miércoles, 24 de abril de 2019

Jóvenes, hay jóvenes…


Ayer escribí un artículo que hablaba de la desdicha que sufren los jóvenes de mi país; Y hoy confirmo lo que les comente ayer, al escuchar en un programa radial donde hacían un comentario sobre una banda de delincuentes juveniles, integrada por 4 chicos y lo que les comente ayer, al escuchar en un programa radial donde hacían un comentario sobre una banda de delincuentes juveniles, integrada por 4 chicos y 2 chicas. Resulta muy triste escuchar este tipo de noticias, pero ellos hablaban acerca de los traumas que cargan nuestros jóvenes, producto de la descomposición de las familias; Ayer les lance un reto, para que puedan experimentar la satisfacción personal que se siente al poder vivir y después recordar esos momentos disfrutados con nuestros seres queridos, en especial con nuestros hijos y pareja.

Otra de las causas que puntualizaban los comentaristas, era el hecho que desde temprana edad nuestros niños son enviados a realizar mandados y a recibir a cambio dinero (y muchos de esos m andados son de productos prohibidos por ley), y también de estar al cuidado de personas que no tienen la preparación ni la condición requerida para enseñarles a nuestros los valores que deben aprender en su tierna edad, y en el peor de los casos, son niños cuidando niños o niños solos, educados por programas de tv que no aportan absolutamente nada bueno.

Estos aspectos deberíamos de verlos como algo de sumo valor e importancia, y empezar a dar los pasos necesarios para aportar herramientas que nos puedan ayudar a la formación de jóvenes con valores y principios, sobre todo cristianos, y que ayuden a esta nación a salir de esas innumerables listas negras donde aparemos ocupando los primeros lugares. Sueño, particularmente, algún día, no pertenecer como nación a ninguna de ellas y que por el contrario seamos ejemplo de progreso, paz, dignidad, respeto, intelectualidad y religiosidad y dignos de una nación la cual lleva en su bandera una cruz y en el centro de ella una biblia. Que no sea un simple adorno, ni el ideal sólo de los padres de la patria, sino que sea un compromiso reforzado cada día por las familias que componen esta Republica Dominicana.

Hoy mi oración va dirigida a la petición de paz e integración familiar, y que como dice en el libro de Primera de Crónicas 4: 9-10 donde habla de la oración de Jabes, oración que hizo para ser librado del mal: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si Tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

Que así también sea nuestra oración hoy y que al final de la batalla otorgue Dios lo que pedimos.

Feliz y bendecido miércoles.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.