martes, 8 de octubre de 2019

¿Ya no ves nada más?



A veces amanecemos así, que no vemos nada a nuestro alrededor. Te caes, lloras, te levantas; vuelves a caer, vuelves a llorar y te vuelves a levantar…. Y así van pasando lentamente tus días en esta tierra… Pero llega un momento en que lo piensas para levantarte, quisieras quedarte allí, restregando tus lágrimas una y otra vez, sin importar a quien le hagas daño con esto (aparte de ti mismo).

Pero, ¿sabes qué?, hoy te quiero regalar 7 herramientas poderosas que harán que puedas mantenerte en pie, y harán que cuando caigas sea para orar agradeciendo a Dios por los milagros en tu vida.
Recuerda lo que dijo Pablo: Cree en Jesucristo y serás salvo tú y tu casa (Hechos 16:31); Espero en Dios todo poderoso que estas herramientas  te sirvan para retomar el rumbo de tu vida, y transformar tu lamento en canto.

Oración: para que entendamos que necesitamos de Dios y que confiamos en que Él nos ayudara, y cuando recibamos el favor de Dios, seamos capaces de agradecer.

Perdonar: de esta manera podemos sacar todo lo que nos estorba, todo aquello que llena el lugar que debería estar ocupado por Dios, para que pueda existir el espacio suficiente para recibir los favores de nuestro Dios, y para que podamos experimentar la paz que sólo él nos da.

Amar: porque es el único capaz de acabar con los sentimientos de fracaso, de dolor,  de tristeza, de derrota, y de todo aquello que pone al ser humano de espaldas a Dios.

Ayudar: es la única manera de demostrar que estamos llenos del amor de Dios, que estamos agradecidos de los favores recibidos, que amamos a Dios y que amamos a nuestro prójimo.

Testificar: es la mejor manera de expresar los cambios o las transformaciones de las que hemos sido testigos al andar de la mano con nuestro Señor Jesucristo.

Bendecir: es un acto fruto del agradecimiento, capaz de atraer los mejores deseos a la vida de las personas que amamos; Y el amar a nuestro prójimo es un mandamiento dado y escrito por la misma mano de Dios.

Ayuno: esto nos ayuda a purificar nuestra vida, nuestro entorno, nuestros pensamientos; Y no implica solamente el abstenernos de comer algo, no, es también abstenernos de sentir algo, de ver algo, de hacer algo; es constreñir nuestro espíritu para doblegarlo a la influencia del Espíritu Santo.

Que Dios te llene de sus favores en este día. Bendiciones.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.