En Isaías del 28 al 31
nos dice:
“¿No has sabido, no has
oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance.
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no
tiene ningunas.
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán
alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Este texto primeramente
nos recuerda que el Dios eterno en Dios
el gran YO SOY, que hizo todo lo que conocemos y todo lo que existe bueno en
gran manera. Nos recuerda que Dios no se cansa, no es como nosotros o como los jóvenes
de ahora, que nos cansamos, nos aburrimos, nos desanimamos. También dice que no
hay quien alcance el entendimiento de Dios, por lo que El todo lo sabe.
Él es capaz de
alentarnos, reanimarnos, sustentarnos, confortarnos, animarnos. Y por último
nos dice eso que necesitamos escuchar, si esperamos en Dios nos levantara,
caminaremos y no sentiremos cansancio, trabajaremos y no sentiremos desanimo,
correremos y no nos desanimaremos. Pero recuerda, esto es si esperamos en Jehová.
Hoy te regalo esta
palabra para que si amaneciste disgustado, cansado, hastiado, de todas las
cosas y circunstancias por las que has tenido que pasar, por todo el drama que están
viviendo en tu casa, en tu trabajo, porque crees o te sientes que no avanzas, o
quizás porque están cansada o cansado de luchar con aquello que no parece
mejorar ni mucho menos terminar, o porque crees que los que se han levantado
contra ti prosperaran… para los que han pensado incluso, en abandonarlo todo,
en “tirar la toalla” como dicen popularmente, si has pensado en eso (por
casualidad), te invito a que leas el capítulo 40 de Isaías completo, es un capítulo
de esperanza de parte de Dios mismo para ti y para mí.
Me gusta mucho el verso
23 que dice: “El convierte en nada a los
poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana”… Imagínate,
nuestro Dios tiene poder. Así que si estabas desanimado te invito a que te
levantes, retoma tu camino, sigue tu ruta, continúa con tu misión, Dios no ha
tomado descanso, Él no toma vacaciones, Dios sigue trabajando para ti y por ti;
Anda, muéstrale al mundo que hay una esperanza, que tú te abrazas a ella, y que
has recibido y seguirás recibiendo bendición hasta que sobre y abunde, porque
El así lo prometió.
¡Levántate y resplandece!, cree en Dios y El hará.
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