domingo, 4 de febrero de 2024

Dios es nuestro amparo y fortaleza.

 




Muchos días de oscuridad alrededor de aquellos que están sumergidos en angustias, carencias, situaciones, enfermedades o en cualquier otra situación que le provoque y le haga sentir lejos de Dios. Pero debemos recordar, que cuando más oscura es la noche, es porque más cercano está el amanecer.

Cada día trae su propio afán, pero sé que a veces los afanes se multiplican y hasta se triplican, pero para todo eso también sale el sol. Hoy quizás te levantaste tan cansado o cansada, tan decepcionada de hacer y hacer y no lograr nada, de esforzarte en hacer las cosas bien y no ver resultados; o quizás solo quieres descansar.

Te entiendo, yo también tengo días así; pero son esos días los que me muestran el gran amor que Dios tiene para sus hijos, si, en esos días, debemos ir a los brazos de Jesucristo y decirle cuan cansado estamos, cuanto anhelamos ayuda, cuanta falta nos hace un abrazo...

Dios como omnisapiente sabe perfectamente cómo nos sentimos y que nos hace falta, y también sabe en el momento que necesitamos sus milagros, su perdón y su misericordia. Es justo en esos momentos cuando El desea escuchar nuestra voz diciendo “Padre amado en ti confío”. 

Cuando reconocemos que Dios tiene el poder de cambiarnos la vida, entonces es el momento de Dios actuar y crear delante de nuestros ojos un bello amanecer.

Hoy es un buen día para decirle a nuestro Padre eterno, cuanto le amamos y cuanto necesitamos su ayuda, recuerda que Él está allí para socorrernos, y para mostrarnos cuanto nos ama. Ven hoy a los brazos amorosos de Jesucristo, pídele en oración que venga en tu auxilio, y prepárate espiritualmente para recibir sus milagros.

Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo y que todo el tiempo Dios es bueno. Dios te bendiga, y recuerda que hay Oloracielo. 

 


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Sea tu si, si y sea tu no, no.