lunes, 19 de diciembre de 2022

La riqueza...¿buena o mala?

 



En la vida existen tanta cosas subjetivas que sin miedo alguno puedo decir que esta es una de esa larga lista. La riqueza, según el punto de vista de un inversionista puede llegar a ser el objetivo principal del inicio de un proyecto; sin embargo para otros puede representar la razón más amarga cuando impedido de su libertad, y luego de haber hecho tantas cosas para tenerla, no puede utilizarla, no le sirve ni para pagar una fianza.

Es realmente enriquecedor (para mi) leer artículos de un hombre con una perspectiva de vida tan aterrizada, que al conjugarla con la realidad de lo que vivimos diariamente, simplemente se convierte en una experiencia inolvidable, estoy hablando de José Luis Taveras. Una vez leí uno de sus tantos artículos y desde entonces quede prendada de la forma en la que expresa sus creencias, sentimientos y conocimiento.

Uno de los tantos artículo que he leído habla justamente sobre este tema; relata la forma tan sutil en la que la riqueza puede llegar a convertir a una persona en el ser más despreciado y despiadado que uno pueda llegar a conocer. La forma en la que ejemplifica la terrible situación actual del capitalismo vs la humanidad, la falta de humanidad en las cosas materiales, y el sentido de grandeza que convierte a cualquier persona en el bicho más pequeño e insignificante.

Algunas de las frases que más marcaron mi mente fueron: “El dinero es un medio, no un fin”, "...antes que tener, somos, “Hay personas que de sus riquezas solo tienen el miedo a perderlas”, "El dinero no cambia a las personas, las revela como son"; estas son sólo algunas de ellas.

Este escritor cita una frase bíblica que hoy también quiero compartirlas con ustedes: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21); sin duda alguna es una frase reveladora, que pocos tenemos el coraje de entender en el verdadero contexto que Jesús quiso decirlo; esta frase puede llegar a inspirarnos o a desbastarnos.

Dependiendo de cómo apliques, de cómo entiendas y de cómo compartas tus experiencias, serán los verdaderos resultados de una vida verdaderamente entregada a Cristo. No es aprendernos la Biblia de principio a fin, no se trata de poder citar un versículo en cada situación, no se trata de aparentar tener una sonrisa en nuestro rostro todos los días, no se trata de asistir regularmente a la iglesia, y mucho menos de estar inscrito en ningún libro de iglesia. 

El consejo final del escritor y que comparto en su totalidad es el siguiente: "disfrute lo que no cuesta nada (sol, lluvia, viento, mar, cielo, montaña, sonrisa, amigos, abrazos...)"; Hoy te invito a que disfrutes plenamente de todo aquello que Dios creo para ti y para mí, y que es gratis (todavía); mira el cielo y disfruta de sus colores; mira el mar y disfruta de su extensión; cierra los ojos y respira profundamente, siente lo dichoso/a que eres al poder hacerlo; cierra los ojos y la boca y abre tus oídos para escuchar cada sonido a tu alrededor (te aseguro que te sorprenderás de cuantas cosas te estabas perdiendo, por no prestar atención); abre tus manos y acaricia esa plantita que tienes en casa, o mientras caminas por el parque; permítele a tu piel sentir los rayos del sol o las gotas de agua sobre ella.

Cuando aprendamos a hacer todo esto (conscientemente), estaremos realmente camino a encontrar la verdadera riqueza de la vida. Recuerda que puede llegar a ser tan buena o tan mala como quieras que sea.

Da gracias a Dios, y da por gracia a los que te rodean, de lo que has recibido. Que Dios pueda bendecirte hoy y que puedas ser de bendición para tus prójimos; el año casi termina, pero aun así tendremos un poco más de tiempo para ser mejores seres humanos. Son los deseos de tus amigos de oloracielo.blogspot.com

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sea tu si, si y sea tu no, no.