viernes, 24 de mayo de 2019

¿Convergen el bien y el mal en el mismo lugar?.


En el evangelio de Lucas dice:

“No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.

 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”. (Lucas 6:43-45)

Entonces es válido decir que emanan del mismo lugar dos sentimientos totalmente opuestos. Por lo que debemos, pues, procurar alimentar nuestra mente y corazón de las cosas que queremos dar, porque indefectiblemente también es lo que recibiremos.
No por casualidad nos insta la palabra a alimentar también nuestro espíritu al igual que alimentamos nuestro cuerpo: 1 Pedro 2:2

“desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación, (…)”.

Así que hoy decidamos alimentar nuestro espíritu (mente y corazón) con las cosas que debemos alimentarla, para que los frutos que salgan de nosotros, sean frutos de amor y de bondad; Que lo que abunde en nuestro corazón sea el amor, el perdón, la misericordia; Que, en definitiva demos frutos como los frutos del Espíritu Santo.

Que tengas un excelente día. Bendiciones.





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