistas en general, incluso gente que no precisamente están en los medios o son influencer, se dejan llevar por todos estos atractivos que da el mundo y al final del día están solos y tristes, tan tristes que se acercan a malas compañías… pero esto no es para criticarlos ni juzgarlos (nunca, ese no es mi trabajo), es para que hoy levantemos la mirada y seamos capaces de ver un poco más allá con cada acto que realicemos. No pensemos que nadie nos mira, no pensemos que nadie nos escucha, no pensemos que a nadie le importamos, no pensemos que vivimos solos en este mundo… recuerda que somos mucho más de 6,000 millones de personas en el mundo (eso es realmente muchooo).

Dios nos dice a través del libro de Proverbio en el capítulo 23 verso 26: Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos… Y esto es justamente lo que deberíamos hacer todos los días de nuestra vida. Levanta hoy tu mirada, no para mirar altaneramente a nadie, pensando que lo puedes todo (porque siempre habrá algo que no podrás hacer), sino para que puedas ver la gloria de Dios alrededor de ti, cubriéndote, librándote de todo mal, y acompañándote en todo lo que haces, algunas veces para ayudarte, otras veces solo se queda como espectador de tus acciones que con tristeza te digo que les desagradan.

Pero, como todo en la vida tiene su lado positivo, hoy te invito a que hagas un análisis retrospectivo e intentes inclinar tu oído y tu corazón a Dios para que puedas escuchar cuando dice: “Hijo mío te amo tanto, que por amor envié a mi hijo Jesucristo a morir en aquella cruz por ti” …

Por eso hoy te pregunto ¿a quién le crees? A este mundo o a Dios..., yo te digo créele a Dios con él nunca se pierde ni se empata, solamente se gana.

Dios te bendiga rica y abundantemente.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.