No es
lo mismo creer en Dios que creerle a Dios. ¿Qué entiendes tú por esta acepción?
¿Cómo contestarías tú a esta pregunta?
Tal
vez ni siquiera dediques tiempo a hacer este ejercicio, quizás no te parezca
interesante, puede ser que sólo leas esta reflexión y ni siquiera la compartas
con alguien más. Lo cierto es que todos creemos en Dios, ya que entendemos que
hay un ser superior que nos creó y nos cuida, otros lo entienden como la
persona que nos castiga si hacemos algo mal, o la que puede vernos en todos los
lugares, y escuchar todo lo que decimos y hasta lo que no decimos.
Bueno
todo lo antes dicho tiene algo de verdad. Cierto es que Dios nos escucha, nos
ve, nos ayuda y hasta nos puede dar nuestros castigos de vez en cuando, veámoslo
como un padre amoroso. Pero la cuestión es si le creemos a Él o creemos en El?.
Yo,
particularmente le creo a Dios, el (como dice en su palabra) no es hombre para
mentir ni hijo de hombre para que se arrepienta. Cuando lo he necesitado ha
estado ahí, incluso si no lo necesito (según mi humanidad); es mi refugio, mi
fortaleza, mi pronto auxilio en tribulación, mi consuelo, mi luz, mi guía, mi soporte, es el que me da
fuerzas cada día para continuar, el que me llena de esperanza, el que me
alienta, también es el que me hace ver cuando estoy en un error.
Cualquiera
cree en Dios, pero hoy te exhorto a que le creas a Dios. Bendecido día, y recuerda compartir las
reflexiones con tus amigos.
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Bendiciones.
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