martes, 20 de septiembre de 2022

¿Mi voluntad o la de Cristo?

 





¿Qué es la voluntad? 

Es la capacidad humana para decidir con libertad lo que se desea y lo que no. También se puede definir como el deseo o intención, o cosa que se desea.

Según la Biblia, hacer la Voluntad de Dios es una elección libre y voluntaria de la persona, para actuar conforme a la Voluntad Divina donándose a sí mismo a la causa de Dios, al igual que Dios en la persona de Jesucristo se donó libre y totalmente a nosotros para nuestra Salvación.

Si contrastamos estas definiciones, al final nos daremos cuenta de que sólo nosotros podemos decidir el ¿Qué hacer?, ¿Cuándo hacerlo?, ¿Cómo hacerlo? y ¿para quién hacerlo?; justamente el libre albedrío que se nos fue otorgado al momento de la creación, buscaba que la creación tuviera la oportunidad de poder decidir todo esto para beneficio propio y de su entorno.

Luego de decir esto te preguntaras, ¿Cuál es el mensaje entonces?, bueno, analicemos lo siguiente, veamos dos ejemplos: 

Llevas una vida de devoción total ante Dios, intentas hacer su voluntad a toda costa; eres bondadoso, perdonas, ayudas a los más necesitados, no matas, no robas, no engañas a nadie, e incluso lees la biblia y haces tus oraciones cuando crees que debes hacerlo. Todos lo saben, pues no actúas a espaldas de nadie, y en cada oportunidad que tienes muestras al mundo con orgullo todo lo bueno que eres. Felicidades, sé que eso te hace sentir muy bien. Pero, te has preguntado alguna vez si esa es la voluntad de Dios para ti?

Otro escenario seria: Creciste escuchando de Dios, ibas a la iglesia porque tus padres te llevaban, sabes que hay un Dios, por eso vas a la iglesia todavía y llevas a tu familia, pero todavía no sabes que tan grande es su poder?; no te metes con nadie porque lo que realmente quieres es que nadie se meta en tus asuntos; puedes arreglártelas bien tu solo; eres lo que se llama autosuficiente; no tienes que demostrar a nadie lo que haces, ayudas conforme a tu propia voluntad (en lenguaje humano esto significa fuerzas), y con esto te sientes cómodo, satisfecho, realizado. Pero al final del día te preguntas ¿estoy haciendo lo correcto?, eso sería igual a preguntarte, ¿esta es la voluntad de Dios para mí? 

En ambos ejemplos puedes que te sientas cansado de hacer el bien y no ver los resultados en tu vida; pero te digo algo interesante, si no puedes ver los resultados en tu vida, ¡está bien!, porque Dios no quiere ver los resultados que tú quieres ver, Él tiene planes y resultados diferentes para ti. Él sabe perfectamente lo que necesitas, lo que te hace falta, lo que te hará feliz, lo que te hará crecer como ser humano...

Pero muchas veces nosotros estamos tan enfocados en nuestra propia voluntad, que somos incapaces de ver la voluntad de Dios en nuestras vidas. Al final no se trata de nosotros, se trata de Dios en nosotros.

En el libro del evangelio de Juan capítulo 5 verso 31 dice: "Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero"; Jesucristo se refería a dar testimonio de Dios a través de sus acciones; testimonio de aquel que lo había enviado a nosotros, para dar ejemplo y brindar salvación.

No vas a escuchar a Dios regañándote al oído por las cosas que no debes hacer y que repites a diario; no te pondrá de castigo quitándote nada; no te castigara impidiendo que las bendiciones lleguen a tu vida, no. Todo eso lo hacemos nosotros solos sin ayuda de absolutamente nadie.

Al vivir en nuestra propia voluntad, nos olvidamos de lo importante y acudimos a lo inmediato, a saciar la voluntad humana, que se inclina al pecado día a día. Cada vez queremos ser mejores que los demás, queremos tener mas que los demás, queremos hacer lo que hacen los demás, queremos incluso sentir lo que sienten los demás (sin saber si quiera ¿Qué es?); sin darnos cuentas queremos estar en el cuerpo y la mente de los demás, y con esto lo que hacemos es que nos alejamos más y más de Dios.

En la historia del paralitico de Betesda, Jesucristo vio acostado al paralitico y lo único que le pregunto fue “¿quieres ser sano?”; Él sabía perfectamente que llevaba mucho tiempo postrado y que no alcanzaba a llegar a la fuente cuando las aguas aún se movían; pero necesitaba que la voluntad de él (el paralitico) estuviera conectada con la voluntad de Dios; y fue entonces cuando sucedió el milagro, Jesucristo le dijo: "levántate toma tu lecho y anda" (Juan5:6), esto es justamente lo que nos repite hoy.

Toma todo tu cansancio, toda tu frustración, toda tu decepción, todo tu mal humor, todas las veces que fuiste engañado, todas las veces que te arrebataron tus bendiciones, todos tus proyectos que no has podido empezar o quizás terminar... en fin, todo lo que está incompleto en ti, tómalo hoy, y ve a la presencia de Dios, dile que quieres que se haga su voluntad en ti, por encima de la tuya, porque sabes que su voluntad es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2)

Hoy es el día de salvación, abre tus brazos, dile a Dios que quieres que se haga su voluntad en ti, déjate guiar por el amor de Dios, estudia la biblia, y experimenta su poder. Dios quiere trasformar todo tu ser, recuerda que la finalidad de la existencia del ser humano desde la creación, era que viviéramos en paz y que fuéramos felices. Lee el libro de Génesis, verifica que todo fue creado para que el hombre tuviera paz y fuera feliz, y cuando hiciera esto, pudiera alabar el nombre de Dios.

Dios es bueno todo el tiempo; espera solo por tu decisión; Dios te bendiga, tus amigos de oloracielo.blogspot.com 

 

 


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Sea tu si, si y sea tu no, no.