De mariposa a oruga…

¿Te imaginas esta escena?, sería una acción ilógica siquiera pensarlo, pues creo que todos quisiéramos vernos mejor todos los días.

Pero en realidad debo decir que existen muchas personas que en algún momento de su vida, se levantaron, y se miraron al espejo, y este fue el panorama que visualizaron; Después de muchos intentos por alcanzar algo mejor, por terminar un proyecto, por culminar una carrera, cerrar una negociación, completar una suma de dinero para algo realmente importante…. Pueden ser muchas las razones por las que existirían personas que pensarían por este triste proceso. Pero que privilegio tenemos que al abrir las sagradas escrituras nos podemos encontrar con promesas tan hermosas como estas:

“Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.

Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;” Isaías 44:2-3

Somos hijos escogidos por Dios para salvación y vida eterna, él quiere salvarnos, y quiere que mientras estemos en esta tierra podamos ser felices. Levántate hoy y cuando te mires al espejo no veas a la oruga, visualiza a la mariposa que Dios creo, escogió  y que está dispuesto a cuidar todos los días.

Riega con el rocío de la esperanza las vidas de las personas que te rodean. Concluye aquello que debes concluir, cuida lo que amas. Respeta, ama y perdona.

Que Dios nos regale un día maravilloso y recuerda abrir tus alas y volar, alcanza las misericordias de nuestro Dios. Ya no eres una oruga… Eres una bella Mariposa.

Bonito día.