martes, 7 de febrero de 2023

La ira del hombre.

Sobre este tema de la ira ya he escrito anteriormente, pero es menester recordar ciertos aspectos a considerar de manera urgente con la finalidad de que podamos aplicarlos en nuestras familias (primeramente) y en todos los lugares que nosotros habitemos.

Al repasar los titulares de las noticias del día hoy, resaltaban, tristemente, los hechos violentos cometidos por jóvenes, los cuales se han desarrollado por dar riendas sueltas a la ira que se alimenta y crece en su interior. Una de las noticias hablaba de una sentencia dictada a unos jóvenes que hace alrededor de tres años dieron muerte a otro joven a golpes en argentina, a estos jóvenes los condenaron a cadena perpetua, todo esto por dar riendas sueltas a esa ira.

Otra noticia a nivel nacional era la decisión de unos de los tribunales de mi país para dictar medida de coerción a otro joven por haber dado una golpiza a un compañero de estudio en un centro universitario de este país, y no solo dar la golpiza, sino también grabar el hecho y difundirlo.

Este tipo de noticias producen mucho dolor en mi corazón, ver como los jóvenes pierden su libertad, y malgastan sus vidas, por dar riendas sueltas a la ira, a la soberbia, a la prepotencia, a todos esos sentimientos de egoísmo que se forjan, crecen y alimentan desde lo más profundo de nuestros corazones; no es en vano que en la biblia nos dice “La ira del hombre no obra de justicia de Dios” (Santiago:1:20), cuando permitimos que la ira domine nuestros sentidos y dirija nuestras acciones, estas serán las consecuencias que tendremos que enfrentar, consecuencias que son contrarias al deseo de vida y felicidad con la cual Dios quiere que nosotros vivamos.

Si queremos verdaderamente disfrutar de la libertad con la cual Dios nos creó, deberíamos prestar atención a nuestras acciones, deberíamos colocar nuestras emociones y deseos, así como las respuestas que debemos dar a las acciones de los demás, a merced de nuestro Dios creador; al momento que nosotros le demos o le otorguemos ese control y dominio a nuestro Dios, les aseguro que comenzaremos a experimentar la verdadera libertad y felicidad para la cual fuimos creados.

Hoy te invito a reflexionar en esos sentimientos de ira que muchas veces sentimos y no sabemos cómo controlar; te invito a que se los entregue a Dios y a que oremos para que Dios nos enseñe, en su misericordia a amarnos y amar a los demás.

Que Dios te bendiga rica y abundantemente en el nombre de Jesucristo; que tengas un día maravilloso y próspero. Comparte amor y recibirás amor. Escríbenos tu pedido de oración y comparte esperanza. Síguenos en las redes sociales como Olorcielord, visita nuestro canal de YouTube, suscríbete y activa las notificaciones. Bendiciones.

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