viernes, 23 de agosto de 2019

El mundo sería un lugar mejor si todos fuésemos más tolerantes…




Es una frase que encontré leyendo por ahí, también encontré esta frase: “nuestra tolerancia acaba donde termina nuestra educación, nuestro conocimiento, nuestra zona de confort, y ahí empieza el miedo”. Ciertamente la tolerancia es algo de lo que ya no se habla, porque ya no se vive en nuestra sociedad, y que triste es ver, escuchar y hasta a veces presenciar eccemas de intolerancia, por cosas que, después del desenlace (que generalmente es muy trágico) las pensamos y analizamos y nos damos cuenta que no tienen ningún sentido, pero que lamentablemente ya no tiene remedio.

Y todavía más triste es ver cómo crecen nuestros niños para imitar a esos adultos que se creen superhéroes o supe villanos de películas o protagonistas de esas tan vistas novelas narco.

En el libro de Proverbios nos dice: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” La palabra de Dios no se equivoca. Instruir es proporcionar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a una persona para darle una determinada formación, ¿Qué está pasando con la formación que les estamos dando a nuestros hijos? Porque nuestra sociedad es cada vez más violenta, menos tolerantes, menos compasivos, más abusivos…

¿Es acaso eso lo que nos enseñaron nuestros padres?, y por casualidad, si eso vi cuando niño ¿ha dado resultado en mi propia vida tal comportamiento?, ¿nos hemos detenido a reflexionar sobre nuestro comportamiento?, ¿puedo ser un ejemplo de valor para los demás?, ¿Cómo quiero vivir? ¿Qué quiero aportar a mi país?....

Hay tantas preguntas en mi mente en este momento, que solo quiero apuntar a poder adquirir la tolerancia y sabiduría suficiente y necesaria para poder sobrevivir y agradar a Dios con mis actos. ¿Quieres tú lo mismo? ¿Te importa tu entorno, tu familia, tus hijos, tu país? ¿Qué estarías dispuesto a sacrificar?...

Dios solo te pide una cosa: “Dame hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mi camino” Prov: 23:26, esto es o debería ser el todo del hombre, entregar todo a Dios y dejarnos dirigir por él. Por esto debemos cultivar los hábitos de leer la biblia, orar, y replicar lo aprendido en nuestros hijos, con esto estaremos cumpliendo con el mandato divino.

Nuestra sociedad ya no soporta  más suicidios de niños, muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, niños abusados, abandonados, ya no necesitamos más muertes por parte de una persona que por el hecho de alguien rosar su vehículo (rayarlo, chocarlo, etc.) sea capaz de matarlo. No queremos más robo, corrupción, abuso de poder, ni nada más que continúe matando el habitad que Dios mismo con su palabra creo para cada  uno de nosotros.

Necesitamos más amor, más tolerancia, más perdón, mas valores a inculcar, más respeto. Si queremos realmente, de corazón, hacer de nuestro país un lugar habitable, debemos de hacer habitable nuestras propias casas, debemos instruir a nuestros propios niños, debemos de ser ejemplo a seguir, recordando siempre que la palabra convence pero que el ejemplo arrastra.

Apliquemos los principios divinos, amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.

Dios te bendiga y que la paz del Espíritu Santo nos alcance. Bendecido día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sea tu si, si y sea tu no, no.