El significado mas simple de esta palabra es: “Circunstancia o conjunto de condiciones, cualidades o aptitudes, especialmente intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, el cumplimiento de una función, el desempeño de un cargo, etc.”. Sabiendo esto, entonces podemos aseverar que todo ser humano nace con capacidades que, a lo largo de su vida va moldeando y mejorando, de manera tal que pueda utilizarla en su diario vivir.
Sabiendo esto podemos
entonces hacer lo que Pablo expreso en el libro de Hechos “…sino que anuncié
primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra
de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios,
haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hech. 26:20). Aunque debo reconocer
que hacer esto, a Pablo le trajo mucho sufrimiento.
Pablo padeció en
lugares solitarios, oscuros, muchas veces sin alimento, sin la compañía de sus
seres querido, y fue allí el escenario perfecto donde Pablo encontraba nuevas
fuerzas, nueva motivación, nuevas esperanzas.
No sé cuál es el escenario
donde te encuentras hoy, pero de lo que si estoy segura es que puede ser el
indicado para poder alcanzar las fuerzas, el vigor, y la esperanza suficiente
para querer alcanzar una vida plena y eterna en Cristo Jesus.
¿Cuál sería tu motivación
para continuar? ¿desfallecerías ante cualquier situación adversa? ¿Dejas que el
enemigo se sienta que ha ganado tu alma? o, por el contrario, te sientes con
las capacidades extraordinarias y renovadas en Cristo para alcanzar a aquellas
almas que necesitan esperanza de una vida nueva.
Dios nos invita cada
día a que renovemos nuestro entendimiento y nuestra manera de ver las cosas de
este mundo, dándole el lugar que Él merece, reconociendo que Él es el creador
de todo, y que en Él tendremos vida para vida eterna.
Hoy te invito a poner
tu mirada en las pisadas de Cristo mientras estuvo aquí en la tierra; conoce con
detalles todo lo que ocurrió antes, durante y después de la muerte de Jesucristo.
Ven sin tardar, Dios te espera con su mirada de amor y de perdón.
Dios te bendiga y te
guarde, recuerda que hay oloracielo.
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