viernes, 2 de diciembre de 2022

Relación inquebrantable.

 



Cuando decidimos seguir a Cristo, una de las primeras cosas que suceden es que sentimos incertidumbre por todo lo que nos espera en este camino; el no saber cómo debemos actuar, o cómo debemos manejarnos en nuestro entorno habitual; claro es que nos verán diferentes y sentirán que ciertas cosas han cambiado en nosotros. Entonces es allí donde comienza la lucha por sobrevivir entre nuestra antigua vida y nuestras costumbres, y nuestra nueva vida en Cristo.

Muchas veces comenzamos a sentir el rechazo de las personas que están más cerca de nosotros, aquellos que se suponía que deberían apoyarnos en todo; ellos inconscientemente nos atacan, porque no entienden que ya somos diferentes; esto nos hace preguntarnos muchas veces ¿vale la pena continuar?, lo que queremos es estar bien con todo lo que nos rodea.

Muchas veces caemos en las garras de las ilusiones del pasado, y nos vamos alejando poco a poco de lo que es la relación con Dios, para mejorar la relación con nuestro entorno. Pero cierto es que lo más importante debería ser nuestra relación con Dios; esto nos permitiría mostrarles a los demás que, si hay esperanza en medio de tanto llanto, dolor, y sufrimiento. 

Amados, no vean a las personas que buscan de Dios como personas extrañas, son las mismas personas que han conocido antes, pero en versión mejorada, más humanos, más sencillos, más piadosos, que intentan ser menos dramáticos, menos egoístas, menos rencorosos, menos despiadados...

Aprendamos a respetar las decisiones de los demás, en la misma medida que queremos que respeten nuestras decisiones. Nunca es más oscuro que cuando va a amanecer, por lo que te digo a ti, querido hermano, que no te desanimes, no mires atrás, no desmayes en el deseo de buscar más de Dios y de una vida renovada. La biblia nos enseña algo muy interesante "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra,…" Mateo 7:7-9

Esto es sólo una muestra de todo lo que Dios está dispuesto a hacer por nosotros; Dios quiere regalarnos una estancia armoniosa con nuestro entorno, una vida con esperanza. Abre tu corazón a Dios, pídele, habla con él, y sobre todo aprendamos a escuchar la voz de Dios. Tengamos una relación inquebrantable con nuestro creador, a través del estudio de su palabra, la oración y la comunión espiritual con El.

Que Dios te regale un día bendecido y en victoria. Son los sinceros deseos de tus amigos de Oloracioelo.blogspot.com

Salmos 37:4
Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.