Ayer
escribí un artículo que hablaba de la desdicha que sufren los jóvenes de mi país;
Y hoy confirmo lo que les comente ayer, al escuchar en un programa radial donde
hacían un comentario sobre una banda de delincuentes juveniles, integrada por 4
chicos y lo que les comente ayer, al escuchar en un programa radial donde hacían
un comentario sobre una banda de delincuentes juveniles, integrada por 4 chicos
y 2 chicas. Resulta muy triste escuchar este tipo de noticias, pero ellos
hablaban acerca de los traumas que cargan nuestros jóvenes, producto de la descomposición
de las familias; Ayer les lance un reto, para que puedan experimentar la satisfacción
personal que se siente al poder vivir y después recordar esos momentos
disfrutados con nuestros seres queridos, en especial con nuestros hijos y
pareja.
Otra
de las causas que puntualizaban los comentaristas, era el hecho que desde
temprana edad nuestros niños son enviados a realizar mandados y a recibir a
cambio dinero (y muchos de esos m andados son de productos prohibidos por ley),
y también de estar al cuidado de personas que no tienen la preparación ni la condición
requerida para enseñarles a nuestros los valores que deben aprender en su
tierna edad, y en el peor de los casos, son niños cuidando niños o niños solos,
educados por programas de tv que no aportan absolutamente nada bueno.
Estos
aspectos deberíamos de verlos como algo de sumo valor e importancia, y empezar
a dar los pasos necesarios para aportar herramientas que nos puedan ayudar a la
formación de jóvenes con valores y principios, sobre todo cristianos, y que
ayuden a esta nación a salir de esas innumerables listas negras donde aparemos
ocupando los primeros lugares. Sueño, particularmente, algún día, no pertenecer
como nación a ninguna de ellas y que por el contrario seamos ejemplo de
progreso, paz, dignidad, respeto, intelectualidad y religiosidad y dignos de
una nación la cual lleva en su bandera una cruz y en el centro de ella una
biblia. Que no sea un simple adorno, ni el ideal sólo de los padres de la
patria, sino que sea un compromiso reforzado cada día por las familias que
componen esta Republica Dominicana.
Hoy
mi oración va dirigida a la petición de paz e integración familiar, y que como
dice en el libro de Primera de Crónicas 4: 9-10 donde habla de la oración
de Jabes, oración que hizo para ser librado del mal: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si Tu
mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó
Dios lo que pidió.
Que así
también sea nuestra oración hoy y que al final de la batalla otorgue Dios lo
que pedimos.
Feliz
y bendecido miércoles.
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