¿Y ahora, quien podrá defenderme?

No te has sentido a veces como si nadie te entendiera, y como que nada de lo que haces puede hacer mejorar tu situación?, por más que te esfuerzas, nada funciona, nada te hace sentir mejor.

El ser humano tiene un abogado, que es llamado a veces sacerdote, tal como dice en Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”… No hay una sola cosa que te halla pasado y que Dios no te pueda entender, fue la misión de Jesucristo encarnarse y vivir en carne propia todas y cada una de las cosas que también vivimos nosotros cada día, fue tentado en TODO dice la palabra, pero no peco, gloria a Dios!, es maravilloso entender esto; no hay una situación que por más difícil que parezca Dios no pueda entender; Dios entiende todo lo que nos pasa, es por esto que hoy te invito a que pongas tu confianza en las manos de Jesucristo;  cualquier situación, tentación, carencia, vicio, dificultad, no hay nada que nos ocurra que él no conozca, que él no nos pueda ayudar, Dios de todo tiene el control.

Siempre digo “Dios es bueno todo el tiempo, todo el tiempo Dios es bueno”…. Tienes dificultad económica, tienes carencia de salud, no ves la luz al final del túnel, sientes que te están despreciando aquellas personas que antes decían que te amaban, por tu mente ha pasado por casualidad el pensamiento de darte por vencido o tal vez acabar con tu vida?...

Ni lo intentes, nuestro Dios conoce todo, y ya tiene la solución para todo aquello que te agobia, que te molesta, que te inquieta, que perturba tu paz…. A caso crees que no sabes orar, y que por eso que tú crees Dios no te va a escuchar?... Ora, clama, alaba su nombre, canta alabanzas, glorifica su nombre, y sobre todas las cosas da gracias por sus bondades y por su misericordia, y por los milagros que ha hecho y por los que hará, eso es fe.

La biblia dice, “El que habita al abrigo del altísimo, morara bajo la sombra del omnipotente” (Salmos 91:1), confía en Dios y El hará.

Que  Dios te regale un día lleno de su amor y su misericordia, que no te sientas solo ni sola, pues por fe sabes que habitas bajo la sombra del omnipotente Dios. Que tengas una linda mañana y un atardecer lleno de agradecimientos.