Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el
pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el
pueblo estuvo atento. (Nehemías 8:5)
En nuestra cultura las
Biblias son tan abundantes que a menudo no las valoramos. Se parece mucho a
esas buenas obras o buenas acciones que pasan desapercibidas a nuestro
alrededor.
Este no era el caso en los
días de Esdras. Después de haber sido exiliados de Israel durante muchos años,
los judíos finalmente habían regresado a su tierra, y el versículo de hoy
describe su reacción al escuchar las Sagradas Escrituras.
Podemos tener fácil acceso a
las Biblias hoy, pero haríamos bien en acercarnos a la Palabra de Dios de manera
sincera y con el deseo de atesorarla en lo más profundo de nuestros corazones y
actuar en concordancia con lo que en ella está escrito.
No desaprovechemos la
oportunidad de aprender, entender y hacer nuestra las maravillosas promesas que
nos trae la Biblia todos los días, que hoy puedas experimentar la bendición y
el poder de Dios a través del estudio, la meditación y la práctica de su
palabra.
Que Dios pueda darte un
bello día.
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