Cuando
pienso en las veces que Dios me ha salvado de situaciones de peligro, solo
viene a mi mente una frase, “gracias Dios”. Es lo que David también hacia
cuando con su boca cantaba y con su cuerpo danzaba en señal de agradecimiento
ante la infinita misericordia que Dios tuvo con él.
Si
hoy te levantaste con dolor en el cuerpo, con dolor en la mente, en el alma y
en el corazón, te quiero compartir un texto bíblico que espero que te
de esperanza, dice así:
Porque David
dice de el: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré
conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró y se gozó mi lengua, y aún mi carne
descansara en esperanza;… (Hechos 2:25-26).
Que
la misma certeza que tenía David de que Dios le acompañaba y que no sería
conmovido y que su carne descansaría… que esa misma esperanza resurja en ti y
que la puedas compartir con las personas que te rodean.
Que
tengas un bonito día, lleno de la presencia de un Dios omnipresente,
omnisapiente y verdadero como mi Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario